Faithfully [actbh #2]

Capítulo 12

See you calling again,

I don't wanna pick up, no.

I've been laying in bed

Probably thinking too much.

Sorry I'm not sorry for the times

I don't reply, you know the reason why.

 

Maybe you shouldn't come back.

Maybe you shouldn't come back to me.

Tired of being so sad, tired of getting so mad, baby.

Stop right now, you'll only let me down.

Maybe you shouldn't come back.

Maybe you shouldn't come back to me.

 

[ Shouldn't come back - Demi Lovato ] 

Niall.

 

La tensión se masca en el ambiente.

Siempre, antes de todas y cada una de las reuniones con Charlie, los chicos y yo parecemos unos condenados que aguardan a que el juez dictamine su sentencia de muerte. Nos movemos nerviosos por el despacho como leones enjaulados y hacemos nuestras propias especulaciones sobre qué será aquello por lo que Charlie nos ha hecho llamar. A estas alturas, y después de todo lo que hemos pasado, me espero cualquier cosa.

Louis, a mi lado, comienza a golpear el suelo con el pie de forma insistente, en un claro gesto de nerviosismo, y justo cuando parece a punto de explotar de nervios e impaciencia, saca la cajetilla de cigarrillos del bolsillo de la chaqueta, enciende un cigarrillo y comienza a fumar ansiosamente.

-Sabes que Charlie no permite fumar en su despacho. — Digo, no como una recriminación, sino como la constatación de un hecho. En realidad, casi prefiero que Louis se ponga a fumar; encuentro una extraña satisfacción en todo aquello que molesta a Charlie y le saca de sus casillas.

Louis se encoje de hombros y, tras dar una calada, dice:

-A ti te gusta tanto como a mí ponerle de los nervios y, créeme, esto le va a poner hecho una furia.

Vaya que si eso le va a cabrear. Charlie ha llegado a tal nivel de control respecto a nosotros que incluso nos ha prohibido disfrutar de pequeñas satisfacciones como fumar. Lo único que recibimos por su parten son órdenes y prohibiciones y, ¿todo por qué? Porque tenemos que dar una "imagen impecable" a los medios públicos.

Esa es una de las peores cosas de la fama: Hagas lo que hagas, serás juzgado. Casa paso que des será controlado y medida. Tu vida privada deja de ser privada y pasa a formar parte del mundo, que sabe a todas horas qué haces y dónde te encuentras.

Y eso era lo que más me pesaba sobre la conciencia cuando estaba con Julia: El hecho de no poder darle la relación que se merecía. Simplemente no podía arriesgarme a que el mundo descubriese nuestra relación, sobre todo porque no quería ese tipo de vida para Julia: Siempre siendo observada, juzgada tanto por las fans como por los medios públicos, sin poder ir juntos a ningún lugar sin tener continuamente cámaras y paparazzi siguiéndonos el rastro.

Sin embargo, al mismo tiempo, Julia tampoco merecía el tipo de relación que le ofrecí: Continuamente escondiéndonos, sin poder salir a la calle como las parejas normales, tener que soportar que me emparejasen con la primera chica que se acercaba a mí mientras Julia tenía que quedarse mirando desde la sombra...