Capítulo 5: Amor y Confusión

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Capítulo 5: Amor y Confusión

Eran las cinco de la mañana y Souichi abría los ojos en una habitación que no era la suya, se encontraba recargado sobre un atractivo pectoral masculino. Levantó un poco su rostro, miró el más pacífico y tierno semblante que jamás se imaginó. Por primera vez, sentía una paz interior que no creía posible, era una emoción en su corazón muy extraña, un cosquilleo como de excitación pero con armonía en su cuerpo sin la desesperación que da el deseo sexual. Se apartó para alistarse puesto que tenía muchas cosas pendientes por terminar sobre sus investigaciones. Se ducho, comió algo que se encontró en el refrigerador, preparó un café y se disponía a trabajar con su laptop en la sala, hasta que recordó al pobre de Morinaga, el cual seguro no se podría mover por sí mismo después de todo lo ocurrido por la noche. Ahora se sentía sumamente responsable e incluso se sonrojaba de recordar los momentos en los que escuchaba sus gemidos de placer, la forma tan pasional en la que lo había hecho suyo, estaba seguro que no despertaría en un rato, pero necesitaba estar ahí para atenderlo por lo menos un poco. Recordó el dolor al que fue sometido las primeras veces y era evidente que Tetsuhiro lo sentiría de igual forma, así que llevó agua, café y las pastillas para el dolor hasta la habitación; se metió en la cama con su laptop, justo ahí se puso a trabajar, mirando de vez en cuando la adorable faz que dormía apaciblemente junto a él.

Empezaba a ser algo tarde para Souichi aunque apenas eran las ocho de la mañana, sin embargo, debía llevar sus datos con el profesor para revisión y cuanto antes finalizar su proyecto, ya que era indispensable entregarlo para ver si lograba formar parte de una "expo científica".

Se quedó algunos instantes con su mochila en la entrada del departamento pensando en si debía evitar la confrontación o hacerse cargo de su kohai, lo pensó un poco y decidió ir con él. Morinaga aún roncaba por lo que Sempai fue forzado a moverlo:

— Morinaga... despierta. — Lo hizo con ternura, pero al no obtener respuesta, lo sacudió con más ahínco.

–Ya me voy idiota, tengo que ir con el profesor Fukushima. — Entonces Morinaga al fin abrió sus bellos ojos, lo miro con sueño y contestó:

—Ahhhh (bostezaba)...disculpa, enseguida te preparo tu desayuno. — Al sentarse en la cama su cadera le dolió.

Al ver ese gesto de incomodidad en Tetsuhiro la cara de sempai se sonrojo completamente, ya que por lo visto Morinaga no recordaba todavía lo que había sucedido la noche anterior, o si quiera el día anterior. Por tantos años de conocerlo sabía lo soñador que era, lo incrédulo e inseguro que resultaba ser su amado novio. No pudo evitar pensar:

" si... oh...no lo creo tampoco... él ...es ...mi...novio...waaaa, y yo se lo pedí...delante de toda la maldita escuela... incluso lo bese...¡Demonios en que estaba pensando!"

Lo del sexo claro que no lo olvidaba, si bien, estaba apenado por el hecho, no lo evaluaba como algo vergonzoso, lo juzgaba por algo íntimo en la privacidad de su departamento, asimismo lo disfruto terriblemente y él fue quien dominó, enalteciendo su orgullo masculino, pero lo anterior lo había olvidado por completo, ahora qué haría en la escuela.

Al bajar los pies de la cama Morinaga todavía no dirigía la mirada a su apenado sempai, el cual apenas estaba reflexionando sobre lo de ser novios. Su apacible sensación de relajación y ensoñación al despertar, después de lo que él todavía imaginaba como un dulce sueño, a razón de que su mente se negaba a creer la realidad, por mostrarse tan increíble, más aún con Souichi totalmente vestido y siendo un tirano al ir a despertarlo con sus palabras adustas. Pero al poner un pie en el suelo, la realidad topo con su cabeza, era para su sorpresa la fantasiosa, la increíble, la más extraña, algo de lo que ni en sus más recónditos deseos creyó posible. Souichi se lo había hecho duro, rápido, lento, lo había hecho correrse como nunca, había visto las estrellas y regresado. No solo eso ocurrió, acababa de recordar algo incluso más extraño que todo eso, la declaración pública de su amor por él. Seguía sin creerlo, pero el dolor en su trasero y espalda lo forzaron a voltear mirar a su Sempai que estaba de pie junto a él sin decir absolutamente nada, al mirarlo totalmente rojo y con los nervios reflejados en su mirada, supo al fin que todo eso era real. Deseaba mantener su suficiencia y creyó poder parase para acompañar a Souichi a la escuela, desnudo como estaba se envolvió en la sabana, a pesar de los ruegos de su cuerpo se puso de pie e intentó dar un paso, para dirigirse al baño.

La respuesta (fanfic Koi suru BoukunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora