Capítulo 38

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Lucy

- ¿Lucy? - una voz grave me hablaba desde fuera de la profundidad de mi sueño - Lucy, despierta... - No... Dios, ¿qué hora es? - Te hice el desayuno, babe - sentí los labios de Harry en mi sien, y por instinto sonreí.

- Mmmm, si no hay tocino no me sacarás de aquí - dije metiendo mi cabeza en las sábanas.

- Todo el que quieras - rió profundamente y saqué la cabeza.

- Buenos días - mi voz estaba dos octavas más profunda por el sueño - ¿Desayuno?

- Sí, lo hice para ti - Harry sonrió mientras salía de la comodidad de mi cama. Vi el reloj por instinto, y casi me da un ataque de ira cuando advertí que eran las siete y cuarto... DE LA MAÑANA.

- Harry... No son ni las ocho de la mañana - protesté mientras bajábamos las escaleras; se quedó en silencio un momento.

- ¿Qué tiene? A esta hora se digiere mejor el desayuno... - Se escuchaba que lo decía en serio. Harry era una persona de mañana y yo no... Algo va a salir mal aquí...

- Yo... - suspiré derrotada - Bien, desayunemos.

Después de comer mi peso completo en el desayuno - él cual estaba delicioso, puntos para Styles - quería regresar a la cama... Así que si quería que esto funcionara, tenía que ser clara.

- Harry... - levantó su mirada hacia mí - ¿qué te parece si regresamos a dormir? - sonreí tímidamente.

- ¿Dormir? Es que... Yo ya no tengo sueño - dijo cómo si fuera obvio.

- Pero yo sí, Harry - dije berreando - No quiero parecer una niña caprichosa, ni nada, pero en serio quiero regresar a dormir... No soy una persona de mañana... Como tú - traté de disculparme con la mirada.

- Oh... Está bien, vete a dormir, me quedaré aquí viendo televisión o algo - sonrió tratando de reconfortarme. Pero no podía evitar sentirme culpable, he sido novia de Harry por casi dos semanas, y ya llevamos más de medio mes de conocernos... Puedo distinguir cuando miente.

- Yo... Podría quedarme contigo y dormir, mientras ves televisión, ¿qué te parece? - Sus ojos se abrieron y sonrió grandemente.

- ¡Si! - parecía un niño al cual le acababan de dar permiso para comer helado antes de la cena. Fuimos a la sala y me acomodé en sus piernas, Harry tomó la manta que siempre dejaba sobre el sofá y me arropó, antes de quedarme dormida creo que escuché que miraba algún reality de esos que son muy malos o un episodio de Martha Stewart, no estoy segura.

Ya había pasado el tiempo suficiente para que alguien despertara, y él afortunado ganador fue Ty. Escuché como hablaba en voz baja con Harry, quería ignorar su plática, hasta que escuché la palabra mágica: Gimnasio.

- ¿Sabes Ty? - de repente me incorporé en el sofá, lo que asustó a los dos hombres con quien hablaba - Harry es un gran fan del gimnasio, ¿por qué no lo llevas contigo? - le envié una mirada cómplice Ty, que tomó por mirada pícara. ¡Ugh! Pero igual me servía. - ¿No te gustaría, babe?

Harry vio a Tyler considerándolo.

- Si no te importa compañía, Tyler, podemos ir juntos.

- Oh - Tyler movió su mano fingiendo poca importancia - para nada, es más divertido con amigos - sonrió de lado y supe que pensaba en el cuerpo de mi novio mientras se ejercitaba. Harry dijo que tenía su ropa de gimnasio en su camioneta y se ofreció a conducir, justo antes de irse llamé la atención de Tyler moviendo mis manos cómo si tuviera una cámara en ellas, para hacerle entender que quería fotos de Harry en el gimnasio. Tyler entendió, me guiñó y se fue con la sonrisa de satisfacción más grande que le había visto.

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