16

5.7K 443 58
                                    

Capítulo 16: Casi como en el ring.

Liam.

Me encuentro en un completo estado de shock, mi mente se niega a procesar lo que acabo de escuchar. ¿Qué demonios acaba de decir? Espero por todos los jodidos demonios del infierno que mis oídos me hayan engañado. Es que... ¿cuándo sucedió todo esto?

No, tus oídos no te engañaron. Tu hermano es bisexual  y quizás todo sucedió mientras jugaban a odiarse.

No. Es que no puede ser cierto, seguro fue una broma. O solo lo soltó de repente para que dejáramos de pelear. Seguro fue eso.

Mis ojos enfocan a Adam, luce nervioso y puedo jurar que está a punto de sufrir un ataque de pánico. El silencio nunca me le ha gustado, le resulta incómodo porque piensa que lo están juzgando. Ambos, Violette y él, se encuentran mirándome pendientes a mi reacción. Suelto una carcajada enorme y en seguida sus ceños se fruncen.

—Buena broma, idiota. Al parecer no eres tan inútil como pensaba, al menos dejamos de pelear. —exclamo, mientras sigo sonriendo forzadamente, tratando de hacerme creer que es una maldita broma.

—N-no... no es una broma. Liam, soy bisexual... me gustan los hombres pero también las mujeres. Y creo que me inclino más hacia... el género masculino. —aclara, vuelto un manojo de nervios y tartamudez.

Me mira fijamente, ansioso de ver mi reacción y yo me limito a borrar mi sonrisa para sustituirla por una línea recta.

—¿Qué?

Sí, claro. Vaya broma.

Carraspea. —Soy bisexual. —afirma esta vez, sin temblor en su voz.

—No.

—Yo creo que mejor los dejo hablar a solas. —susurra Violette tratando de escaparse de la situación.

—Tú no vas a ningún lado. —gruño.

—Violette, a pesar de todo, te considero mi amiga y fuiste la primera en saber sobre eso. Quiero que te quedes. —pide Adam.

¿Qué? ¿La primera en saber? ¿Ella lo sabía?

—¡¿Lo sabías?! —exploto dejándome llevar por la ira.

—Yo... él me dijo algo pero no pensé que fuese cierto.

¿Desde cuándo estos dos son los mejores amigos?

¡Maldición!

—¡Me están tocando los cojones! —pongo ambas manos en mi cabeza y tiro de mi pelo.

—¡Esa boca, Miller! —me señala Violette con su hermoso dedo.

No es momento para esto, imbécil.

—No es momento para que me corrijas.

—Tampoco debes hablarle mal. —se mete Adam.

—No te metas, es entre ella y yo. —gruño.

—Deja tus estúpidos celos, no es el momento. —sentencia ella usando la misma frase que usé. Chica lista, mi chica lista.

—¿Desde cuándo lo eres? —me giro bruscamente encarando a Adam.

—Desde el día de la fiesta.

—¿Qué? —pregunto confundido.

—Un chico me besó.

—¡Y tú muy gustoso te dejaste! ¡Eres gay, maldición!

—Sí, me gustó. Y ya te dije que soy bisexual. —gruñe enojado.

—¿Por qué demonios te molesta tanto? ¿Eres homofóbico acaso? —pregunta enojada.

—¡No es eso! ¡No entiendes! —miro a Adam con enojo.

—Entonces ¿qué es? —pregunta Adam.

—¿Eres idiota o te haces? Somos gemelos, Adam, gemelos idénticos. Maldigo la hora en la que tuviste que nacer. ¿Qué pasa si nos confunden? ¿Tú noviecito me besará? —suelto con furia.

—No, obviamente no nos va a confundir. Yo no soy un egocéntrico de mierda, con un carácter explosivo, un insensible, un idiota que no le importa nadie más que sí mismo. Así que no, hermanito, no nos van a confundir.

—¿Disculpa?

—No, no te disculpo. —responde.

No tardo más de cinco segundos en estampar mi puño contra su pómulo. Toma tu disculpa, maldito desgraciado. Y sucedió lo que no creía posible, Adam me devuelve el golpe y logra golpearme a tal punto de poder sentir el sabor metálico de la sangre dentro de mi boca. Ambos nos miramos y nuestra respiración se vuelve pesada, creo que él también se da cuenta de lo rara que es la situación. A excepción del día de la pelea cuando me dejo inconsciente, Adam nunca me había devuelto un golpe en una de nuestras tantas peleas.

Reacciono y le lanzo un golpe que da justamente en su nariz. Aprieta lo ojos con fuerza y parpadea un par de veces, de su nariz comienza a brotar sangre y de alguna desagradable manera me siento satisfecho por eso. Los gritos de Violette ordenando, rogando que nos detengamos y suplicando que no quisiera que sucediera otra vez.

No, ángel. Esta vez a él le toca quedarse en coma.

—Adam Miller, cagando todo desde su nacimiento. —le estampo otro golpe.

—Liam Miller, arruinando mi vida desde antes de nacer. —me lanza un golpe pero lo esquivo, solo que no vi venir otro golpe y me da en el ojo.

—¡Ya paren, no otra vez! —Violette suelta un grito desgarrador.

Adam y yo nos detenemos. La veo hecha una bolita en una esquina, recostada de la pared y con mi cabeza en medio de sus rodillas flexionadas. Doy largos pasos hacia ella y la abrazo, la levanto ella acurruca su cabeza en mi cuello. Adam mira un punto fijo del suelo y se limpia bruscamente la sangre que sale de su nariz y de su labio inferior.

Demonios, no soy buen hermano y eso lo sé. Nunca lo he sido, pero admito que últimamente me he pasado de la raya. Un buen hermano estaría apoyando a su hermano en cualquier situación, incluso esta. Debió ser muy difícil para el descubrir eso y no tener con quien hablarlo.

Lo miro y él voltea a verme. Intento sonreírle a pesar del dolor que siento en mi rostro.

—Tranquilo, estamos juntos en esto.

Mis ojos caen en Violette quien se encuentra dormida en mi pecho. ¿Cuándo se durmió? Sí que se duerme rápido. La miro unos segundos y me deslumbro con lo hermosa que es. Lo ordeno a él que acomode la cama para llevarla y obedece en silencio. La acuesto lentamente y beso su frente antes de salir de la habitación.

Volteo y veo a Adam dispuesto a marcharse del lugar. Una pregunta rápida cruza por mi mente y la parte curiosa dentro de mí la agarra y no pretende dejarla ir.

—Oye, Adam. ¿Con qué chico te besaste? —pregunto curioso.

—Uno ahí. —responde nervioso.

—¿Lo conoces? —pregunto.

—Sí.

—¿Lo conozco? Vamos, no hagas el de rogar y dime quien es.

Rasca su nuca nervioso, desvía la mirada y lo veo tragar con pesadez. —Travis.

Ay, carajo.


Les recomiendo mi nueva historia "Scar & Kei" 💛

MADNESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora