Capítulo 27✔️

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Pov.cristal

—Tenemos que hacer un plan para derrotar las tres manadas principales.

—Cariño, no hables de trabajo en la cama —le comento a Castiell, tratando de desviar la conversación hacia otros temas más relajantes.

Sin embargo, su expresión denota disgusto mientras habla.

—Me dijeron que fuiste a ver a Thomas —afirma, su tono de voz claramente molesto.

Mantengo la calma y le respondo con sinceridad.

—Sí, bien sabías que era parte del plan, corazón.

Castiell se recuesta en la cama y observa el techo en silencio. Decido aprovechar ese momento para levantarme y dirigirme al baño, necesitaba una ducha caliente para relajarme un poco.

En el agua caliente, mi mente divaga. No puedo negar que, aunque aparento no querer a Thomas, en el fondo lo amo. Aunque la sola idea de Luna me provoca náuseas, sé que debe pagar por lo que ha hecho.

Sorpresivamente, siento sus manos acariciando mis pechos. Giro para ver a Castiell, quien con un tono de voz apenado me confiesa.

—Nena, lo siento, sabes lo celoso que me pongo cuando te acercas o piensas en Thomas. Quiero tenerte solo para mí, por favor, entiéndelo.

Lo miro fijamente y le respondo desde mi corazón.

—Lo sé. Te quiero, gracias por sacarme de ese lugar.

Una sonrisa se dibuja en su rostro y me llena de alegría, pero no puedo evitar pensar en lo estúpido que es. Si tan solo supiera que todo es parte de mi plan.

Se cree que le quiero. Pobre iluso.

Mi mente se llena de repulsión. En realidad, no soporto a Castiell. Mi objetivo es otro. Thomas es mi verdadero objetivo. Lo odio tanto como lo amo, y cuando cumpla mi objetivo, lo ataré a mí.

La conversación da un giro y menciono a Allan y Alicia.

—Oye, ¿cómo va Allan con Alicia? —pregunto con una risa llena de maldad—. ¿La estúpida cree que es un humano?

Castiell asiente y su repugnante mano se posa en mis nalgas.

—¿Quedamos para cenar? —propone, mientras yo asiento, esbozando una sonrisa falsa.

Decido prepararme para darle una sorpresa a mi querido amante. Víctor, por otro lado, ha cometido la estupidez de casarse con mi hermanastra, Alicia. Lo peor es que entre los dos tienen una hija llamada Carmen. Espero que, en algún momento, Carmen me permita conocerla.

...

Desde que llegué, intenté contactar a Víctor para quedar, pero siempre parecía evitarme. Algo me decía que las cosas entre nosotros ya no eran como antes. Tocar la puerta del apartamento de mi hermanastra no me emocionaba precisamente. La puerta se abre y me encuentro con Víctor, sin camisa y luciendo unos pantalones de pijama.

—Vaya, qué recibimiento tan amistoso —ironizo mientras lo observo.

Víctor parece sorprendido, sus ojos se abren como platos y antes de que intente cerrar la puerta, logro detenerlo.

—Vete, Cristal —me dice con cierta hostilidad.

Niego con la cabeza y sin pedir permiso, me adentro en el apartamento. El lugar denota buen gusto, algo que debo admitir me sorprende viniendo de Víctor.

—¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres ahora? —me suelta con una mezcla de exasperación y desinterés— Soy feliz sin ti.

No puedo evitar esbozar una sonrisa. Le miro fijamente, sin titubear.

—De eso nada. Eres mío y de nadie más —le respondo de manera retadora. Acto seguido, me quito el top que llevo y quedo con los senos al descubierto, buscando su reacción.

Intenta apartar la mirada y alejar su mano cuando la coloco sobre uno de mis senos, pero me mantiene en su lugar.

—Quiero que mates a Luna, ahora —exijo, manteniendo la mirada fija en él.

Víctor frunce el ceño, evidentemente disgustado por mi petición.

—No puedo hacer eso, Cristal. Luna es una de mis mejores amigas, joder.

Sé que lo va hacer, pero tengo un as bajo la manga que pondrá fin a toda esta farsa.

Hubo un tiempo en que estuve saliendo con un hechicero que me proporcionó un conjuro especial. Me permite influir en las decisiones de las personas, pero solo funciona con humanos y hechiceros, no con lobos ni vampiros.

—Bueno, tú te lo pierdes —comento con cierta indiferencia—. ¿No me vas a invitar a un trago?

Víctor resopla, claramente incómodo con mi presencia.

—Te daré un trago y luego te vas —responde, algo molesto.

Asiento mientras me coloco nuevamente el top. Pocos minutos después, Víctor regresa con dos copas y una botella de vino. Decide ponerse una camiseta antes de unirse a mí.

—Tranquilo, empiezo a servir esto —anuncio, tomando la botella de vino.

Con destreza, abro la botella y sirvo el vino en ambas copas. Sin que Víctor lo note, añado una pequeña cantidad de la fórmula mágica en su copa y la agito suavemente para que se mezcle.

Brindamos y levanto mi copa con una sonrisa en los labios.

—Por un futuro bueno —pronuncio con cierto tono de ironía, antes de añadir—. Vas a dañar a Luna, te lo ordeno.

Víctor asiente, sin darse cuenta de que en ese momento sus decisiones no serán completamente suyas. Finalmente, cojo mi bolso y me encamino hacia la puerta.

—Fue un placer, Víctor. Que tengas una buena noche —me despido, sin poder evitar una sonrisa siniestra mientras pienso en lo que se avecina.

Salgo de su apartamento con determinación, sabiendo que el destino de Luna ya está en movimiento.

¿No me temes?[TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora