Capítulo 2

6.4K 369 85
                                    

I wish you would come back,

Wish I'd never hung up the phone like I did.

I wish you knew that

I'll never forget you as long as I live.

 

And I wish you were right here, right now

It's all good.

I wish you would.

 

[ I wish you would - Taylor Swift ]

 

Julia.

 

-Hoy te toca cerrar a ti, ¿no? — Me pregunta Brittany, mientras se sube la cremallera de la chaqueta.

Termino de limpiar la mesa y suelto un resoplido exhausto.

-Sí, el primer viernes de cada mes cierro yo. — Respondo, poniendo una mueca de disgusto.

Brittany esboza una tierna sonrisa y me pellizca la mejilla; al ser la camarera más pequeña, Brittany me trata con una dulzura y una ternura infinitas. Es muy agradable trabajar con ella.

-Nos vemos mañana, ¿no? — Inquiere, mientras toma las llaves de su coche. Cada viernes de cada semana me hace la misma pregunta; se ha convertido en algo rutinario.

Asiento y me coloco un mechón de pelo tras la oreja. Tras tantas horas de trabajo, la coleta en la que me había recogido el cabello está completamente deshecha.

-Hasta mañana, cielo. — Dice Brittany, despidiéndose.

Cuando me quedo sola, rodeada de mesas vacías y sillas vueltas del revés, me permito tirarme con un suspiro en uno de los sillones mullidos que rodean una de muchas mesas del restaurante. Echo la cabeza hacia atrás y me masajeo el cuello. Estoy reventada. Los viernes, sin duda, son el día más cansado de la semana. Además de cargar sobre los hombros el peso de cinco días estudiando como una condenada, el entrenamiento de fútbol y las clases de pintura en la academia, los viernes tengo turno doble en el restaurante, por lo que nada más salir del instituto, tengo que cambiarme en mi casa a la velocidad del rayo e ir directamente al restaurante para trabajar, con el uniforme puesto y engullendo un rápido sándwich, sin tiempo para descansar un minuto y comer tranquilamente.

Hay días en los que la presión y el estrés llegan a un punto álgido, me derrumbo y siento que mi cuerpo ha agotado las pocas fuerzas que le quedan tras nueve meses siguiendo esta rutina. Entre la presión de los estudios (con la inminente llegada de los exámenes finales), la academia, el fútbol y, sobre todo, mi trabajo de viernes tarde y sábados por la mañana en el restaurante, prácticamente no tengo nada de tiempo libre para mí misma. Si contase todas las veces que me he tirado en la cama a llorar a moco tendido sintiendo que toda esta presión se me viene encima... Supongo que haber trasnochado tantas veces y no tener apenas tiempo para comer ha terminado pasándome factura.

En definitiva, este ha sido un año de locos. Ya me habían avisado de lo extremadamente duro que iba a ser el último año de instituto, pero jamás pensé que llegaría a este extremo. Continuamente tengo exámenes que hacer y trabajos que entregar, eso sin contar la monografía que tengo que terminar para fin de curso.

Estos nueve meses los he dedicado exclusivamente a mis estudios y, por supuesto, mi trabajo.

Desde septiembre, el concepto "Universidad" ha estado acechándome a todas horas. Dentro de poco, cuando termine mis exámenes finales, tendré que entregar las solicitudes rellenadas y completas, y solo me quedará cruzar los dedos y rezar porque todo el esfuerzo que he invertido este año sea suficiente como para asegurarme un sitio en una buena universidad.

Faithfully [actbh #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora