Faithfully [actbh #2]

Capítulo 31

You just know
Sometimes you feel it in your bones
Though we've heard that hearts can still be wrong
Something's telling me that you're the one

I just know
Even if I had a heart of a stone
You could make it bleed all on your own
You could break it but I hope you won't

I'd burn it down, I'd light up, for you,
I'd risk it all

I'd rather crash, I'd rather crawl
Than never have your love at all
With only bricks to break my fall
For you I'd risk it all

Stand your ground
Win or lose I gotta see this out
Go ahead I'll let you watch me drown
It takes more than this to keep me down

I'm giving in, I'd give it all for you
I'd risk it all

I'd rather crash, I'd rather crawl
Than never have your love at all
With only bricks to break my fall
For you I'd risk it all

[ Risk it all – The Vamps ]

Harry.

En el momento en el que por fin me encuentro frente a la academia de baile de Daisy, tras mucho pensar y pensar sobre si voy a conseguir algo con todo esto, comienzo realmente a sentirme nervioso.

Después de que Daisy me dijese que no la habían aceptado en el conservatorio, se me rompió el corazón ante la sensación de pura impotencia que contrajo todo mi interior.

En ese momento, al ver cómo la Daisy que había conocido se resquebrajaba entre mis brazos, supe que tenía que hacer algo, lo que fuese.

Esa es básicamente la razón por la que en estos momentos me encuentro frente a su academia de baile, esperando a que todo el mundo salga y así yo pueda hablar a solas con la profesora de Daisy.

Probablemente todo esto sea una tontería. Puede que no vaya a conseguir nada. Pero al menos debo intentarlo. Simplemente no puedo quedarme de brazos cruzados viendo cómo Daisy se va consumiendo poco a poco porque tres personas han considerado injustamente que no es lo suficientemente buena como para cumplir su sueño.

Pues a mí no me da la gana que las cosas acaben así. No pienso parar hasta que no vea a Daisy en ese maldito conservatorio de Nueva York.

En Nueva York... conmigo a su lado.

Soy consciente de que pensar en un futuro junto a Daisy en Nueva York es una idea bastante descabellada, pero es algo que mi inconsciente no puede evitar imaginar.

Y supongo que, en el fondo, la culpa es de ambos.

Tal vez, solo tal vez, si hubiésemos bifurcado nuestros caminos y nos hubiésemos separado a tiempo, ahora no estaríamos tan enganchados el uno al otro. Pero supongo que ya no tiene sentido pensar en el pasado y en el "¿Y si...?".

Lo único que sé ahora es que, a estas alturas, me es imposible estar separado de Daisy, y que su felicidad es lo que más me importa.

Por eso estoy decidido a hacer esto.

De repente, la puerta principal se abre y una marabunta de adolescentes de todas las edades sale por ella, hablando en grupitos y riendo aún con la ropa de baile puesta. E, inevitablemente, comparo a todas y cada una de las chicas que veo con Daisy. Sin duda, ella le da mil vueltas a cualquiera de esas chicas.

Por suerte, dado que he decidido quedarme permanecer en el coche hasta que la academia se vaciase, nadie se percata de mi presencia. Espero y espero hasta que por fin la entrada se despeja de adolescentes.