20 de enero de 2009
- Mamá nos vamos, volveremos pronto- decimos mi hermano y yo al unísono dándole un sonoro beso en la mejilla a nuestra madre y salimos a dar un paseo por la calle.
Después de unos minutos discutiendo decidimos ir a la playa y tumbarnos a hablar en la arena. Ya estamos llegando pero Dani mira el reloj y seguido me mira a mi con cara de disculpa.
- Vete- le digo cediendo puesto que sé lo que me va a decir.
- Gracias Jesús, te quiero- me da un beso en la mejilla y echa a correr hasta que ya ni siquiera puedo distinguir su silueta.
Para ser un chico de 9 años mi hermano es muy liberal, y siempre está quedando con niñas, dejándome solo, pero me da igual, es mi hermano gemelo, y le quiero. Camino rumbo a la playa mirando al suelo y pateando cualquier cosa que se interponga en mi camino.
Al llegar compruebo que la playa está vacía como siempre, pero, hoy es una excepción. A lo lejos observo a una chica de larga melena rubia y rizada sentada en la arena, supongo que observando el mar, me acerco curioso a ella, y cuando estoy a tan solo unos pocos metros puedo oír sollozos que provienen de aquella niña, me acerco más hasta poder observar que tiene la cabeza escondida entre las piernas.
- ¿Estás bien?- pregunto sentándome a su lado.
Ella niega dulcemente con la cabeza. Me acerco y le paso la mano por su brazo.
- ¿Qué te pasa?
- Me... duele... mucho- dice sollozando.
- ¿Quieres que te acompañe a tu casa?
Asiente levemente y le ayudo a levantarse. Cuando lo hace, puedo comprobar que tiene la mano en el pecho, concretamente en el corazón, la miro extrañado y hago que rodeé mi cuello con su brazo derecho, para ayudarla a moverse más rápido, mientras se retuerce de dolor.
Durante el camino me da varias indicaciones hasta que llegamos a la que dice que es su casa. En realidad, tan solo han sido 20 minutos de camino. Toco al timbre y observo la casa mientras espero a que abran. Al parecer es el cumpleaños de alguien, puesto que hay una fiesta y hay una pancarta en grande en la que pone: Feliz cumpleaños Mery. Por fin abre la puerta una mujer rubia que supongo será su madre. Me mira con expresión neutra al verme sujetando a la chica hasta que ella habla.
- Ma...mamá... me...duele- solloza la rubia.
La mujer ahoga un grito desesperado y coge en brazos a la chica, entra dentro de la casa y me hace un gesto para que pase también. Obedezco y me siento donde me señala mientras la mujer coge el teléfono y hace una llamada. La ambulancia no tarda en llegar, se llevan a la niña rubia y a su madre, quien, de nuevo me hace un gesto para que la siga, al que yo obedezco de nuevo. Entramos en la ambulancia, y, una vez dentro la mujer me dirige la palabra por primera vez.
- ¿Cómo te llamas?
- Jesús- digo tímido
- Y... ¿eres amigo de Mery?
Cuando pronuncia su nombre me quedo helado al acordarme de aquella pancarta: Feliz cumpleaños Mery
- No... la he visto en la playa llorando, me he acercado y al verla así la he llevado a su casa. Por cierto... ¿es su cumpleaños?- digo rascándome la nuca nerviosamente. La mujer ríe ante mi gesto
- Sí, hoy cumple 9 años.
- Mi hermano y yo cumplimos 10 en febrero
- ¿Tu hermano y tu?
- Mi hermano gemelo- sonrío incómodo.- ¿Qué le pasa?- digo señalando a Mery, que duerme en la camilla.
- Jesús, ella tiene un enfermedad del corazón desde los 7 años que se llama Pericarditis. Y lo que acaba de tener es simplemente un síntoma de su enfermedad.
Asiento tristemente.
- ¿Se pondrá bien?
- El dolor se le pasará pero creemos que su enfermedad es crónica.
- ¿Qué es eso?
- Que es para siempre.
Miro con pena a Mery y me prometo, que desde éste momento la voy a cuidar, y no voy a dejar que le pase nunca nada.
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Princesa- JOM {Acabada}
Romance"¿Recuerdas nuestro primer día? ¿Nuestra primera sonrisa? ¿Nuestra primera mirada? Yo nunca lo olvidaré, te quiero Jesús FDO: Mery"