Dame ocho horas mas a tu lado

Otra mas

Fireproof

Sono el despertador y me levante rapidamente.

-Buenos dias Leila- me saludo Jake y se tiro a mi cama mientras yo buscaba algo que ponerme en el armario.
-Buenos dias pesado- me rei y bostece.

Jake se tumbo mirandome como rebuscaba entre la ropa.

-¿Es divertido ver como me visto?- le pregunte cuando me gire y le vi.

Jake afirmo y sonrio y yo resople mordiendome el labio y negando con la cabeza.

-Eres insufrible.

*****

Despues de que Jake se fuera me vesti y baje a desayunar. El tambien se habia vestido. Tenia pensado visitar a Marc y acompañarle a la rehabilitacion. Aunque ya habian pasado bastantes dias del accidente parecia que habia sido ayer.

Yo decidi ir con el para ver a Rebeca y pasar un rato con ella. Ultimamente lo habia pasado mal por lo de Marc y queria ayudarla para que estuviera mejor.

Nos desplazamos hasta el centro medico donde Marc se estaba recuperando. Estaba alejado del centro de la ciudad, por lo que era una zona mas tranquila y rodeada de arboles.

Jake me habia contado que todavia seguia utilizando la silla de ruedas pero los medicos le habian confirmado que en un mes volveria a andar perfectamente. Su rehabilitacion consistia en trabajar ejercicios con un fisio para conseguir la movilidad que antes tenia en las piernas. Lo bueno es que estaba mejorando bastante su estado.

Entramos en una sala blanca que me recordaba al hospital en el que estuvieron Jake y Marc despues del accidente. Se me cerraba el estomago con solo pensar que les volviera a pasar algo parecido.

Jake hablo con una enfermera y nos acompaño por los pasillos hasta llegar a una de todas las puertas que habia en aquel sitio. Llamo un par de veces y abrio para comprobar que se podia pasar.

-¡Jake! ¡Que sorpresa! ¿Como estas tio?

Entramos y vimos a Marc en un especie de aparato haciendo estiramientos con ayuda del medico. Parecia una tipica maquina de gimnasio para hacer ejercicio. Gire la cabeza y al otro lado de la habitacion estaba sentada Rebeca sonriendo y observando a Marc.

-Bien Marc, ¿como estas tu? ¡Hola Rebeca!- Jake se acerco y le dio dos besos mientras chocaba la mano con Marc.
-¡Rebeca!- medio chille yo al verla dandola un abrazo. Despues salude a su novio y le pregunte por su estado.
-Voy mejor, la verdad es que estoy muy contento por como esta saliendo todo. A estas alturas todavia no me creo que este aqui.

Jake puso los ojos en blanco y le aviso que le iba a pegar si se ponia dramatico. Marc se rio y siguio estirando las piernas.

-Bueno Marc, por hoy ya hemos terminado. Mañana tienes que venir a la misma hora para seguir con los ejercicios y ademas te hare una radiografia para ver como va todo.

Marc se incorporo y se sento poco a poco en la silla de ruedas. Jake se ofrecio a llevarle y se nego diciendo que el podia solo. Rebeca le riño por ser tan cabezon y por no dejarse ayudar pero siguio avanzando y moviendo su silla de ruedas el mismo.

Salimos a los jardines exteriores y los cuatro nos tomamos un cafe en la cafeteria que habia alli.

Pasamos un buen rato juntos. Era admirable el optimismo de Jake y consiguio contagiarnoslo a los demas. Rebeca por otra parte, estaba mejor y se la veia mas feliz.

Nos despedimos de ellos al mediodia y Jake y yo nos fuimos a comer a la ciudad.
-¿Adonde vamos Jake? Porque como entenderas todavia no me conozco tanto Nueva York como para saber sitios.

Y era verdad. Despues de varias semanas que llevaba ya alli solo conocia los lugares mas importantes.
Jake me dijo que no tenia ni idea y que iba a pensarlo. Despues de unos minutos se le encendio la bombilla.

-¡Ya lo se!- solto mientras conducia por la autopista.
-¿El que?
-Adonde vamos a ir.
-Hasta ahi llego. Te estoy preguntando que a que restaurante vamos.
-Mmm... creo que esta vez va a ser una sorpresa- sonrio picaramente.
-¿Esta vez? ¡Desde que me meti en aquel avion contigo has sido una caja de sorpresas!
-Ya... pero no me digas que no te gusta.

Jake me estaba poniendo muy nerviosa. Es verdad que me gustaba su interes por sorprenderme pero necesitaba saber sus planes por una vez.

Sin embargo, no abrio la boca y me dejo con las ganas hasta que llegamos.

-¡Voila! Ya hemos llegado Leila.
-¡Wow! ¡Desde que llegue a Nueva York tengo unas ganas de venir! No me imaginaba que fuera tan grande.

Nos encontrabamos ante el gran Hard Rock Cafe de Nueva York.

Que pasada. Eso era lo que pensaba yo mientras bajaba del coche y observaba el edificio. Seven Nation Army estaba sonando a tope en ese momento. Jake empezo a bromear con un intento de baile bastante patetico y me entro la risa. Mientras le decia que parara para no llamar demasiado la atencion entramos en el edificio decorado con grandes guitarras y letras luminosas.

La camarera nos dirigio a una de las mesas del fondo como le pedimos. No queriamos repetir la escena del restaurante italiano, asi que lo mejor era ir a una zona donde no hubiera mucha gente.

-Me alegro de que te guste la sorpresa.
-Me encanta, pero creo que ya es mejor dejar a un lado las sorpresas, ¿no crees?

Jake se rio por mi comentario porque tenia razon pero le gustaba chincharme de ese modo. Y no iba a parar de hacerlo.