Realidad vs Ilusión

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Sarada tomó su mochila sin siquiera mirarla y bajó corriendo las escaleras. No soportaba el cinismo de sus padres al creer que discutiendo en su recámara, Sarada dejaría de escucharlos. Era la segunda vez que ella salía de casa sin avisar, despedirse o pedir permiso. Sabía que aún faltaban veinte minutos para su salida, pero prefería esperar a sus compañeros en la salida de Konoha antes de seguir oyendo los gritos de sus padres.

Sin embargo, para evitar que sus padres la persiguieran y le mintieran de nuevo, prometiéndole que las discusiones cesarían, cerró la puerta con cuidado y procuró no hacer mucho ruido. Únicamente dejó una nota sobre la mesa donde les decía que regresaría en unos cuantos días. Ellos adivinarían la razón por la que no había querido despedirse.

Corrió sin detenerse hasta llegar a la salida de Konoha. Miró su reloj y resopló: aún faltaban quince minutos para la cita. Sería mejor sentarse a esperarlos.

Intentó no recordar las palabras de sus padres, pero éstas golpearon su mente sin lástima. Sarada ya había percibido que a cada pelea, las frases que soltaban eran más lastimeras, más terribles. Su intención de dañar era cada vez más grande y Sarada recibía cada gesto como si se tratara de una bofetada a su corazón.

- ¡Y no creo que ése sea el tono adecuado! - había exclamado Sakura.

- ¿Y cómo quieres que te hable si no comprendes mi punto? ¡Jamás lo has entendido! Desde que tenías doce años creías que a un hombre se le conquistaba a base de patéticos coqueteos en lugar de entrenar, ¡y lo sabes!

- ¡Soy una sanin, Sasuke, ya no soy la niñita que miró sus espaldas y lo sabes! Además, si hablamos de errores a los doce años, creo que sería muy bueno mencionar que te fuiste con un pedófilo cuyo único deseo era poseer tu cuerpo en el sentido más literal de la palabra. ¡Vaya inteligencia!

- Y tú bien sabes por qué hice eso. - espetó Sasuke arrastrando las palabras con dolor. - Lo hice por venganza, no por un estúpido amor infantil.

- ¿"Estúpido amor infantil"? - repitió Sakura. - Discúlpame por enamorarme de un idiota narcisista. - replicó con ironía. - Sólo tenía doce años, no sabía lo que hacía. Pero, ¡adivina!, fue ese amor infantil el que te salvó de la soledad, de la oscuridad eterna, ¿o no dijiste eso en la noche de bodas?

- Eres la única mujer que habría soportado todo lo que te hice, por eso me casé contigo. - farfulló entre dientes. Ése había sido el momento en el que Sarada había decidido marcharse.

Irremediablemente, las lágrimas acudieron a sus ojos. Había escuchado las terribles historias que se contaban de sus padres en Konoha, había escuchado los terribles deseos y augurios hacia esa pareja; pero nunca había querido advertir que fueran tan reales, que estuvieran tan cercanos. Sarada no quería ver esa realidad, no estaba preparada para continuar escuchando tales palabras.

Antes, su madre le había enseñado una caja donde Sasuke y ella guardaban objetos que consideraban tesoros. Su padre había arrojado ahí una foto vieja de su familia, su primera cinta de Konoha y un cuadro de su boda, donde se asomaban cuatro individuos que Sarada no reconoció.

- Es Taka. - dijo Sakura después de soplar sobre el cuadro para eliminar la capa de polvo. - Suigetsu, Karin y Jūgo. - señaló con una ladeada sonrisa. - No me terminaron de agradar hasta ese día; Suigetsu es una persona muy graciosa y Karin no puede vivir cinco minutos sin discutir con él. Jūgo nos llevó una decena de gorriones que cantaron en la ceremonia, es muy agradable, pero algo callado. Ellos fueron el equipo de tu padre durante un par de años, me parece.

- No son de Konoha. - dijo Sarada advirtiendo que ninguno llevaba la banda de la aldea.

- No, ellos no pertenecen a ningún lado. Les gusta viajar, pero no hemos recibido carta suya desde hace varios años; supongo que se molestaron porque Sasuke sólo les contestaba con una postal de Konoha que no tenía escrito ni un: "Felices fiestas". - bromeó Sakura. - Aún así, Suigetsu le obsequió a Sasuke un artefacto para llamarlo en caso de necesitarlo. No era un celular, esas cosas no existían en ese momento y no creo que tengan cobertura en los lugares que frecuentan.

Los tres cuarzos (Longfic SasuSaku/Familia Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora