El silencio reinó por un momento. Bin a pesar de tener una apariencia imponente esta preocupado de saber cual sería la respuesta del menor, ya que no soportaría más rechazo.
No lo hago. –Respondió con su habitual tono neutro, haciendo una leve pausa. Estoy intentando ser buen anfitrión contigo, no soy tan malo. –Sanha tragó saliva con dificultad al decir esas palabras, sabía que mostrarse más abierto no era algo que se le diera bien, pero sabía que Bin siempre se esforzaba para hacer bien su papel de hermano mayor, no es como si el lo fuera a intentar por Bin, pero tampoco era mala persona para no saber ser agradecido cuando alguien se preocupa por él, sobre todo cuando está consciente de que sus padres estarán encima de él.
¿Entonces por que te incomodas cada vez que estoy cerca? Puedo notarlo por como me miras. –Sanha llevó una de sus manos inconscientemente a su nuca, masajeando con suavidad mientras desviaba la mirada, sus labios se entreabrieron levemente, como si quisiera decir algo más pero las palabras no terminaran de salir. El corredor ejercía un enorme autocontrol para mantenerse sereno ante la cercanía de su hermano, sin embargo, su timidez innata y sus nulos hábitos sociales no ayudaban a que la situación resultara más natural y cómoda para él. Es adorable que aun te pongas tímido conmigo, pero ya no somos unos niños. –Bin se atrevió a bromear, al ver la reacción del menor, sonrió ligeramente sin quitar esa esencia fría que suele llevar siempre en su rostro. ¿Aun te doy desconfianza porque no somos hermanos de sangre? –Le preguntó con una mirada insistente para que respondiera.
¿Tímido? No uses esa palabra conmigo. –Masculló Sanha con el ceño ligeramente fruncido mientras una expresión de incomodidad cruzaba fugazmente por su rostro, se removió en su sitio, le molesta la cercanía y la sonrisa ladina de Bin. Prefiero mantener mi espacio personal —Aclaró, alzando levemente la barbilla en un gesto desafiante, como siempre, respondía a todo con ese tono seco tan característico de su personalidad.
Tras esas palabras, el corredor hizo otra larga pausa, quedándose casi en completo silencio. Bebió un sorbo de su vaso mientras parecía meditar algo más qué decir.
¿Por qué volviste después de tanto tiempo Bin? –Soltó de repente con un tono ligeramente más suave, casi cauteloso, su mirada miel clavándose fijamente en la mirada esmeralda de su hermano mayor como si intentara leer algo en ellos.
Yo también estaba preocupado. –Atinó a decir. Es que también tu condición me preocupa que... –Bin solo sabía de su condición de que en ciertas temporadas Sanha no produce la suficiente sangre, su anemia a veces lo hacía marearse o ver borroso.
¡Basta! ¿cuándo entenderán los tres que ya soy adulto? –Se levantó bruscamente de su asiento para irse a su habitación, si Bin se iba en ese momento para él estaba bien.
Bin se levantó molesto para seguirlo por el pasillo, estaba molesto ya que nada de lo que hiciera podría conectar con su hermano, sabía que no eran de sangre pero aun así desea ser cercano a Sanha. Sin perder tiempo, Bin lo tomó del brazo y de un movimiento lo acorraló en la pared.
Siempre te he dado tu espacio, pero eso no es suficiente, ¿que es lo que realmente quieres de mi? –Le miró con cierta frustración, un jadeo ahogado escapó de sus labios al sentir como su espalda chocaba contra la fría pared del pasillo, el cuerpo de Sanha se tensó por completo al verse acorralado de esa manera tan repentina por el mayor.
¿P-Pero qué demonios? –Jadeó Sanha en un susurro apenas audible al sentir la presión en sus muñecas, con los ojos muy abiertos debido a la imprevista acción del mayor. Bi-in..., ¿qué estás haciendo? —Balbuceó con voz temblorosa, sintiendo como el calor se agolpaba furiosamente en sus mejillas, sus pupilas se dilataron levemente al tener el rostro de Bin tan cerca del suyo, una mezcla de emociones contradictorias lo invadía por dentro, desde el miedo a ser descubierto a esas sensaciones burbujeantes que deseaba ignorar a todo costa.
