Los tres cuarzos (Longfic SasuSaku/Familia Uchiha)

Reconciliación

Sakura caminaba por las calles de la aldea de la Hoja a paso lento y con la mirada agachada. No había dejado de pensar en lo que había sucedido con Sasuke antes de que ella saliera en la misión. Detestaba discutir con él pues sabía que aunque se volvían a abrazar, estaban tensando bastante su relación. No dudaba de su amor, no creía que pudiera extinguirse: ya habían pasado por mil crisis en su adolescencia; sus problemas maritales no representaban una verdadera amenaza para su relación. O eso le gustaba pensar.

Colocó su mano derecha a modo de visera para cubrir su rostro del sol. Habría preferido regresar un poco más tarde, cuando la luna ya alumbrara las calles. Prefería tener el pretexto de la hora para evitar a Naruto, el hokage, y llegar directamente a su casa para ver a su familia. La ponía nerviosa el no ver a Sasuke y a Sarada.

Inconscientemente, llevó las manos al cuello para sentir la cadena que sostenía el cuarzo rosado donde contenía la sangre del clan Uchiha. Sólo esa piedra podía mantenerla tranquila tan siquiera por un momento.

- ¡Sakura! - gritó Ino a sus espaldas. La aludida se detuvo para girar el rostro y mirar a su mejor amiga. - ¿Cuándo llegaste?

- Hace una hora. Vengo de la torre del hokage. - contestó Sakura señalando con una cabezada al edificio más alto de Konoha.

De inmediato, se vio aprisionada por los brazos de Ino. Sakura sonrió antes de responderle el gesto. No importaba cuántos años pasaran y cuántos problemas hayan tenido, siempre sería su mejor amiga.

- Te extrañé, boba. - le dijo Ino después de soltarla.

-Y yo a ti, Ino.

- ¿Sabías que hace poco abrieron una sex-shop en Konoha? - preguntó Ino pasándole un brazo por los hombros, desconcertando a Sakura. - Temari ya fue y me dijo que es lo mejor que puede existir en el mundo.

Sakura la miró asombrada. No le parecía extraño que Ino hablara tan abiertamente de sexo; después de todo, se había casado con Sai y él tampoco podía entender bajo qué contexto debía hablar en voz alta sobre sexo. Sin embargo, lo que le asombraba era que en un lugar en el cual los niños se metían a cualquier puerta abierta, hubieran permitido un negocio como lo es una tienda sexual. No entendía qué mujer sería capaz de hacerlo.

- ¡Tsunade-sama, por supuesto! - exclamó Ino al escuchar la pregunta de Sakura. - Sólo a ella se le podría haber ocurrido.

- ¡¿Qué dices?! ¡Pero eso es una locura! - respondió Sakura. - ¿Quién...? ¿Cómo pudo ella...?

- ¡Vamos, frente de marquesina, no te hagas la inocente! Todas las mujeres en Konoha - y nuestros maridos - necesitábamos con urgencia una tienda donde encontráramos lo más adecuado para nuestros actos sexuales. ¿Sasuke-kun nunca te lo ha dicho?

- No. - respondió tajantemente.

- Pues te ha mentido; incluso los hombres piensan en eso. - espetó Ino. - Anda, ustedes los Uchiha son tan estirados que seguramente ya olvidaron lo que es la diversión. Acompáñame, seguramente te gustará lo que verás. - le dijo jalándola del brazo.

Sakura quiso alegar que su familia la esperaba, pero Ino de inmediato empezó a parlotear acerca de las maravillas que había encontrado en ese lugar. Sakura hubiera preferido no conocer los detalles, mas con una amiga como Ino, era imposible. Sai le agradaba, era uno de sus mejores amigos, pero no estaba interesada en las expresiones que soltaba cada vez que Ino se compraba un disfraz diferente.

- En Suna también hay una, pero Gaara no lo sabe, así que no le digas. - continuó Ino. - Sin embargo, creo que la de Konoha está más surtida. Dime, Sakura, ¿qué gustos tiene Sasuke-kun?