Algunas partes de la vida

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Este episodio se lo dedico a otra de las personitas que leen estas historias raras. Ika Marci va para ti de todo corazón por tu cumpleaños del 26 de febrero de forma atrasada y trae un poco de todo, espero que sea completamente de tu agrado. Un abrazo!

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Capítulo 22: Algunas partes de la vida.

Un día como cualquier otro, todo había salido mal para el tirano. Primero le rechazaron un proyecto en el laboratorio y el encargado de esa área le suplicó que hiciera un esfuerzo mayor en la creación de nuevas hipótesis que interesaran a inversionistas. Enfadado, Souichi volvió y procuró tranquilizarse, sin embargo terminó por desquitarse con sus pobres asistentes que renunciaron justo cuando comenzó a ponerlos a desarrollar el nuevo proyecto. Por si fuera poco, tenía preparado un examen que le había costado horas de sueño terminar y por tardarse poco menos de veinte minutos en llegar, sus alumnos se habían marchado del lugar, dejándolo frustrado y muy molesto. Su siguiente clase intentó darla normalmente pero para terminar de malograr su día todavía más, nadie prestaba atención y algunos parecían dormirse en sus asientos. Otros bajo las mesas usaban el celular, a pesar de que les pidió como todos los días, apagarlos antes de comenzar.

— ¡No puedo con esto! Si no van a prestar atención, nos vemos la siguiente clase y habrá examen de todo el capítulo.

Enfurruñado salió directo a casa, no tenía ánimos para ninguna cosa, quizá para atiborrarse de alcohol, el problema es que a media semana, no podía ponerse una borrachera pues la resaca lo mataría en el horario laboral.

De esa forma, salió fumando varios cigarrillos, aunque tenía mucho tiempo que los había dejado. Al llegar miró con bastante distancia y casi a hurtadillas a su esposo preparando la cena, no saludó subiendo directo al cuarto de baño, con tal de darse una ducha y relajarse en la tina.

— ¡Demonios! — Exclamó al salir de la tina y notar que no traía una muda de ropa. Afortunadamente, su casa era habitada por un par más de género masculino, de manera que se colocó una toalla en la cintura y caminó a la habitación.

Llegó al ropero y buscando su ropa en el armario sintió unas manos que lo acariciaron sobre la espalda.

— ¡Pero qué demonios haces! — Expresó Souichi, pues de antemano sabía que el tipo con el que se había casado era bastante mimoso.

— Lo siento Souichi sólo quiero que...

— ¡No quieres nada! ¡Déjame tranquilo!

— Olvídalo, sólo quería que bajaras a cenar.

Morinaga entendía perfectamente que los estados de ánimo de su amado variaban de acuerdo a los resultados en su día laboral, así que como detestaba discutir, salió de la habitación y se sentó en la mesa con su pequeño hijo que comía gustoso. Pretendió olvidarse del problema, no obstante lo vio bajar, tomar un plato y marcharse a comer sobre el sofá. Sintió enfado al percatarse del rechazo que era verlo comer lejos, algo que no había ocurrido desde que eran sempai y kohai. Una punzada en su corazón lo hizo pensar que su compañía podía resultar molesta y mucho más cuando Johan sonriente preguntó:

— ¿Puedo ir a comer en el sofá con papá Souichi?

— No puedes, la mesa es para comer, no el sofá. — Respondió Morinaga.

— ¿Y por qué papá si puede?

— ¡Porque quiero! — Expresó desde el sofá Souichi.

— No tienes que ser tan grosero conmigo delante de nuestro hijo. Además de darle un mal ejemplo. — Recriminó Tetsuhiro. De inmediato se levantó a responder junto con Souichi que dijo:

La respuesta (fanfic Koi suru BoukunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora