"Solo es un mes"

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Respira hondo. Respira hondo. Otra repeticion mas...

El mareo que tenia en esos momentos estaba pudiendo conmigo. No hacia mas que darle vueltas a las cosas y me estaba poniendo fatal. Ya no sabia si el dolor de cabeza era por los nervios o por el trayecto en coche. Intente mirar de reojo a mi hermana para distraerme. Estaba leyendo una revista de cotilleos. Ella se dio cuenta de que la miraba y me la enseño:
-¿Te has enterado de que van a sacar la segunda parte de Te quiero como a nada?
-Ahh no lo sabia.
-Y mira esto- me señalo con el dedo a un articulo sobre un cantante rubio y bastante atractivo- ¡A Jake Collins le gustan las chicas rubias! ¡Tengo posibilidades Leila! ¡Te va a caer genial tu cuñado!
-Si, ¡posibilidades de que no le conozcas en tu vida!- se reia Gus a carcajadas mientras mi hermana le ponia cara de asco.
-Ya vale, Gus. ¿No sabes dejar a la gente tranquila? Tio, que tienes 19 años y pareces un niño de tres- le conteste yo.
-Bueno, ya esta la lista otra vez. Ya veo que sigues... ¡de mala leche!- seguia riendose por el chiste estupido que acababa de hacer.
-Mira, niñato...
-¡Basta ya chicos!- nos regaño mi padre- ¡Estais todo el dia igual!
-Pero es que esta siempre burlandose...
-¡Tu padre ha dicho que se acabo Leila!- se unio mi madre.

Parecia increible lo de ese chico. Habia sido siempre un mimado y un consentido que habia hecho lo que le habia dado la gana toda la vida y asi se habia quedado.
-Marcos, ¿como ha quedado el Real Madrid?- cambio de tema mi madre para terminar con la tension.
-3-0. Les han pegado una paliza a esos chinos.

Mis padre y mi hermano siguieron comentando las jugadas del partido mientras nos acercabamos cada vez mas al aeropuerto. Yo segui escuchando a mi hermana hablar los cotilleos de ese tal Jake Collins y de su exnovia Clare. Al parecer era uno de esos cantantes chulos a los que les encantaba la fama y que los demas le adoraran y le dijeran lo guapo que era y por eso su novia le habia dejado.

Aunque intentaba pensar en otra cosa diferente a mis preocupaciones, en mi mente seguian sonando las palabras "un mes, un mes, solo es un mes" a la vez que observaba los carteles que indicaban: Salidas Terminal 4. Ya eran las 10:45 y, a pesar de que casi me pilla el toro haciendo la maleta, habia llegado a tiempo. Mi padre aparco cerca de la zona de los carros para llevar las maletas.

-Ya hemos llegado. Espera que te ayudo Leila- dijo mi padre cuando vio que tenia problemas para bajar la maleta del maletero. Con tan mala suerte tire fuerte de ella y cayo en su pie.
-¡Ayy!
-¡Lo siento papa! No he controlado la fuerza.
-Tranquila, no pasa nada.
-¡Que patosa!- solto mi hermano con una sonrisita maligna.

Pase de el y le di la espalda. Solo queria que entrara en su juego. En su estupido juego en el que siempre ganaba el y no lo iba a permitir.

Entramos por una de las puertas automaticas y llegamos a la zona de
facturacion. Un chico joven con acento sudamericano nos pregunto si queriamos proteger la maleta con una gran cinta adhesiva verde pero me negue dandole las gracias. Segui mi camino hacia el mostrador de la compañia y saque todos los papeles y mi identificacion. La chica fue bastante amable y me ofrecio unas tarjetas para poner mi nombre en el equipaje. Las rellene con todos mis datos y las enrolle al asa. Poco a poco vi como desaparecian mis cosas en la cinta y fue un milagro que no pagara exceso de peso porque parecia que iba a reventar en cualquier momento de todo lo que llevaba dentro. Me reuni con mis padres y mis hermanos que estaban viendo las pantallas de informacion de vuelos.
-¡Mama yo quiero ir a Brasil!- dijo Candela- el vuelo es dentro de una hora. Creo que me voy contigo por alli Leila- me guiño el ojo mientras señalaba las pistas de los aviones.
-Pues yo me iria a Australia. Siempre he querido ir- contaba Gus. Perfecto, asi le comia un canguro y me dejaba en paz de una vez.
-Pues yo lo unico que se es que mi avion sale en unas horas y tengo que pasar los controles de seguridad todavia.
-¡Que rapido quieres despedirte de nosotros hija!- solto mi madre antes de continuar con la charla de "como has crecido en tan poco tiempo. Si es que no nos vas a echar ni de menos" que solia decirme en los momentos clave como aquel.
-¡Ay lo que te voy a echar de menos hermanita!- me abrazo efusivamente Candela- Toma, para que te entretengas en el avion y para que te pongas al dia con los famosos.
-Gracias, la leere durante en vuelo- le dije mientras me daba su revista.

Me despedi de ellos con besos y abrazos y baje las escaleras mecanicas hasta los controles de seguridad suspirando.

Tarde bastante en pasarlos porque eran muy exigentes con todo lo que llevaba de equipaje de mano. Tuve que quitarme las sandalias que llevaba puestas y me dieron unas bolsas para no andar descalza. Uno de los guardias me hizo pasar varias veces por el arco de seguridad porque no debia de fiarse mucho de mi. Me cachearon y me preguntaron mi edad y si iba con alguien. Hurgaron en mi bolso y en la bandeja donde habia puesto el movil y la tablet. Finalmente me quitaron la botella de agua y dejaron que me fuera.

Dame ocho horas mas a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora