Capítulo 40

3.4K 252 67
                                    

You got me sippin' on something
I can't compare to nothing
I've ever known, I'm hoping
That after this fever I'll survive
I know I'm acting a bit crazy
Strung out, a little bit hazy
Hand over heart, I'm praying
That I'm gonna make it out alive

The bed's getting cold and you're not here
The future that we hold is so unclear
But I'm not alive until you call
And I'll bet the odds against it all
Save your advice 'cause I won't hear
You might be right but I don't care
There's a million reasons why I should give you up
But the heart wants what it wants
The heart wants what it wants

You got me scattered in pieces
Shining like stars and screaming
Lighting me up like Venus
But then you disappear and make me wait
And every second's like torture
Hell over trip, no more so
Finding a way to let go
Baby, baby, no I can't escape

[ The heart wants what it wants – Selena Gomez ]


Julia.

-Jules, tenemos que hablar.

Luke me hace parar en medio de la calle, tirando de mi mano para detenerme. Cuando me giro, frunzo el ceño al comprobar que apenas estamos a 100 metros de la boca de metro y que, a pesar de no encontrarnos en una calle muy transitada, no me parece el lugar más idóneo para mantener una conversación.

-¿Aquí en medio? – Pregunto, girando levemente la cabeza para abarcar toda la calle con mi mirada.

Con un chasquido de la lengua, Luke me aparta de la calle y me arrastra hasta el comienzo de una calle secundaria entre dos edificios tan altos que casi consiguen ocultar el sol de mediodía entre sus gruesos muros de hormigón.

-Pero... vamos a llegar tarde a por las notas. – Añado, mordiéndome el labio inferior con cierto nerviosismo.

Después de una tediosa espera, ha llegado el día que la mayoría de estudiantes de último curso tememos como si se avecinase una horrible y devastadora tormenta: El día de entrega de notas.

Después de todos los esfuerzos volcados durante el curso, largas noches sin dormir y sobreviviendo a base de café instantáneo, derrumbes antes de un examen y una presión puesta sobre ti mismo que amenaza con acabar con todas tus reservas de fuerzas, después de todo el sufrimiento del último curso, todo se resume en una serie de números en una cuartilla que marcarán tu futuro.

Tal y como digo Julio César al cruzar con su ejército el río Rubicón: Alea iacta est.

La suerte está echada.

Ya no hay más que pueda hacer: Lo único que me queda es deshacerme en nervios mientras me entregan el sobre con mis calificaciones y rogar porque todos mis esfuerzos hayan dado resultado.

Y, claro está, el hecho de que Luke esté retrasando ese momento no hace más que ponerme incluso más nerviosa de lo que ya, de por sí, llevo todo el día.

-Llegaremos con tiempo de sobra, tranquila. – Me asegura Luke.

Conozco lo suficiente a Luke como para saber que, si quiere algo, de una forma u otra conseguirá salirse con la suya, así que es un completo sinsentido continuar quejándome de que vamos a llegar tarde o de que esta conversación puede esperar.

-De acuerdo... - Accedo, observándole con una cierta suspicacia. - ¿De qué quieres hablar?

Luke se toma su tiempo para responder, mientras veo cómo una tormenta de sentimientos se desata tras sus cálidos ojos castaños. Es fácil ver a la indecisión batallando contra el deseo de ser completamente franco, o cómo una cierta preocupación lucha por sobresalir sobre el resto de emociones.

Faithfully [actbh #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora