CAPÍTULO 4: LA SEÑÓRA Y LA SEÑORITA SWAN CON LA MECEDORA Y...

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Capitulo 4: La señora y la señorita Swan con la mecedora y la lámpara en el pasillo

Pov Bella

—No quiero que esto termine cuando tenga que marcharme –me dijo minutos después de haber recuperado nuestra respiración tras una nueva sesión de maravilloso y explosivo sexo—. No quiero separarme de ti Bella Swan... no puedo, es superior a mí.

—Yo tampoco quiero hacerlo...—le contesté ilusionada porque quisiera continuar con esta...llamémosle de momento amistad con derecho a roce, y menudo roce, sí señor. No es que yo haya tenido muchos novios ni soy mujer a la que le guste el aquí te pillo aquí te mato, pero es que este hombre....

—Bella, ante todo quiero que sepas que no soy un hombre acostumbrado a conocer a una mujer y llevarla directamente a la cama –vaya ahora es como ese vampiro del libro y lee la mente. Bella por si las moscas ándate con cuidado con lo que piensas, se acabo la libertad de expresión mental –ya te he explicado los motivos y razones que me trajeron hasta aquí —seguí escuchando que me decía sacándome de mis pensamientos —puede que pienses que esto ha ido demasiado deprisa y quizás tengas razón, pero no en mi caso, porque yo tengo la impresión de que te conozco desde hace tanto tiempo que siento que esto es lo correcto, que este es mi lugar, que tú y yo teníamos que terminar así.

—Yo también siento lo mismo Edward, Alice siempre me habló de tu familia, de tu tía, tus primas, de tus padres, de Tanya...de...ti. He de reconocer que siempre ponía especial atención cuando me hablaba de ti, aunque yo no tuve tanta suerte de que ese volcán huracanado que tienes por hermana "perdiera" sin querer una foto tuya.

—No he tenido demasiadas relaciones en mi vida—, seguí explicándole— la última fue hace cuatro años. No quiere decirse que no haya salido por ahí que lo he hecho, pero se han quedado en una serie de citas esporádicas, concertadas por tu hermana o mi cuñada en su mayoría, que se ha quedado en una simple cena porque la cita en cuestión no me llamaba. Lo que quiero decir es que soy una chica normal, con una vida bastante tranquila, que no acostumbra a salir demasiado y a la que no se le conocen casi ningún novio aunque no creas, tengo mi propio acosador personal.

—Pero mi problema es que sí creo que las cosas entre nosotros se han dado un poco rápido y tengo una variedad de sentimientos encontrados, me siento confundida. Por un lado no se qué pensar de esto –dije señalándonos a los dos con la mano —pues es la primera vez que hago una cosa así; por otro lado, siento, al igual que tu, que estoy en el sitio correcto, pero a la vez creo que en cierto modo y para lo que yo estoy acostumbrada, hemos ido muy deprisa. Sin embargo no quiero que pare, quiero seguir... no sé si podrás entenderme porque ni yo misma puedo...

—Por supuesto que te entiendo. Como ya te he dicho, yo tampoco acostumbro a conocer a una chica y a los diez minutos estar con ella en la cama, de hecho también es la primera vez que hago esto pero la verdad es que no me arrepiento. Me quiero quedar aquí Bella Swan, quiero explorar esto que ha nacido, ponerle un nombre, ir poco a poco, sin prisas, ver hasta dónde podemos llegar, conocernos, hablar de nuestros gustos, aficiones, costumbres, descubrirnos poco a poco el uno al otro...pero tampoco quiero que dejemos de tener estas sesiones de sexo, o mejor yo prefiero llamarlo amor, son adictivas Bella Swan, siento que ya nunca podre estar sin ellas. Quiero que esto fructifique, llegar a algo contigo y para eso he decidido quedarme en Madrid una temporada que podría llegar a convertirse en permanente si nuestra relación funciona. De momento tengo el reportaje, que un diablo que tengo por tía me ha inventado y que ya ha metido en el apartado de proyectos por entregar, y después...bueno tengo varias ideas. Así que, dime ¿quieres que lo intentemos?, ¿quieres que pongamos nombre a esto?, sinceramente la palabra amigo se queda corta para describir lo que en estos momentos siento y lo que quiero ser para ti, pero tú tienes la última palabra.

UNA CITA CASI A CIEGASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora