Pov.Luna Summers
Me despierto con un dolor de cabeza punzante. Parpadeo mientras intento acostumbrarme a la tenue luz de la habitación. Cuando logro enfocar, me doy cuenta de que estoy vestida con ropa negra de encaje. Mi mente está nublada, y un escalofrío recorre mi cuerpo cuando noto que la puerta de la habitación está abierta. Un aire frío me envuelve de repente, y mis ojos caen sobre las rosas blancas y negras dispuestas en la habitación.
De repente, la puerta se cierra con un golpe seco, haciendo que un escalofrío recorra mi columna vertebral. Frente a mí, se materializa una figura con una espalda ancha, vestido de traje y llevando una máscara blanca que oculta su rostro, dejando solo sus ojos verdes visibles. Parece una visión sacada de un sueño o una pesadilla.
La figura se acerca, sosteniendo una rosa negra en la mano. Desliza la flor por mi hombro semidesnudo, causando que mi piel se erice ante su contacto. El ambiente es tenso, y escucho pasos que se acercan a la habitación. Antes de que pueda reaccionar, la figura desaparece, dejando pétalos negros en su estela.
Poco después, Thomas entra en la habitación con evidente angustia en su rostro. Al ver las rosas y los pétalos esparcidos, se acerca a mí y me besa desesperadamente. Siento la urgencia en su beso, un torbellino de emociones.
Finalmente, me siento lista para compartirme plenamente con él. Intento hablar, pero Thomas me interrumpe, impaciente por saber qué me pasa.
-Thomas. - intento decir, pero él sigue hablando. -Thomas...
Finalmente, se detiene y me mira, esperando mi respuesta.
-¿Qué sucede? -me pregunta, preocupado.
Estoy a punto de confesar mis sentimientos cuando una sonrisa se dibuja en sus labios, como el gato de Alicia en el País de las Maravillas. Me siento nerviosa ante esa sonrisa, pero también intrigada.
Pero, su expresión cambia a una de pensamiento y comienza a hablar.
-Quiero que tu primera vez sea especial, inolvidable, que no sea simplemente un momento de calentura. No quiero eso para ti, mucho menos para mi futura mujer... y tú lo sabes, preciosa.
Siento un nudo en la garganta mientras proceso sus palabras. Me acerco a él y lo abrazo, sellando el abrazo con un beso cargado de amor y promesas. Sus palabras son dulces y sinceras, y me alegra tenerlo a mi lado en este momento tan importante.
Después de ese momento, Thomas me guía por los jardines de la casa. Paseamos cerca de la piscina, donde flotan pétalos negros y un chico desconocido. Observo los hermosos jardines y siento una extraña sensación de calma. Aunque sé que mi vida está por cambiar drásticamente, por un momento, quiero creer que este momento puede durar para siempre.
Thomas me mira con alegría en los ojos, disfrutando de mi compañía. Observo cómo su rostro se ilumina y me hace sonreír. Sin embargo, también siento un atisbo de preocupación, como si intuyera que nuestro mundo perfecto puede tambalearse en cualquier momento.
Decidimos no ir a clases, aprovechando el tiempo para descansar juntos en la habitación. Sin embargo, el deber llama a Thomas y me informa que debe cumplir con algunas tareas de la manada.
-Luna, tengo que hacer algunas cosas para la manada.
-Me voy a aburrir mucho aquí, lo sabes. ¿Por qué no me dejas salir? Me gustaría conocer a los habitantes de esta manada. No sé, déjame hacer algo.
Utilizo mis ojos de cachorro mojado, y su resistencia se desmorona ante mí. Me doy cuenta de que será fácil de manipular en el futuro, especialmente si llegamos a tener hijos.
Tras pensarlo, Thomas acepta mi solicitud, y estoy emocionada por conocer a su familia y a la manada.
Treinta minutos antes de las cinco de la tarde, Thomas parte para atender sus responsabilidades con la manada. Mientras tanto, me pongo la ropa que me prestó Alicia y salgo a explorar. Me dirijo hacia "La gran plaza", donde una majestuosa fuente gótica llama mi atención. El ángel tallado en la fuente parece real, con detalles impresionantes.
Camino por la plaza y noto que a pesar de la apariencia tranquila, está llena de actividad y alegría. Una pequeña casa de madera llama mi atención. Una niña de doce años con ojos marrones claros y destellos pelirrojos me saluda con una sonrisa tímida.
-Hola, pequeña.-le digo, intentando romper el hielo. Su respuesta nerviosa me hace sonreír.
-Me llamo Luna, pero me puedes llamar Lu.
Su rostro se pone rojo mientras intenta hablar.
-Gracias por la confianza Luna... perdón digo Lu. Yo me llamo Caitlin, pero muchas veces me llaman Cai.
-¿me dejas llamarte Cai?
-Claro, con mucho gusto
Me acerco y le doy un abrazo, noto que una mujer nos observa con una sonrisa en su rostro. La mujer baja las escaleras y se presenta como Sienna, la madre de Cai.
Pronto, Sienna me dice algo inesperado.
-Mi Luna, usted va a cambiar muchas cosas aquí. Va a ser la primera Luna que rompa con la desgracia de este mundo. Usted, mi Luna...
El tiempo pasa rápidamente mientras conversamos, y aunque no lo sé con certeza, tengo la sensación de que cambiará muchas cosas aquí.
Más tarde, regreso a la casa grande, y me encuentro con una nueva sorpresa.
-Oh, Luna .-dice una mujer al entrar en la habitación. La mujer que acababa de entra era de estatura media con una presencia imponente. Su cabello rubio platino cae en ondas elegantes por sus hombros, enmarcando un rostro de rasgos definidos y una expresión serena. Sus ojos profundos y penetrantes, de color azul oscuro, reflejan la sabiduría y la fortaleza acumulada a lo largo de los años.
-Hola.-saludo tímidamente.
-Luna, soy Nora, la madre de Thomas. Permíteme presentarte a los demás.
Sigo a Nora mientras me presenta a Alicia, su hija, a Diana, su sobrina, y a Diego, el amigo de Thomas.
Como a los cinco minutos Thomas hace acto de presecia.
-Mamá no te podías esperar.- dice este colocándose detrás de mi, se le oía enfadado con un poco de diversión mezclada.
ESTÁS LEYENDO
¿No me temes?[TERMINADA]
Werewolf¿ que pasaría si ahora mismo fueras un lobo? ¿Y si no eres un simple lobo? Métete en la historia de Luna Summers y Thomas Dumcan Una novela de amor, odio, rencor y lo más importante tres almas gemelas. ¿Que esperas a leerlo?? #215 Hombre Lobo 01/05...