Capítulo 3

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Se me pusieron los pelos de punta.
"¿Amigos y familiares de Elizabeta Héderváry y Roderich Eldestein? " Preguntó la enfermera.
Todos la miramos fijamente.
"¿Están bien ya? ¿Se han recuperado?" Preguntó Gilbert muy preocupado y ansioso por saber la repuesta.
"Ehem, ehm.. Bueno, veamos... Al llegar aquí los dos estaban inconscientes, y heridos muy gravemente. Ahora están muchísimo mejor a lo que salud corporal se refiere. La señorita Héderváry ha despertado y su estado es... bastante estable, así que se admiten visitas. " dijo la enfermera.
En ese mismo instante, todos suspiramos aliviados a la vez. Gilbert sonrió bastante.
"Sin embargo... El señor Eldestein sigue inconsciente y muy grave. No sabemos si tiene alguna posibilidad... "
Gilbert se desplomó en una silla cercana, y enterró su cara en su mano derecha.
Todos nos deprimimos al instante al escuchar esa noticia. A mí se me paró el corazón. Sin querer, una lágrima comenzó a bajar por mi mejilla. Seguida de otra. Y después otra... Por mucho que intenté ocultarlo, Ludwig pareció darse cuenta, así que se sentó a mi lado y me abrazó. Yo me subí a sus rodillas, quedando sentado encima de él, y enterré mi cabeza en si pecho.
Él me besó la frente y me susurró:
"Todo va a estar bien. Tranquilo."
Yo rodeé su cuello con mis brazos y me quedé allí, llorando silenciosamente.
Mientras tanto, los demás se habían turnado para ir a visitar a la ya no-inconsciente Elizabeta. Luddy y yo iríamos los últimos.
Kiku nos vio, y el y Heracles se acercaron.
Se sentaron y se pusieron en la misma posición que nosotros. Kiku encima de Heracles, y con sus brazos rodeando el cuello de éste. Kiku sacó un kleenex de su bolsillo izquierdo y me lo extendió.
" No llores, Feliciano-kun, Roderich-san es fuerte, y con todo el apoyo que le estamos dando seguro que resistirá." me dijo Kiku en tono consolador.
Entre esas 'motivadoras' palabras de Kiku y el cálido abrazo de Luddy me sentí mucho mejor. Justo en el momento en el que nos tocaba la visita.

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