Capítulo 15: El enorme bolso de Renée Swan.
Edward Pov.
—Y ahora señora Cullen—¡Dios! me encantaba como sonaba mi nombre refiriéndome a ella, se me iban a hacer muy largos estos meses que quedaban hasta nuestra boda para que eso se hiciera realidad —, antes de proseguir con esta placentera y maravillosa actividad, me vas a decir que ha pasado en el cuarto de baño –le pregunté ansioso por saberlo ya que había visto a las dos hermanastras y a la bruja dirigirse a los mismos baños que ellas y mira que era casualidad ya que esos servicios solo los usaba la servidumbre.
Tumbados en la cama uno en brazos del otro con nuestras piernas enredadas entre sí, Bella me fue contando con todo lujo de detalles la conversación que habían escuchado mientras estaban en el servicio. No me lo podía creer, sencillamente no me lo podía creer, pero por lo visto teníamos un nuevo frente abierto que nada tenía que ver con Cruella y la Madrastra. ¿Todo esto era para conseguirme a mí?, ahora entendía su actitud, siempre detrás , siempre poniéndome en evidencia sin importar donde estuvieran y con quien, como ayer en la fiesta, que delante de Bella Heidi intentaba ponerme caliente por debajo de la mesa ¿caliente ella?, esa zorra no sería capaz de calentar ni el aire del mismísimo desierto.
Y ahora estábamos todos reunidos en el despacho que mi abuelo Marco tenía en la gran Mansión Vulturi. Cayo se puso de todos los colores al oír las noticias y resolvió inmediatamente llamar a su mujer e hijas para confrontarlas. Cuando las dos hermanastras y la bruja entraron por la puerta Esme y Alice se lanzaron hacia ellas furiosas porque sus pretensiones fueran cazarme a mí como si fuera un trofeo. Jasper y Carlisle se encargaron de cogerlas en volandas y llevarlas a su sitio no sin antes recibir diversas patadas en sus partes nobles y no tan nobles pues no se sabían que armas eran más contundentes si sus puños que agitaban en el aire en perfecta sincronización, sus piernas que movían arriba y abajo aterrizando en dicho sea el sitio, o su desatada lengua dirigida contra las tres arpías que se mostraban desafiantes. Pero lo que más me aterrorizó fueron las miradas iracundas que las tres zorras dirigieron a Bella, miradas que helaban la sangre. Pero Bella no se amedrentó se las sostuvo impasible, sin mover apenas una ceja ni hacer el más minino gesto y eso causó un enorme bulto en mi entrepierna al tiempo que un inmenso orgullo se apoderaba de mi corazón. ¡Dios como amaba a esta mujer!, a ver Cullen hijo céntrate que ya sabemos cuánto la amas pero ahora se trata de pillar a unas zorras.
—Athenodora, hijas –empezó Cayo con una voz tan sepulcral que congelaba el mismo hielo –mis sobrinas y Bella me cuentan que...
—¿Y qué diablos pinta esta zorra, sus padres y sus hermanos en una reunión familiar? –increpó Heidi, yo no pude mas y esta vez fue a mí a quien tuvieron que sostener para evitar que, olvidando que soy un caballero, le saltara todos los dientes de su estúpida cara al putón verbenero de mi prima. Mi abuelo Edward salvó la situación.
—Heidi, Bella es la prometida de tu primo y oficialmente de la familia así que tiene tanto derecho como tú a asistir a una de nuestras reuniones al igual que sus padres y hermanos que también son considerados desde ahora como de los nuestros. Además, el tema les afecta directamente ya que parece ser que tenéis un complot contra mi nueva NIETA –añadió recalcando el nieta—. Como os ha intentando decir vuestro padre, ayer las aquí presentes –dijo señalando a las chicas y a Renée – escucharon una conversación entre vosotras que nos ha causado un gran desosiego, enfado, decepción y furia sobre todo mucha furia.
—¿Y vais a creer lo que dicen éstas? –contestó una Athenodora con bastante altivez.
—Éstas, mi querida nuera, son tu cuñada y tus sobrinas –dijo Marco con una expresión que no dejaba lugar a dudas –además de la madre y hermana de Bella, y ahora si sois tan amables de explicaros.
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UNA CITA CASI A CIEGAS
FanfictieBella Swan nunca pensó que por acceder a regañadientes a los ruegos de su amiga, pasaría un día tan maravillosamente increíble junto a un hombre insaciable. DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me pertenecen, son propi...