Capítulo 10: Comparaciones y secuestro exprés.
Pov Bella
—Vale, vale, entra dentro de las cosas que no debo saber o que le tengo que preguntar a mis padres –dijo dándome un beso en la mejilla –toma dale otro a Kate aunque no entiendo porque le hace tanta gracia lo que he preguntado, es normal que quiera saber ¿no?, al menos eso dice mi padre. Y dicho esto se fue. Le dio la mano a la profesora y entró al colegio totalmente enrollada con ella pues esta niña era de las que no se callaban ni debajo del agua.
Yo fui a buscar a Kate al banco donde se había sentado. Pero unos fuertes brazos me interceptaron por el camino, una mano sujetó mi boca para que no pudiera gritar mientras un frio aliento se posaba en mi oído ordenándome obedecer...
—Te dije que esto no iba a terminar así, o eres mía o no eres de nadie y menos de ese patán de Cullen. Así que tú te vienes ahora mismo conmigo y sin rechistar –me dijo arrastrándome calle abajo fuera de la vista de Kate. Argggg maldito Jacob Black, en qué idioma tendré que hablar a este idiota. Pero no, el no sabía con quien se estaba metiendo, Bella Swan, era mucha Bella Swan para él y tenía sus recursos. Uno de ellos iba a ponerlo en práctica inmediatamente. El recurso en cuestión es ese mismo que utilizas cuando tu experiencia en lucha libre es nula o tu contrincante demasiado fuerte para ti, es decir patadita en salva sea el sitio y a salir zumbando. La patada se la di, vamos si se la di, pero o yo no tenía ninguna fuerza a pesar de que me había empleado a fondo en ello, o el tenia esa zona de mármol puro porque el muy idiota ni siquiera se inmutó, al revés apretó aun más su agarre.
—¿Tiene algún problema señorita? –preguntó de pronto un pedazo de hombre tipo armario de tres puertas que apareció de repente y que nada tenía que envidiar a mi pedazo de hombre. Aunque mi pedazo de hombre, era mi pedazo de hombre y le ganaba por goleada.
—¿Señorita?... –volvió a preguntarme pedazo de hombre salvador, mientras Scooby y yo parecíamos que nos habíamos congelado en el tiempo, los dos mirándole como dos idiotas aunque por motivos bien distintos, el agarre de Jacob no cesaba.
— ¿Está usted bien? –me volvió a preguntar, intentando inútilmente que Jacob me soltara, yo seguía paralizada mirando sus brazos musculosos y comparándolo con los músculos del brazo de mi Edward sin poder evitarlo... vamos a ver Bella hija céntrate que comparar a este pedazo de hombre con tu pedazo de hombre es bastante injusto para él. No olvides que el pobre te ha ofrecido su ayuda desinteresada para deshacerte de aquí el capitán América, el cual por el momento debe ser tu única preocupación. Además ¿qué culpa tiene él de no llegar a tu pedazo de hombre a la suela de los zapatos?, encima de que te ofrece su ayuda. Seguro que este pedazo de hombre, que no dudes que lo es, no tanto como el tuyo, pero lo es, tendrá su propio club de fans y de momento es lo único que tienes a mano para deshacerte cuando antes de Scooby doo ya que el asunto de la patada no funcionó. Así que céntrate Bella, céntrate hija por Dios, céntrate...
—Pues ahora que lo pregunta sí, sí que lo tengo –dije soltándome del agarre del pulgoso gracias al espécimen sin calificar que había colaborado en ello y dándole sin queriendo un puñetazo en esas narizotas de depredador venido a menos—, aquí este proyecto de perro sarnoso con aspiraciones de capitán América me está molestando, si fuera usted tan amable de echarme una mano.
—Bella ¿sucede algo? –preguntó Kate que venía corriendo hacia mi asustada.
—Scooby doo, aquí Kate, prima de Edward ¡TU JEFE! Kate aquí Scooby doo, mi martirio personal –Kate enseguida supo a quien me refería ya que Edward y yo le habíamos hablado de él y entre ellas le conocían como el "insigne escritor" ya que traía a Esme y a Edward por la calle de la amargura con sus maravillosos reportajes —y aquí este buen peda...digo...buen señor que me está ayudando a deshacerme de él –Jacob seguía paralizado y perplejo pasando la mirada de uno a otro y con la boca tan abierta que parecía un buzón de correos . Kate al ver que el pedazo de hombre salvador que nada tenía que envidiar a mi Edward eso que quede claro, estaba para ayudarme, se olvidó de mi y su boca se le desencajó. A ver hija por Dios que también tienes a otro pedazo de hombre por novio no tan pedazo de hombre como el mío pero pedazo de hombre al fin y al cabo, céntrate tú también. Vaya dos pares de patas para un banco hemos ido a juntarnos.
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UNA CITA CASI A CIEGAS
FanficBella Swan nunca pensó que por acceder a regañadientes a los ruegos de su amiga, pasaría un día tan maravillosamente increíble junto a un hombre insaciable. DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en esta historia me pertenecen, son propi...