Febrero, 2013.
Todos los días aprendes algo nuevo. Por ejemplo, yo hoy aprendí que toda la valentía que reúnes para hacer algo atrevido que te saque de tu zona de confort llega hasta que estás frente a la puerta de tu casa. Ahí es cuando vuelves a ser ansioso y racional, te preguntas "¿qué estupidez estoy a punto de cometer?" y vuelves corriendo a la zona segura.
Eso es lo que "Jazmín" haría. Volver arrastrándose a la zona segura, quitarse los jeans ajustados y la blusa con estampados de flores, a agarrarse el cabello en un moño aburrido y pretender que nada ha pasado. Pero ya no soy ella, soy "Jazz" ahora, una mujer segura y atrevida.
Salgo de mi casa con paso seguro y una sonrisa amable en mi rostro. La luz del sol me pega en el rostro y solo por hoy me permito fingir que me gusta, camino hacia el autobús dispuesta a ir a la universidad con una actitud nueva. Debo valorar la vida, en honor a Joseph. Él era atrevido, seguro, carismático y amaba vivir, como el niño que era, siempre fue curioso, divertido, entusiasta. La mejor forma de honrar su memoria es hacer lo que él querría que yo hiciera.
Después de todo, soy atrevida, soy la mejor. Soy...
Soy una idiota.
En cuanto bajo del autobús y camino hacia la Facultad de derecho, siento todas las miradas sobre mí, que me comen con la mirada. Podría jurar que me juzgan en silencio, de seguro ya notaron que estoy usando unos tennis sin calcetines. O a lo mejor el amarillo de mi blusa me hace ver como un personaje de Los Simpson. Mi cabello es horrendo de seguro, no es muy fácil de mantener ordenado, usé unos broches para tratar de apartarlo de mi rostro pero sigue siendo muy largo y esponjado. Creo que es la primera que salgo de casa con el cabello suelto, debo verme como un fenómeno.
—Pérez. —La voz de Gustavo llama mi atención, volteo a verlo, sonríe de lado, como si no fuese su intención. —Te ves... Floral.
—¿Eso es bueno? —le pregunto arqueando la ceja.
—En ti, perfecto —responde sonriendo coqueto y se va de allí con paso seguro mientras me cuestiono todo de pie en medio de la facultad.
Gustavo siempre ha sido un gran enigma para mí, no suele hablar mucho conmigo pero asumo que le caigo bien. O simplemente le soy indiferente y siente tanta lastima porque los demás me odian que trata de tratarme con amabilidad, cuando la noticia de la muerte de mi hermano salió en las noticias, solo me envió un mensaje mostrando condolencias. Supongo que hoy me miro tan ridícula que me mintió para que no me sintiera mal.
—Jazmín Pérez vistiendo como básica de dieciséis años —dice la voz de Esmeralda detrás de mí y la veo caminar para quedar frente a mí—. Ahora si lo he visto todo.
—Esmeralda García. Con la misma actitud de bully infantil de una niña de ocho años —replico para la sorpresa de todos, incluso la mía. Aprovecho mi arranque de valentía estúpida y pongo una mano en mi cadera—. No me sorprende en absoluto.
Esmeralda me ve con ira, tiene el puño formado y yo me siento una idiota al osar en hablar. Si hay alguien a quién conozco, es a ella, una mujer orgullosa pero fácil de ofender y no dudará en destruirme si se siente humillada por mí. Por desgracia para mí, lo está.
La risa de Grace, rompe la tensión. Ambas volteamos a verla, parece divertida ante el intercambio de palabras, al notar que la miramos solo bufa y pone su mano en su cadera rodando los ojos.
—Oh vamos, fue bastante ingenioso —le dice a Esmeralda y luego me ve con una sonrisa orgullosa—. Sabía que eventualmente usaría ese cerebro para pensar en algún insulto.
—A ver cuando tú usas el tuyo para variar —le responde Esmeralda molesta y aprovecho la discusión para huir como la cobarde que soy.
No es que me enorgullezca, pero mi instinto de supervivencia es más fuerte que mi orgullo.
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¿Qué hacer antes de morir?
ChickLit«Jazmín Pérez. Hija del respetable abogado Julián Pérez y de la famosa psiquiatra Julia Ortega-Núñez, conocida por sus libros sobre crianza. Hermana de Joseph Pérez, el prodigio musical de Tijuacali con solo nueve años y José Pérez. Miembro del cuad...