EL POZO #Wattys2015

CAPÍTULO 6: SCOTLAND YARD

CAPÍTULO 6: SCOTLAND YARD

Ashley POV:

-Señora... Lo siento, la he buscado por todas partes pero no la he encontrado por ningún sitio. - Cuando esas palabras salieron de los labios de Alfred, mi mundo se vino abajo y mis piernas temblaron de tal modo que lo único que pude hacer fue abrazarme al cuello del mayordomo y llorar desconsoladamente. Su abrazo era cálido y reconfortante, justo lo que necesitaba en ese momento.

-Ejem... -carraspeó incómoda Manuela. En ese momento se separaron del abrazo, tomando una cierta distancia.- Señora, no quiero ser inoportuna pero, ¿qué deberíamos hacer? ¿Llamamos a la policía?

-Llamo yo. -dijo Alfred saliendo de la habitación.

Mientras Alfred se dirigía al despacho, Ashley se dejó caer en una de las sillas del salón donde ahora se encontraba con Manuela, que se quedó de pie mirándola con preocupación.

-Señora, no se preocupe, seguro que la policía la encuentra. La policía es muy eficaz. - Le regaló una sonrisa tranquilizadora que pareció no ayudar mucho.

-Sí, ya vimos lo eficiente que era cuando no encontraron al culpable del asesinato de mi marido - el duro tono de voz de Ashley asustó un poco a Manuela, que dio un pequeño paso hacia atrás -. Manuela, estoy agradecida de que intentes animarme, pero ambas sabemos que la policía de eficaz tiene menos que yo de pobre.

Alfred POV:

Entró en el despacho de Ashley sin ninguna prisa y se acercó al teléfono que había encima del enorme escritorio de madera y marcó el número de la policía.

-Ha llamado usted a la Scotland Yard. ¿En qué podemos ayudarle?

-Ha desaparecido una niña -Alfred fue breve y claro, sabiendo que Ashley podría entrar en cualquier momento.

-¿Cuánto lleva desaparecida?

Alfred consultó su reloj.

-Cerca de 2 horas.

-¿Puede decime la dirección dónde están?

- Moon Street, 8.

-De acuerdo. Enviaremos a unos agentes. Llegarán en quince minutos.

-Bien, gracias -dicho esto, colgó la llamada.

Nada más dejar el teléfono una mueca de disgusto le apareció en el rostro.

-"Ahora tendré que estar más alerta y asegurarme de que la policía ni se acerque a la zona del pozo al menos en unos cinco días - pensó -. Aunque no creo que esa niñita que casi está en los huesos aguante más de dos días."

Abandonó la habitación y se dirigió hacia el salón después de oír las voces de Manuela y Ashley, que hablaban casi en susurros. Abrió la puerta y la mirada de ambas se posó en él, acallando las voces.

-Dicen que en quince minutos una patrulla estará aquí para reunir información y empezar a buscarla - le dedicó una sonrisa tranquilizante totalmente falsa y se acercó a las dos mujeres -. ¿Quiere que le pida al cocinero que le preparé algo? Está muy pálida.

-No hace falta, Alfred, pero gracias. Creo que me iré al despacho...

-Señora, tiene que comer algo, no puede dejar de comer. ¿Qué pasará si cuando vuelve la señorita Sam la encuentra enferma por su culpa? ¿Cree que se lo perdonaría a ella misma? - Manuela la riñó, pero sin abandonar su sonrisa.

-Supongo que tenéis razón... - Ashley habló después de un largo suspiro y se levantó, pero solo para dejarse caer en el sofá, coger el mando y encender el televisor.

Alfred y Manuela salieron de la habitación, pero ella estaba demasiado perdida en sus pensamientos para darse cuenta.