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Holaaaa, cuchurrumines. Al final del capítulo, les pido que me regalen un votito hermoso si les gustó y comenten acerca de que tal les pareció. Espero que lo amen tanto como yo, casi lloro les juro. Si les gusta lo que escribo tengo muchísimas historias llenas de locura en mi perfil, pásense y denme amor. Nos leemos luego, cuchurrumines.

PD: Entenderán el título al final del capítulo 7u7


Capítulo 11: ¿Mal día? Un chocolate con chispas, por favor.

Adam.

Decir que mi suerte es pésima, sería mentir. El karma me odia, me detesta, es como si hubiésemos sido amigos y de repente yo le hubiese robado a su pareja y como consecuencia de ello, le divierte hacerme la vida miserable e imposible. Supe que había jodido las cosas otra vez en el instante que salí del departamento de Vils aquella vez —luego de poner mis testículos a salvo—, la había cagado otra vez. ¿Cagado? No, no, no. Eso sería poca cosa, lo arruiné, lo hice pedazos y luego me los comí.

Así que las cosas están tensas por aquí. La llegada del muñeco barato de quinta —Peter O'Crowell— no ayuda para nada, al contrario, parece empeorar las cosas. Lo único bueno del asunto, es que Liam lo considera la amenaza número uno, posicionándome a mí en el segundo lugar. Estoy a salvo por ahora... bueno, espero estarlo.

Y es que las cosas han cambiado. Luego de... luego de fingir ser Liam y haber besado a Vils, no puedo verla de la misma manera. No digo que no me haya gustado, el problema fue que me gustó pero no me hizo nada. No reparó el daño en mí, no me sentí mejor. La culpa no desapareció, solo aumentó.

Admito que fui egoísta, pero solo soy humano y sentía envidia. Yo también quiero tener a alguien que no se vaya cuando las cosas se tornen violentas, que no huya, que permanezca, que me haga sentir importante y esencial, que me haga su primera opción. Quiero tener a alguien que luche por mí... y creo que por eso pensé que Vils me gustaba, porque ella luchó por Liam. Y tenía la boba idea de que si lograba que ella se fijara en mí, entonces tendría a alguien que luche por mí.

Suelto una risa amargada. —Me estoy ahogando en un vórtice de colapsos emocionales. —afirmo para mí mismo.

Me siento solo y no tengo a nadie a quien le importe de verdad o luche por mí... sé que no tengo a nadie. Todos me odian, tienen sus razones. Pero no pueden juzgarme, no cuando ellos también son humanos, no cuando ellos también cometen errores. Muerdo el interior de mi mejilla y respiro profundamente. Una punzada de dolor me aturde el pecho... y lo merezco. Merezco sentirme así, incluso peor, por todo lo que hice. Pero ellos deberían darme el voto de la duda, intentar perdonarme por completo, porque sé que aún no lo hacen del todo.

¿Entonces qué haces frente a su puerta? ¿Qué buscas aquí?

Sonrío. Creo que simplemente busco no estar tan solo.

—Vamos, Adam. Sonríe, tú puedes con esto. —me aliento a mí mismo.

Toco la puerta un par de veces. Un nudo asfixiante se posa en mi pecho y trago con fuerza para disiparlo. La puerta se abre y casi siento a mis testículos huir al ver la cara de pocos amigos de mi hermano. ¿En qué demonios estaba pensando? ¿Cómo se me ocurre buscar compañía en Violette?

—¿Qué demonios haces aquí? —pregunta Liam. Mira por encima de su hombro y cierra aún más la puerta.

—Eh... bueno, yo solo...

—Mira no me digas nada. Solo lárgate de aquí, sabes que no eres bienvenido. —gruñe por lo bajo.

Y vuelve ese maldito nudo a instalarse en mi garganta y pecho. Casi quiero soltar una carcajada amarga, ¿por qué me sigue afectando esto? Debería estar acostumbrado. Es solo el mismo Liam de siempre, el de antes que todo eso de la venganza se desatara.

MADNESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora