Susan
Tardé más de lo debido en procesar lo que Lucy acababa de contarme, no sólo porque fue demasiada información en poco tiempo, sino que su voz era rasposa y hacía difícil su comprensión, eso, mezclado con mucho cansancio y mareos con pequeños movimientos que hacía.
Estábamos sujetas a un incómodo colchón, dentro de una habitación lo suficientemente grande como para que cupiera este colchón y una mesita a su lado, nada más. Ni siquiera había espacio a los bordes del colchón, la habitación era enteramente de su ancho, sin mencionar lo oscura y húmeda que era.
Con la noticia de que Ashton se había vuelto un total sociópata, honestamente, temía por nuestras vidas. Todo estaba mal, y definitivamente no iba para mejor.
Era culpa de Harry por retar a Ashton.
No.
Era culpa de Lucy por confiar demasiado en él.
¡DIOS, NO!
Ashton estaba loco, es una suerte que nadie esté muerto.
Hasta donde sé...
Complementé la historia de Lucy con lo sucedido con los autos, pero cuando le dije que lo último que supe fue que le dispararon a Zayn, lo cual me hizo perder el control en ese momento, y que no supe que sucedió con Harry o el resto, Lucy se puso peor, pues su palidez se volvió mayor y comenzó a temblar demasiado.
Estaba asustada y me sentía amenazada, pero con una convaleciente amiga a mi lado, lo menos que podía hacer era mantener la compostura por ambas. Quería echarme a llorar, pero con cada largo segundo que pasaba y que la condición de Lucy no mejoraba, con desvanecimientos repentinos por parte de ella, estaba dispuesta a buscar una forma de desatarme e ir contra la puerta hasta lograr algo, lo que fuera. Comencé a mover mis muñecas desesperadamente para inflamarlas y así, cuando las dejara de mover y se desinflamaran, esperaba tener el espacio suficiente para liberarme, pero un ruido en la puerta me hizo petrificarme.
La puerta se abrió, y retrocedimos amenazadas hasta topar con la pared. Uno de los hombres grandes que nos había acorralado en la autopista entró a la habitación, ocupando gran parte de ella, se paró frente a nosotras con los brazos cruzados, mostrando autoridad, y nos observó fijamente.
- ¿Necesitan algo? - preguntó de mala gana.
- ¡Agua! - Lucy suplicó con la voz y la mirada - Y... tenemos frío...
- Bien - chasqueó con la lengua para luego irse. Lucy estaba apaleada, no lo había notado con la poca luz, pero con la luz que se coló cuando el fantoche entró, era bastante obvio. Estaba cubierta de moretones y la palidez era aún peor de lo que había pensado.
El hombre volvió a entrar con un par de vasos, seguido por otro que llevaba mantas. Éste último avanzó hasta nosotras quitándonos las correas que nos sujetaban a la cama, para luego lanzarnos las mantas cómo si fueran basura; luego el otro dejó los vasos en la pequeña mesa y luego irse. Lucy se abalanzó hacia el agua mientras yo extendía las mantas.
- ¿P-- Puedo tomarme el t-- tuyo? - Lucy me vio suplicante.
- Tómala, estoy bien - dije quitando la mirada de ella y frotando mis muñecas. Bueno, al menos ahora estábamos libre. Algo así - ¿Fue suficiente?
- Sí... - Lucy regresó a sentarse a mi lado y se cubrió con algunas de las mantas - Per-- dón.
- ¿Ah? - la volteé a ver cómo una extraña - ¿por qué?
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There's a world out there
FanfictionCuando la vida te da limones, haz limonada. Pero cuando la vida es una perra y te lanza los limones a la cara con el afán de herir o de hacerte aprender, pues buscas cómo defenderte y tomar las cosas que te pasan de la mejor manera. Esta historia no...