CLANDESTINE | BINSAN

XVII.Jagiya?¿

Nunca me has dicho hyung. –Soltó sin pensarlo, y es que si se sentía un poco celoso ya que Sanha nunca lo ha llamado hyung.

¿Celoso? –Preguntó divertido.

Ni de broma. –Respondió mientras hacía un camino de besos hasta el cuello de Sanha.

¿Estás celoso jagiya? –Volvió a preguntar con un mote cariñoso, si realmente tendría algo con Bin de manera clandestina, lo que dure lo disfrutaría al máximo aunque aun siente culpa, ya que sabe que no es correcto.

¿Ja... jagiya? –Se detuvo y miró fijamente a Sanha.

¿Te molesta? ¿Bin? –Sanha bromeó para tratar de no sonar como si estuviera enamorado. ¿La gatita te comió la leng... -No pudo terminar la frase ya que Bin lo estaba devorando, siendo más consciente le regresó el beso con la misma intensidad. ¿Te gusta que te llame así? –Preguntó entre besos

¿Podemos discutirlo en tu habitación? –Preguntó subiendo a Sanha en su regazo listo para levantarlo y llevarlo a la habitación.

No, no, no, estoy cansado. –Le dio un pequeño beso en los labios. Me sorprende la resistencia que tienes. –Se recostó a su lado en el sofá mientras pedía unas pizzas, no deseaba cocinar después de semejante ejercicio, la vanidosa sonrisa apareció esa que tanto el más joven odia, aunque en esta ocasión le pedía a gritos que la besara.

Después del almuerzo con nuestros padres, ¿me acompañas a entrenar? –Bin se le quedó mirando, esperando un respuesta o al menos que no hiciera una mueca de desagrado. Haré una rutina para que puedas seguir mi ritmo. –Soltó burlonamente tratando de provocar la ira del menor.

¿Es una cita? –Contestó con otra pregunta algo que no suele hacer, pero tampoco quería hacerse ilusiones.

Tómalo como quieras... -El mayor se volvió a recostar y suspiró pesadamente, Bin no podía jugársela para que después Sanha quiera huir cuando se de cuenta que tiene sentimientos verdaderos por él.

Bien, yo manejo. –Se rindió solo con ver la cara derrotada de Bin, últimamente se está haciendo débil ante la mirada de cachorro o las expectativas que el mayor pone en él, pero tampoco podía bajar la guardia, no podía darse el lujo de exponer sus sentimientos por Bin.

Perfecto. –El menor no tenía la menor idea de cómo Bin ya estaba encima de él. ¿Te parece si estrenamos el sofá? –Preguntó comenzando a besar el cuello del contrario.

Bin... no tenemos mucho de hacerlo. –Lo empujó un poco para liberarse, sus caderas no se lo perdonarían después.

¿Eso es un problema? –Preguntó dejando besos en el cuello.

Estoy cansado. –Soltó un jadeo.

¿Mi gatita no puede seguirme el ritmo? –Sonrió en la piel de Sanha.

No caeré con tus provocaciones. –Podía decirlo pero no hacerlo era diferente ya que Sanha tenía enredada sus manos en el cabello de Bin, dándole una invitación.

¿No? –Bin metió debajo de la camisa de Sanha su mano, traviesamente pellizcó ligeramente un pezón.

No... -Gimió, separándose ya que el timbre sonó. ¡La pizza! –Se levanto para ir a recoger el pedido.

Sanha regresó con dos cajas, para dejarlas en la mesa de la sala, fue por refresco para Bin y una cerveza para él.

Espero que no te moleste, encargué pizza ya que me dejaste agotado y no pienso cocinar. –Se sentó en el piso al lado de Bin. Una de anchoas y otra de tres carnes, sé que odias las anchoas.

Gracias. –Bin sonrió ligeramente ya que Sanha fue considerado con él y recordó algo que no le gusta y pidió su favorita, era tonto pero por dentro se sentía emocionado.

Quita esa estúpida sonrisa, tenemos un trato y debo alimentarte porque eres mi amante. –Le dio un trago a su cerveza.

Que lindo... -Dijo para tomar un trozo de pizza.

Que molesto. –Rodó los ojos aunque sentía ardor en su mejillas, para distraerse tomó el control del televisor. ¿Algún género que te guste? –Preguntó para ir checando que película verían.

Comedias románticas. –Dijo mientras se servía su refresco.

Pésimo gusto. –Su corazón comenzó a acelerarse, no sabía este dato del mayor, definitivamente Bin es más romántico que él.

¿Pasa algo gatita? –Podía sentir la mirada intensa de Bin.

Come que la pizza se enfría. –Gruñó.

La película era buena, pero había demasiado drama entre los protagonistas que curiosamente eran hermanastros con un romance intenso pero imposible por todos los obstáculos que atraviesan.

No entiendo, ¿por qué si se aman tanto la chica lo deja? –Preguntó frunciendo el ceño por que no estaba entendiendo nada, si él fuera la chica y su amor fuera correspondido por Bin jamás dejaría ir a Bin, preferiría enfrentar todos los obstáculos al lado de él a que tener una vida sin él, pero no sabía si era correspondido y no era un simple acostón, además no se trata de él sino de la película.

Se va por que lo ama lo suficiente para que cumpla sus sueños. –Sanha negó.

Si realmente lo quisiera jamás se iría. –Bin se le quedó mirando por la seguridad en la que dijo esa frase, con tanta seguridad que por un instante pensó que Sanha es el tipo de chico que lucharía por el amor de su vida.

¿Qué? –Le miró frunciendo el ceño.

Tienes salsa. –Antes de que Sanha pudiera decir algo Bin se había inclinado lo suficiente lamer la comisura de sus labios.

¡Bin! –Chilló mientras sentía que sus mejilla ardían.

Definitivamente odio las anchoas. –Arrugó la nariz para apresurarse a tomar un trago de refresco.