Me estoy cansando de tu rechazo hermano. –Le miró de una manera afilada.
Yo... Y-Yo no... —Intentó articular alguna frase coherente, pero las palabras simplemente se negaban a salir de su boca, Sanha nunca antes había experimentado una situación similar ni había sentido tales cosas. N-No hagas... esto... –Al ver que Bin no cedía inconscientemente sus manos se movieron hasta posarse sobre el pecho de su hermano mayor, ejerciendo una leve presión contra él como si quisiera crear algo de distancia, sin embargo, no aplicaba demasiada fuerza, casi como si en el fondo no quisiera realmente alejarlo.
¿Que se supone que es lo que voy a hacer? –Detuvo su suave forcejeo contra Bin al escuchar su pregunta, quedándose inmóvil, la cercanía era tan sofocante que casi lograba marear al corredor.
No lo sé, es lo que tú me estás obligando a pensar con estas... acciones –Murmuró Sanha con un ligero temblor en su voz. ¿Q-Qué es lo que quieres de mí, Bin? –Cuestionó casi en un susurro, con la voz impregnada de un matiz de inquietud nada habitual en él.
Eso debería preguntar yo, Sanha. –Sanha sentía que su autocontrol se estaba desmoronando a medida que la situación avanzaba.
Sanha no soportaba estar con Bin cerca ya que odiaba sentirse tan indefenso y confundido, pero su cuerpo no le respondía como deseaba, sus músculos estaban tensos como rocas, incapaces de reaccionar con normalidad.
Creo que algunas cosas no van a cambiar. –Había algo de decepción en su mirada, cosa que inquietó a Sanha, ¿por qué? el menor lo único que era que siempre que Bin estaba a su lado todo se descontrola para él. Me voy, si quieres verme pediré que envíen una camioneta por ti, me gustaría que fueras a mi pelea. –El mayor soltó su agarre para salir del departamento.
Cuando Sanha escuchó las palabras de Bin y sintió que finalmente se alejaba de él, su cuerpo pareció relajarse un poco, aunque aún se mantenía tenso. Sus ojos siguieron fijos en la puerta cerrada durante unos segundos, mientras intentaba regular su agitada respiración.
¿Pero qué demonios acaba de pasar? –Se preguntó en voz baja con un hilo de voz, llevándose una mano temblorosa a cubrir su rostro.
Un profundo sonrojo cubría sus pálidas mejillas y su frente estaba perlada por algunas gotas de sudor frío. Sanha se sentía sumamente desconcertado, con pasos vacilantes se alejó de la pared contra la que había sido acorralado, sus piernas flaquearon levemente al caminar, todo su cuerpo todavía vibraba por la opresiva cercanía de Bin, por aquella mirada intimidante que lo había hecho sentir tan vulnerable.
Mierda... –Maldijo por lo bajo una vez que llegó a su habitación, cerrando la puerta tras de sí.
Sanha se recargó contra la superficie de madera, respirando agitadamente, su corazón latía desbocado dentro de su pecho y una leve capa de sudor cubría parte de su frente, lo que acababa de ocurrir lo había alterado mucho más de lo que estaba dispuesto a admitir, una idea pasó por su mente al reproducir en su mente lo que acababa de pasar, pero tan pronto como llegó la descartó, la idea era tan repugnante como atractiva en lo más profundo de su psique. Sanha negó con la cabeza para alejar aquellos pensamientos, necesitaba darse una ducha fría con urgencia para despejar su mente atormentada.
No puedo estar pensando en... en algo así... eso había quedado en el pasado. –Se reprochó apretando los puños con fuerza, pero por más que lo intentara, una parte de su ser parecía estar fascinado con la peligrosa situación que acababa de vivir.
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CLANDESTINE | BINSAN
FanfictionNo dejes de amarme. Mi amor por las carreras, no se compara al que siento por ti. ____________________________________________ Prohibido la copia o adaptación de la historia. Esta historia tiene contenido explícito no apto para menores. Dark Romance...
