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POV' trent

-Calma hermano- limpié mis lágrimas -estoy aqui.

Me sonrió- como siempre...

-Siempre.

El cerró lentamente los ojos.

-Travis...- gemí y lo sacudí -no me dejes. Por favor. Travis- sacudí más su cuerpo.

Busqué su pulso... no lo encontré. Grité tan fuerte como pude. Lloré tanto...

Mi hermano murió en mis brazos. Estoy destrozado.

POV' Tatiana

Pasó mucho tiempo. Gracias a Dios tengo a Daniel conmigo.

Me animó, se que Trent y Travis están bien.

Mi cuerpo está lleno de hematomas, pero ya puedo defenderme.

-Creo que nos van a sacar de aquí.

-Daniel, no entiendo.

-Creo que el entrenamiento acabó.

-¿Iremos a la ciudad?

Asintió- y volveremos mañana.

-¿Qué haremos?

-No lo se.

Tomé a Teddy- activate -se predió con esas luces raras- dime, ¿cuál es la misión de hoy?

-Limpieza total- respondió Teddy.

Abrí la boca para llenarlo de preguntas, pero el teniente nos llamó. Fuimos por equipos.

-Pónganse sus uniformes. Nos vamos a la cuidad- gritó.

Nos mandaron a camiones y en el camino nos explicó que examinaramos la cuidad, debemos exterminar a todos los refugiados y sobrevivientes.

Dios, dime por favor que mo quedó nadie aqui, que todos huyeron.

Llegamos, nos hicieron correr en filas y tomar caminos diferentes.

-¿Lista?- preguntó Daniel.

Negué con la cabeza pero me seguí moviendo con él.

Entramos a un edificio lleno de escombros. Rodee los alrededores. Un crujido en el suelo me llamó la atención.

Retrocedi, avancé, retrocedí, avancé. Algo sonaba.

-¿Qué haces?

-Nada- respondí.

El silbato del teniente sonó desde afuera, entré en pánico.

Saqué mi arma y comencé a partir el suelo.

-Tatiana, ¿estás bien?

No respondí, luego el suelo empezó a romperse. Escuche un gemido bajo el piso.

Me paré, di un salto y lo golpee con toda mi fuerza.

El suelo se deshizo, dejando a mi vista a um grupo de siete personas. Acurrucadas en una esquina del lugar, con lagrimas en los ojos.

-Yo...- no supe como decir que era como ellos, que era de esa ciudad. Luego entendí que talves eso había cambiado.

El silbato del teniente sonó de nuevo, me exalte y les apunté con mi arma.

-Tatiana, calmate. Ellos son como nosotros.

-Callate- escupí y puse mi dedo en el gatillo.

-Sabes que no puedes...

Pensé en lo que dijo... tiene razón ¿qué estoy haciendo?

Suspiré y baje el arma- perdón.

Ellos aún tenían miedo, miedo de... mi.

El silbato sonó una tercera vez, no se que me pasa con él que mis nervios se ponen de ounta y no puedo pensar.

Levanté el arma de nuevo.

-No, ¡Tatiana!

Y cuando Daniel intentó pararme, era demasiado tarde.

Ya había matado a todos.

-Daniel- me asusté y estremecí.

-....Dios.

-Daniel- repetí con voz ronca y empecé a llorar.

-Al parecer las mentes de tu época son más débiles que las mentes de esta época- dijo suspirando y abrazandome.

Soy un monstruo, ¿me han cambiado?

La vida después de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora