Capítulo 26✔️

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Pov.Diablo azul

A

lo largo de toda mi existencia, había esperado encontrar a una mujer que estuviera destinada para mí, y finalmente la hallé en una figura encantadora: una niña con ojos castaños enormes que destilaban una curiosidad pura y una sonrisa radiante.

—¿Qué haces mirándome? —le pregunto, mi voz llevando una curiosidad genuina.

Ella me observa con desafío en sus ojos, su tono protestón y decidido. —No, ¿qué haces mirándome tú a mí?

La espontaneidad de su respuesta me hace sonreír. La energía que emana de ella es contagiosa, y puedo sentir la chispa de un encuentro que podría cambiar el rumbo de mi vida.

—¿Cuántos años tienes? —interrogo, sintiéndome intrigado por la joven que tengo frente a mí.

Ella levanta sus pequeños deditos, contando con precisión antes de responder. —Tengo 7 —anuncia con orgullo infantil. —¿Y tú?

El número 90 parece desafiar su comprensión y sus ojos se abren como platos. —Soy pequeña pero no tonta, ¿cuántos años tienes? —replica con un atisbo de diversión.

—Tengo 20 —confieso, y la sorpresa en sus ojos es evidente. No es todos los días que una niña se encuentra con alguien de mi edad.

La conversación toma un giro inesperado cuando pregunto acerca de su presencia en el bosque solitario. —¿Qué haces tú sola en este bosque, enana? —mi tono es amistoso, pero también revela mi curiosidad.

Ella no parece intimidada y responde con la inocencia propia de su edad. —Vivo por aquí. Me escapé de mis padres.

La respuesta me hace arquear una ceja. —¿Por qué escapas? —mi interés se incrementa al descubrir los motivos detrás de su escapada.

—Porque me gusta el bosque —explica con determinación en su voz. —Y mi abuela quiere que lo conozca. Dice que será parte de mi vida.

La mención de su abuela y su visión del bosque me intriga. Hay algo en sus palabras que resuena en mí, como si hubiera una conexión más profunda detrás de su historia.

De repente, la niña saca un colgante y me lo muestra con orgullo. Mi sorpresa no tiene límites al ver el colgante, cuya forma y diseño exudan un aura misteriosa. Sin embargo, lo que me deja sin aliento es el aroma que emana de él, un aroma que me resulta extrañamente familiar.

Antes de que pueda reaccionar, antes de comprender completamente lo que está sucediendo, la niña desaparece en un instante. Su partida es tan inesperada como su llegada, dejándome con una sensación de asombro y curiosidad que parece envolverme como un velo. ¿Quién era esa niña y por qué su presencia y ese colgante parecían despertar algo en mí? Las preguntas revolotean en mi mente, y una extraña conexión se siente más palpable que nunca.

...

Al despertar al día siguiente, mis sentidos captaron el sonido inusual de un sollozo, y me dirigí hacia su origen. Me encontré nuevamente con la niña que había conocido antes, aunque esta vez su rostro estaba sombreado por el dolor de una herida. A pesar de ello, su semblante era tan familiar que hizo eco en algún rincón de mi memoria, evocando a alguien de mi pasado, a alguien que había perdido y que llevaba grabado en mi corazón.

La pequeña se vuelve hacia mí con lágrimas en los ojos. —Ayúdame, me caí.

La urgencia en su voz me arranca de mis pensamientos, y mi instinto de protector entra en acción. —Lo siento, pequeña. ¿Quieres que te muestre un truco? —ofrezco, buscando distraerla y aliviar su dolor.

¿No me temes?[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora