So Close But So Far Away.

Capítulo 14

Mi madre irá a vacacionar donde su amiga que vive cerca de la playa, Jane. Me hubiera encantado ir pero no puedo ya que tengo que ir al colegio, Kat tampoco irá por la escuela pero Gaby sí, así que me quedaré sólo con Kat y mi padre en la casa, será extraño estar en la casa sin Gaby gritando y la presencia de mi madre, pendiente de los movimientos de todos.

Jane es una de las pocas amigas de mi madre que sí merece el título de amiga, es muy dulce y siempre ha sido muy buena con nosotros. Mi madre la conoció el primer día que fue a Londres, fue sola y se perdió, Jane, quien también estaba de visita, la ayudó a encontrar el subterráneo y desde ahí son amigas, de hecho, son bastante parecidas y supongo que es por eso que son amigas.

-¿Está viva? -preguntó Kat sacudiendo su mano frente a mis ojos, bufé y me levanté del sillón para ir al patio trasero.

Observé las hojas y ramas de los árboles mecerse al ritmo de la suave melodía que el viento creaba mientras unos pocos rayos del sol se filtraban por espacios entre las hojas.

Mi cabeza duele como los mil demonios, todavía estoy aturdida por todo lo que pasó ayer en la noche y la resaca me está matando.

He hecho un gran esfuerzo por aparentar sólo tener dolor de cabeza, me levanté más tarde de lo debidamente estipulado como tarde y cepillé mis dientes más veces de las que puedo contar. Todo estuvo normal, mi madre me preguntó que porqué me había levantado tan tarde y me excusé diciéndole que estaba ordenando el cuarto, luego me preguntó por mi hora de llegada y le dije que a las diez, cuando ella fue al baño, por eso "no me vio" y me fui a la cama de inmediato.

Todo parecía ir bien, jamás creí que iba a salir tan bien, no causé controversia alguna ni interrogatorios, ni siquiera miradas hostiles. Lamí mi labio inferior y me sorprendí al degustar el sabor a hierro, me había empezado a sangrar de nuevo el labio donde Harry me mordió la madrugada anterior.

El poco sol que hay está comenzando a esconderse tras el horizonte, en todo el día no he hablado con nadie además de mi familia, no es cosa nueva, pero con los sucesos ocurridos ayer estaría bien hablar con alguien acerca de ello, al menos por mensajes. Ni siquiera me imagino la reacción que tendrá Kendall cuando le cuente, no estoy segura de contarle a Vanessa porque lo que más hará de seguro será sermonearme. En cuanto a Harry, no sé qué pensar, ayer fue una de las noches más extrañas de toda mi vida, estoy tan confundida que tengo jaqueca, además del dolor que me causaron los tragos de ayer.

Di media vuelta, entré a la casa y tomé dos galletas del jarrón, subí las escaleras mientras me las comía y me acosté en mi cama plácidamente, me dormí en cuestión de segundos, estoy agotada, exhausta.

Desperté en la madrugada, a las tres para ser exacta, la hora de los demonios. Desbloqueé mi teléfono y apareció en los mensajes, había un borrador, yo no dejo nunca borradores, decía 'Harry' y sólo eso, no recuerdo haberlo escrito.

Ya mi madre y Gaby no estaban, de seguro partieron en la noche. Estos días serán largos. Rapidamente me preparé un té y lo tomé acompañado por algunos bizcochos, cepillé mis dientes y volví a dormir.

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-¿¡Ósea que casi follan!? ¡Si no hubieras gemido él no hubiera reconocido tu voz, y hubieran follado! -gritó Kendall, captando la atención de varias personas que no tenían que conocer mi historia.

Estábamos sentadas en una mesa situada por el aula de computación, por eso cada vez que abren la puerta una brisa fría, causada por el aire acondicionado, nos azota. Estamos en hora de almuerzo y Vanessa, bueno, ella está con su novio. El domingo lo pasé igual, con dolor de cabeza, pero no por la resaca, y totalmente descomunicada del mundo, durmiendo y comiendo. Hoy llegué tarde, me quedé dormida, otra vez y fue cuando empezaron a sospechar que me pasaba algo.