[Maratón 2/2]
Violette.
Y aquí estoy yo. Con el maquillaje corrido y vuelta un desastre en medio de la calle, viendo cómo el amor de mi vida se abandona... otra vez. Una carcajada ronca y amarga brota de mis labios. Sí claro, está sería una noche maravillosa, Jules.
Una brisa fría acaricia mi casi desnudez —por la escasa tela del disfraz—, mi lado racional me dice que es mejor entrar a aquel desorden que quedarme aquí y conseguir una violación. Pero es tentadora la idea de mi lado irracional, definitivamente correr y buscar a Liam en todas partes suena muchísimo mejor. Decido no tentar la suerte y aferrarme a la llama casi extinta de cordura que ilumina mi mente.
Quiero con todas mis malditas ganas largarme de este lugar. Personas empujándome, sus carcajadas, ver como todos la pasan de maravilla y yo estoy vuelta una mierda por dentro; llevándome el mismísimo diablo al infierno. Jules no se digna a entrar en mi campo de visión, comienzo a desesperarme y la idea de que podría estar imitando el acto de reproducción sexual de los conejos junto con Mike brilla en mi cabeza.
Supongo que debo hacerme a la idea de que ya no la tendré dentro de mi radar todo el tiempo, de que voy a vivir sola. De que estoy sola. Y afirmar esas palabras aunque sea para mí misma, se siente como un martillo rompiendo mis costillas y logrando perforarme un pulmón.
—Violette. —grita alguien por encima de la música.
Aprieto los ojos con fuerza, ni siquiera tengo que voltearme para reconocer al dueño de la voz. Así es, Adam "caga relaciones" Miller. Me volteo y me riego a mirarlo a los ojos. Una ola de vergüenza y coraje me inunda. Maldigo para mis adentros que sean gemelos idénticos.
—Ahora no. No estoy de humor para charlar ni nada que me relacione contigo. Solo quiero irme de aquí... y no encuentro a Jules en ningún lugar. —cruzo por su lado pero me detiene.
¡Maldición! Solo quiero largarme de aquí.
—Adam, solo déjame en paz. Quiero irme a casa.
—Por eso estoy aquí, Vils. Jules acaba de irse con Mike, supongo que hacer sus cosas... así que voy llevarte a casa.
—No necesito tu ayuda, ya mucho has ayudado. —me zafo de su agarre y me encamino a la salida con él pisándome los talones.
—Jules me dio las llaves del auto. —susurra lo bastante fuerte para que sus palabras retumben en mi cabeza.
—Dame las llaves, Adam. —gruño.
—No, debo llevarte a casa. Yo me ofrecí a hacerlo, soy el que menos ha tomado esta noche. Travis... está, por ahí. —bate las llaves frente a mis narices.
Maldito.
—Bien. —gruño.
—Oye, quiero pedirte perdón por ocasionarte problemas. No fue mi intención hacerlo. —se disculpa.
—Ese es el problema, vas por ahí haciéndole daño a las personas y nunca es tu maldita intención hacerlo.
—No quise hacerlo Violette. Estoy muy confundido y... no sé qué demonios hacer. —sus palabras captan mi atención.
—¿De qué hablas? —pregunto con la curiosidad al máximo.
—Había un chico gay en la fiesta... bueno, no sé si es gay. —informa, después de un largo silencio.
—¿Eres homofóbico? —la sorpresa en mis palabras me sorprende. ¿Cómo demonios le pregunto eso tan directamente?
—No. —susurra.
ESTÁS LEYENDO
MADNESS
Teen FictionSiempre habrá una razón por la que conoces a las personas. O cambiarán tu vida, o tu serás quien cambiará la de ellos. Liam Miller cambió mi vida, no solo él, sino todo lo que vino con él. Pensé que Liam Miller estaba loco, pero no había conocido a...