¿No me temes?[TERMINADA]

Capítulo 1 ✔️

Mi nombre es Thomas Duncan, estoy destinado a ser el próximo líder de la manada Moon Blue.
Nuestra manada se oculta en un bosque de un pequeño pueblo en Inglaterra.

Las manecillas del reloj marcan las 7:37 de la mañana. Apenas quedan 23 minutos antes de que deba dirigirme al Instituto.

Estoy en segundo año de bachillerato, y este será mi primer día de clases.

La búsqueda de mi hermana Alicia me lleva a visualizarla con facilidad. Su pelo rubio parece brillar bajo los rayos del sol de las seis de la tarde, sus ojos verdes son como gemas relucientes y su sonrisa posee la habilidad mágica de iluminar incluso los días más sombríos.

Ella aguarda abajo, y recurro al vínculo mental compartido por los lobos para comunicarme con ella.

"Alicia, tenemos que irnos", transmito a través del enlace.

"Te estoy esperando abajo", me responde con un gruñido juguetón.

Bajo las escaleras a toda velocidad y monto en mi moto, con mi hermana ocupando el asiento trasero.

Quince minutos después, llegamos al Instituto. Las miradas curiosas se posan en nosotros mientras atravesamos el umbral.Envolvemos el ambiente con una presencia que no puede pasar desapercibida.

Una vez dentro, nos dirigimos a buscar nuestros horarios.

-¿Qué te toca a ti?- indago con interés hacia mi hermana.

-Tengo ciencias. ¿Y a ti?

-A mí me toca matemáticas.- contesto.

-Entonces, adiós, no quiero llegar tarde en mi primer día-, se apresura a su clase, dejándome solo en mi búsqueda.

Ubico la clase de matemáticas, y en ese momento, un aroma conocido inunda mi percepción.

Un delicado aroma a rosas con miel, una fragancia exquisita que pertenece a una única mujer.

Cuando llego a la puerta, una palabra resuena en mi mente: "MATE"

Con cierto nerviosismo, toco la puerta y una señora de mediana edad me invita a entrar.

La dueña de aquel embriagador aroma me observa y ruboriza ante mi mirada, evidenciando claramente mi interés, la atracción que siento es innegable.

Me acomodo junto a un espacio vacío detrás de ella, y al fin tengo la oportunidad de observarla detalladamente. Su pelo es un castaño oscuro y sedoso que cae en cascada, enmarcando su rostro congracia. Sus ojos son de un castaño profundo que parecen guardar secretos, mientras que su nariz fina le da un aire de distinción. Por el momento, es la información que puedo reunir.

La hora de la clase llega a su fin, y lamentablemente no he cruzado palabra con ella.

La chica sale apresuradamente de la sala, dirigiéndose a su clase de historia Antigua, al igual que yo. No me pregunten cómo sé esto, mi vista y sentidos están mil veces más desarrollados que los de un ser humano promedio.

Decido seguirla y darle un toque en el brazo, rompo el hielo.

-Hola, eres el chico nuevo-, afirma con una sonrisa amigable.

-Sí, encantado. Soy Thomas Duncan, ¿y tú?-

-Yo soy Luna Summers-, pronuncia su nombre con un encanto similar al de la diosa de la Luna.

-¿Te importa si me siento contigo? No conozco a nadie más aquí, aparte de mi hermana y tú.-Revelo con sinceridad.

-Claro, adelante.- Responde amablemente.

Nos acercamos a otra clase similar a la de matemáticas, y encuentro un asiento a su lado.

Observo mientras saca una libreta adornada con dibujos y letras. Mis ojos se posan en las letras de lo que supongo son versos que parecen ser de su autoría.

-¿Qué miras?-pregunta, cerrando el cuaderno bruscamente.

-Lo siento si te molestó. ¿Escribiste esas letras?- inquiere mi curiosidad.

-Sí, lamento responder así. No suelo permitir que otros vean mi cuaderno especial-, se disculpa, bajando la mirada y su cabeza.

-No tienes que disculparte. Fui yo quien no debió mirar tu libreta- intento calmarla. A pesar de ser un Alfa que generalmente exige respeto, estoy dispuesto a hacer un esfuerzo por ella.

El tiempo avanza, y finalmente llega la hora de música. Estoy a su lado, junto a Mi Luna.

Entramos juntos a un auditorio oscuro, donde Luna me da la bienvenida a la clase de música.

Asiento, pero no puedo evitar perderme en la contemplación de sus hermosos ojos castaños mientras avanzamos. Al entrar, noto que las sillas delanteras están llenas, mientras que las del fondo están a medias.Un escenario se alza majestuoso ante nosotros, con un piano negro que domina el centro. La elegancia del piano contrasta con el teclado cubierto por una tabla de madera oscura. Un atril tiene partituras cuidadosamente puestas en el.

El ambiente está teñido de oscuridad, solo interrumpida por las luces del escenario que atraen nuestra atención.