Capítulo 62

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Lucy

En algún momento la luz empezó a ser un estorbo realmente insoportable en mis ojos. Cuando abrí los mismos estaba esperando la punzada de dolor por la noche que tuve ayer, pero fue más leve de lo que pensé. Cuando logré ajustar los ojos a la luz que se cernía en la habitación, intenté moverme para ir al baño, pero un gran peso se cernía en mi.

Sonreí al estar consciente de qué era. Harry tenía su cabeza escondida en mi cuello, al mismo tiempo que sus piernas estaban atadas a las mías, sus brazos, uno encima de mi cintura y el otro entre su cabeza y la almohada. Era una vista... Exquisita. Me acerqué y besé sus labios, sólo un pequeño roce.

- Buenos días, Harry - mi voz sonó grave, cortesía de mi recién levantada persona. No me contestó, supuse que estaba más que dormido. - ¿Harry? ¿Amor? Tengo que ir al baño - empecé a quitar su brazo de mi cintura, cuando me fijé que ambos estábamos desnudos. Me quedé quieta.

Mi cabeza empezó a correr, tratando de recordar algún detalle, el que fuera, de la noche anterior. Nada. No recordaba, absolutamente nada. Al menos estaba mil niveles de aliviada que fuera Harry el que estuviera a mi lado, y que fuéramos solo ambos. No estaba segura si estaba lista para un trío... Oh no.

- Harry, tienes que despertar - dije moviendo sus piernas de mí.

- ¿Mmm? - dijo con un tono levemente gruñón.

- Harry... Tengo que ir al baño, y eres demasiado pesado y grande para moverte yo sola - reí y besé su frente.

- Mmm - gruñó y se acurrucó aun más en mí - No. Estás tibia - se quejó.

- Styles - resoplé - Muévete, tengo que hacer pis... - empecé a quitar su brazo de mi cintura, pero cuando mi propio brazo rozó mi pecho, di un pequeño grito. Un ardor horrible atravesó mi pecho - ¡Auch! - giré mi vista hacía él... Y no pude creerlo - ¿Puedes explicarlo? - señalé mi pecho, el cual estaba morado al rededor del pezón y por toda la circunferencia. Guau, se ve mal. Y se siente peor.

- ¿Qué? - Abrió los ojos, vio mi seno y dio un pequeño respingo de sorpresa - Wow... Supongo que succioné muy fuerte anoche... Ya sabes, tus pechos... - negó cómo si no conociera algo mucho mejor - Lo mejor que he probado - me sonrió de lado y me dio un beso en la frente - puedo traerte hielo - rió a lo bajo - lo siento, muy buen sexo el de anoche. - Por unos agonizantes diez segundos no supe qué decir. No recordaba nada, y al parecer ayer fue una de las mejores noches de mi vida. Quiero golpearme.

- Yo... No recuerdo mucho - me sonrojé y quité mi mirada - Pero, agradecería el hielo, Harry. - No podía verlo a la cara. Me acercó a su pecho y rió aun con su voz un tono ronco debido a que se acababa de levantar y seguro tenía jaqueca.

- Te lo traeré, ve al baño y cuando regreses estará aquí - me liberó de sus brazos dejándome ir finalmente al baño.

Salí de la cama intentando buscar algo que ponerme encima, encontré su camisa del día anterior, y de inmediato mi vientre se contrajo. Harry había estado tentándome todo el día con esa camisa, la cuál decidió que no necesitaba abotonarse para nada, ya que el calor era demasiado. Bueno... Agradezco el calor. Sonreí, me la puse y fui al baño.

Cuando terminé me vi en el espejo, tenía un aspecto normal. Se esperaría que estuviera demasiado mal por todo lo que bebí anoche, pero solo tenía una jaqueca mediana y un aliento espantoso. ¿Más qué eso? Nada.

Debí de haber hecho mucho esfuerzo físico... Para alejarme de éste modo la ebriedad. Guau. Quiero detalles.

Me lavé los dientes. Pero me detuvo el color verde de mi muñeca derecha... ¿Otro morado? Dios mio... ¿Qué demonios hicimos ayer? Mi cabeza dolía mientras yo trataba de recordar. Me rendí muy rápido, aún tenía el suficiente alcohol en la sangre para no estar en todas mis facultades.

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