Dame ocho horas mas a tu lado

Una cita con sorpresa

-¿Leila? ¿Leila? ¡Como duerme, si parece un bebe!- escuche una voz de idiota cerca de mi. Tan cerca como que me lo estaban diciendo al oido- ¡Ay que dormilona es! ¿A que si? ¿A que si?- sabia perfectamente quien era pero me seguia haciendo la dormida.

El tonto de Jake me grito al oido las buenas tardes y me sobresalte. Casi le doy en la cara si no se llega a quitar. Una de las cosas que mas me ponian de mal humor era que me gritaran mientras estaba durmiendo, y si a eso le juntabas las cosquillas, la habias cagado. Pues el la cago directamente llevandose un puñetazo en la tripa. Algo que parecio no importarle porque se acerco mas y me agarro para no poder huir de sus cosquillas. No paraba de reirme y no queria hacerlo. Estaba enfadada pero era imposible evitar no reirse cuando me hacia cosquillas. El se lo estaba pasando en grande haciendome sufrir de esa forma y me sujeto con sus piernas dejandome inmovil. Coloco sus brazos encima de los mios. No podia escapar de el y me daba mucha rabia.

-¿No me vas a dejar tranquila?- dije tomandolo como una afirmacion.

El no contesto. Solo nos quedamos mirandonos el uno al otro sin decir ni una palabra hasta que me entro la risa. Era dificil enfurruñarse con el porque siempre te sacaba una sonrisa cuando menos te lo esperabas.

-Pense que tenias una cita conmigo y con Nueva York.
-¿Una cita? ¿Contigo?
-Bueno, vamos a salir, los dos solos, sin nadie mas... una cita. Jake y Leila tienen una cita.
-¿Ahora hablas en tercera persona de ti?- subi una ceja preguntandole.
-Supongo que a Jake le gusta hablar en tercera persona.
-¡Que chorrada!- solte chinchandole.
-¿Esto tambien te parece una chorrada?- me pregunto y se acerco a mi todavia sin soltarme para juntar sus labios con los mios.

No pude reaccionar y le segui moviendo mis labios lentamente con los ojos cerrados. El me sujetaba de la cadera mientras yo le acariciaba la mejilla y le peinaba el pelo con los dedos. Solto una sonrisa mientras me besaba y me derreti completamente. Se separo de mi lentamente satisfecho y contento.

-¿Sigue todavia en pie la cita con Nueva York?

Me prepare y me vesti todavia recordando el momento anterior. Jamas pense que un chico como el se me lanzaria de esa manera. Un chico atractivo que tenia miles de chicas detras suya. Que podia elegir a la que quisiera... pero, ¿por que yo?
El era diferente a los demas y eso era lo mejor que tenia. Cada vez que me sonreia las malditas mariposas de mi estomago se agitaban produciendo una sensacion increible.

Estuve un buen rato sacando las cosas de la maleta buscando algo adecuado. Todo me parecia mal para llevarlo en una cita hasta que encontre el vestido blanco.
Pensaba que no lo habia metido pero me equivocaba. Era un vestido de verano corto con flores bordadas en los hombros. Me lo habia puesto poco para salir pero para esa vez merecia la pena.

Despues de vestirme me hice una trenza a un lado y me maquille un poco. Baje al encuentro de Jake que me esperaba en el pasillo. Se habia vestido con americana oscura, una camisa blanca y unos pantalones beis que le llegaban por las rodillas. Estaba perfecto.

Yo pensaba que me habia pasado arreglandome para dar una vuelta por la ciudad pero cuando le vi a el me senti muy pequeña.

-Estas... preciosa- me observo de arriba a abajo quitandose las gafas de sol que llevaba para verme mejor- Te queda bien la trenza.
-Gracias, tu estas muy bien tambien.

Nos despedimos de Carla y Luke nos acompaño. Jake le pidio que no hacia falta y que queriamos estar solos pero el insistio en su seguridad y en que no le iba a quitar ojo. Jake siguio rechistando y al final Luke se dio por vencido diciendole que al minimo problema le llamara porque iba a estar dando vueltas por la zona.

Nos marchamos en el coche de Jake. Un Audi deportivo negro que rugia los motores a su paso por la carretera. Habia sido el regalo de su ultimo cumpleaños.