Aberrar

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En el presente:

Es improbable que tú, pequeña, seas la niña de la flauta que aparece en las narraciones de tu abuelo_ dijo Zad.

Y ¿porque son tan importantes las historias de éste tal Frederick?_ pregunto Will.

Según parece, con todo el debido respeto señor William, nuestro amigo Fredi nos dejo varias pistas en sus historias que podrían ayudarnos a sobrevivir ante nuestros enemigos del planeta HAT-P-11b_ contesto Zad.

Oye bastardo, no ves que nuestro amigo, el doctor Zad, esta intentando lidiar con toda la investigación que conlleva este suceso.

-Discúlpeme doc, estoy estresado con todo este asunto.

-No hay problema Will, ahora continuemos.

Mientras, en la Catedral:

El ejercito mantiene cautivos a los destechados que habitaban ahora en la catedral, dando refugio obligatorio a la gente.
Los ataques habían cesado justo cuando Mitchell y Will se subieron a la camioneta.
Y no faltaba mucho tiempo para que los localizaran de nuevo desde aquel planeta inmenso y oscuro como el espacio infinito que nos alberga a todos.

De vuelta en el Fuerte Dieciséis(donde estaban Mitch y Will):

Ahora amigos, quiero que vengan conmigo a ver esto aquí atrás, siganme por favor_ dijo Zad dirigiéndose a ellos.

Mitchell observaba el rostro de Zad que desde hacía unos minutos había cambiado en sus facciones, y no dejaba de mirar sus ojos que por algunos momentos se perdían. Ella sabía que algo extraño sucedía pero no lograba entender de que se trataba, era una sensación parecida a la habia tenido en el hospital, minutos antes de que apareciera Nathan.

Will (le jalaba la manga de la camisa por lo pequeña que era) algo no está bien, tengo un mal presentimiento de todo ésto_ dijo Mitchell con voz temblorosa y en un tono bajo.

Pero Will sólo la ignoró y siguió caminando, con más razón ahora sabiendo que ella era la niña de la flauta.

Cuando llegaron afuera del Fuerte, Zad señaló el cielo, justo donde se podían observar los ojos de aquel enorme demonio alojado en el otro planeta. Una vista increíble.

Zad se agachó para hablar con Mitch, apesar de recibir esas agresivas miradas por parte de la niña.

Si de verdad tu eres la niña de la flauta, entonces eres la única capaz de apaciguar al demonio del planeta que está allí arriba, así que tu y Will deberán ir ahí y lograr que ese monstruo desaloje nuestra órbita planetaria.

-¿Que?_grito la niña con furia.

William aceptó la propuesta de inmediato, y eso le pareció muy extraño a Mitchell, además de observar como las manos de su amigo comenzaron a temblar un poco.

¡No iré ahí!_ grito Mitch.

Pero ya fuiste a Marte con tu hermano, ¿porque tienes miedo de viajar a otro planeta?_ dijo Zad.

Mitchell lo miró traumatizada y los pelos de su piel se erizaron de tal manera que su cuerpo entró en shock.

-¿Como Zad sabe eso?_ se pregunto muchas veces a sí misma.

Entonces su mente llego al clímax de la situación que estaba afrontando, su abuelo Frederick se lo había mencionado una vez, y hasta ahora podía creer que era verdad.

El monstruo había comenzado a controlar a algunas personas,  casualmente aquellas que estaban cerca de ella: la niña de la flauta.

Mitchell retrocedió mientras bruscamente los guardias de la puerta la detenían para evitar su intento de largarse corriendo.

-Pero antes de enviarlos a ambos a la advocación que tu y Hansell descubrieron, primero debemos darle entrenamiento básico a la niña_ dijo Zad mirando a Will con una sonrisa.

-Si te atreves a tocarle un solo cabello te juro que...

-Tranquilo campeón, nadie le hará daño en este lugar, tienes mi palabra.

Aherrojaron a Mitchell en una habitación donde Will podría estar al tanto de ella, algo parecido a un alcázar. Cerraron la única puerta de la habitación  y la dejaron sola allí, a oscuras.

-Vamos Mitch, no seas alfeñique, no debes caer tan bajo, mantenerse en pie y cuerda es lo único que importa en este momento_ se decía a si misma intentando abrir los ojos.

De pronto cayó dormida profundamente sin poder evitar la astenia.

-"Anda sígueme pequeña_una sombra en la oscuridad."

-¿Abuelo?_grito Mitchell, viéndose a ella misma sentada en el suelo.

-"Ven, dame la mano, vamos a dar un paseo corto_ dijo la sombra que posaba su mano frente a ella."

-Estas vivo abuelo_grito con alegría la pequeña.

-Así es, soy yo Fredi, tu abuelo, vamos acompáñame a un lugar mas tranquilo.

Mitchell sintió confianza en él, y tomó la mano que la guiaría por el mundo que ella aun deseaba conocer y no conocer.

Entró en lo que se sentía como un lugar ejido por la muerte, y ella solo caminaba de la mano de aquel que parecía ser su abuelo.

-¿Que hacemos aquí?_pregunto Mitch a Frederick.

-Quiero que sepas que existe solo una posible manera y un único intento de detener a Azathoth_ dijo Fredi mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie más hubiese escuchado aquel nombre pronunciado con miedo.

-¿Esto es un sueño? y ¿Quien es ese tal Azathoth?.

-Shh, silencio, no pronunciemos de nuevo ese nombre_ contesto Fredi, tomandose el tema demasiado enserio y tapando rapidamente la boca de la niña con la mano que antes la guiaba en el oscuro terreno.

Mira mi amor, esto no es ni sueño ni pesadilla, pero debes saber que el mundo que conoces esta a punto de acabar, y tienes dos opciones: Sobrevivir o Trascender.

-Pero apenas soy una niña tonta, ¿que puedo hacer yo por el mundo?.

-Eres una niña, cierto; pero sigues siendo la única que puedes salvar la Tierra.

La Mancha En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora