Lucy
Salí disparada a la casa de Harry. Necesitaba... Verlo.
Injusticia. Vil y estúpida injusticia. Yo, que creí que mi vida al fin me había recompensado por todo lo pasado, me abofetea en la cara y hace que caiga redondo al suelo.
Vida: 1. Lucy: 0.
No. No otra vez. No pienso perder a alguien importante otra vez, y lo peor, lo tengo que alejar yo. YO.
Tenía una semana para saber qué es lo que le iba a decir, porque es obvio que no voy a dejar que abandone lo que ama hacer por mi, y no tanto por hacerme la mártir, es más por la pequeña gran posibilidad que se de cuenta lo que hizo, y algún día me odie rotundamente, porque yo no era lo que él necesitaba en su vida, y aún así había dejado todo por mi.
No.
No quería ser la responsable de su completa infelicidad en algún futuro.
Cuando se de cuenta con lo que está.
Cuando ya no me quiera.
Estuve en la entrada de la casa de Harry en menos de media hora, tocando como desquiciada su puerta.
- Buenas Tardes... ¡Oh! Lucy , querida... -
- ¿Está Harry? - mi voz sonaba desesperada, pero no podía ayudarme a mí misma.
- Oh, cariño, él llega hasta las ocho y son las... - reviso el pequeño y delicado reloj de su muñeca - las cinco treinta de la tarde...-
- ¿Puedo pasar a esperarlo? -
- Por supuesto, querida, es tu casa, lo sabes - antes de poder detenerme abracé muy fuerte a la señora Jones, las ganas de llorar me embargaron totalmente, pero no podía hacerlo. No me gustaba llorar en frente de la gente, además, espantaría y alarmaría innecesariamente a la señora en mi brazos.
- Oh, Lucy, ¿está todo bien? - me dirigió una voz maternal.
- Si - Contesté - Es solo... Que he estado muy lejos de mi familia demasiado tiempo, y necesitaba ésto - la señora Jones me apretó aún más fuerte, mientras acariciaba mi cabello.
- Cariño... Debe ser díficil estar a un mar de distancia de casa - asentí en su hombro - Pues entonces... Hagamos de éste lugar tu hogar, vamos, horneemos algo, sé que te encanta - se separó y me vio a la cara.
- Me encantaría - sonreí tristemente - ¿Señora Jones? - pregunté cuando entrábamos a la cocina.
- Dime.
- ¿Harry cena? - una sonrisa amplia se apoderó de la mujer delante de mi y asintió , dándome una mirada cómplice empezó a buscar los ingredientes de la cena. Le dije que me gustaría cocinar una receta especial de mi familia, a lo que ella accedió de inmediato.
Cociné por casi dos horas, mientras horneábamos algo de postre y hacíamos un refresco natural, receta de mi madre.
Pasadas las ocho treinta escuchamos la puerta principal abrirse y unas llaves siendo depositadas en la mesa de la sala.
- ¡Ya vine, señora Jones! ¡Huele delicioso, por cierto!
- ¡Lo sé, es receta de mi mamá! - grité de regreso, mientras la señora Jones reía bajito.
- ¿¡Lucy!? - las botas de Harry sonaron muy fuerte contra el piso mientras corría hacia la cocina - ¿Qué haces aquí? - la sonrisa de Harry podría iluminar todo un país mientras se acercaba y me envolvía tiernamente entre sus brazos.
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There's a world out there
Fiksi PenggemarCuando la vida te da limones, haz limonada. Pero cuando la vida es una perra y te lanza los limones a la cara con el afán de herir o de hacerte aprender, pues buscas cómo defenderte y tomar las cosas que te pasan de la mejor manera. Esta historia no...