Noviembre.
—Que asco —dice Rosa viendo a Dylan con una mueca de disgusto—. Apoyas el Gustazz.
—Podría decir lo mismo de ti -se queja Dylan golpeando sus manos contra la mesa—. Apoyas el Manazz.
Como mi sándwich en silencio, tratando de ignorar la pelea que sucede alrededor mío. Mis amigos aprovechan cada rato que estamos a solas para discutir al respecto, pero supongo que es mi culpa porque no le pongo un punto final a esto, siendo la novia de uno. Aunque mentiría diciendo que no disfruto el caos que esto causa.
Joseph, si estás oyendo esto, no soy una mala persona, ¿de acuerdo? Solo... No sé cómo defenderme, olvídalo.
—Manuel es la pareja ideal para Jazz —dice Rosa mientras yo rio viendo a mi sándwich y recordando que le puse una cara feliz de mayonesa—. Su madre lo apoya.
—¿Ah sí? Pues Eduardo considera que Gustavo es perfecto para Jazz —dice Dylan sacándome de mi trance para voltear a verlo sorprendida.
—¿Eduardo considera qué? —pregunto y Dylan resopla en un intento de salvar a mi amigo.
—Bueno, no dijo exactamente eso —replica Dylan mientras Rosa suelta un grito de victoria—. Dijo que él era más tu tipo.
—No tengo un tipo —respondo riendo incrédula por todo lo que dicen.
—Dice que te gustan los villanos —se comenta Dylan y abro la boca ofendida—. Y que se te caía la baba por tu ex-novio cada vez que te hablaba de robarle su empresa a su hermana millonaria.
—Eso es mentira —bufo aunque, muy en el fondo, no estoy muy segura de eso.
En el poco tiempo que salí con Daniel Soto, nuestra relación fue intensa, apasionada, él siempre hablaba de su futuro como si de conquistar el mundo se tratase. A mi amigo nunca le dio buena espina, por lo que cuando le dije que habíamos terminado; ya que nos habíamos graduado de la escuela y cada uno se tenía que centrar en nuestros estudios, Eduardo fue el más contento al respecto.
—En cualquier caso —añado levantando mi mano ofendida—, Daniel Soto no es, ni debería ser un parámetro para mis relaciones.
—Ahora que lo pienso, tus personajes favoritos siempre son los villanos —comenta Rosa señalándome.
—Siempre tienen las mejores historias y el mejor soundtrack —respondo cruzando los brazos—. Si no quisieran que me gustaran los villanos, no los harían tan atractivos.
—Dijo Eduardo que te gustaba Brandon cuando era malo contigo y te olvidaste de él cuando se empezó a convertir en un buen chico —continua Dylan mientras rio de forma falsa para ahogar las ganas de llorar que tengo por ser expuesta de esta manera.
—Ya es suficiente —le digo levantando una mano para detenerlo.
—También dijo y cito —dice Dylan sacando un papel de su bolsillo para comenzar a leerlo—. "Es más, estoy completamente seguro que si llegará un hombre musculoso, casi delincuente, tosco que le encante llevarte la contraria y le dijera que se fuge con él, Jazz no dudaría en hacerlo"
—Odio que la idea no me haya desagradado —mascullo sintiéndome humillada mientras Rosa me parece ver con nuevos ojos—. De igual manera, ya entendí el punto. Detente por favor.
Agacho la cabeza, avergonzada por la imagen mental de un hombre problemático seduciéndome, por más loco que mi raciocinio lo considere. Supongo que tengo problemas y, hasta cierto punto, soy masoquista.
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¿Qué hacer antes de morir?
ChickLit«Jazmín Pérez. Hija del respetable abogado Julián Pérez y de la famosa psiquiatra Julia Ortega-Núñez, conocida por sus libros sobre crianza. Hermana de Joseph Pérez, el prodigio musical de Tijuacali con solo nueve años y José Pérez. Miembro del cuad...