Roommates || Calum Hood (español)

Capítulo 34 // "Knees"

·Cassidy

Supe quién era esa chica inmediatamente. Quiero decir, era casi imposible para mí olvidar la imagen de ella encima de Calum. Eso me había cicatrizado, junto con como mi chillido podía aún ser oído en mis tímpanos de vez en cuando. Estaba horriblemente avergonzada por invadir su privacidad.

Pero ahora estaba horriblemente confusa en cuanto a por qué ella estaba en nuestra casa.

Una parte de mí se puso inmensamente paranoica. Pude sentir mi corazón empezando a palpitar contra mi pecho. Tal vez Calum la invitó porque estaba harto de esperarme. Tal vez no pudo controlar sus hormonas. Tal vez estoy completamente sobre-pensando esto, pero no puedo evitar ponerme celosa simplemente por su presencia.

"Um, ¿hola?" Saludé incómodamente, sintiendo la tensión en la habitación empezando a multiplicarse.

Calum, quien estaba de pie al otro lado de la cocina lejos de ella, caminó hacia mí. "Cass, esto no es lo que parece. Lo juro."

Mis ojos viajaron desde su cara suplicante hasta Reagan, que estaba apoyada contra nuestra encimera con sus brazos cruzados sobre su pecho. "Bueno, ¿qué está haciendo ella aquí?"

"Ha venido por su cuenta. Lo prometo. No ha pasado nada." Declaró Calum rápidamente, prácticamente hablando inconsecuentemente debido a lo rápido que estaba hablando.

Reagan rodó sus ojos hacia mí mientras yo seguía congelada en el lugar, debido a una mezcla de shock y confusión. "Cassidy, es verdad. Será mejor que creas al pobre chico. No hemos hecho nada. Él está demasiado enganchado a tu culo, de todas formas." Habló ella, entonces se rió disimuladamente. "Bueno, no literalmente, claro. Obviamente no eres del tipo anal."

Mis ojos se ampliaron, sintiendo mis mejillas arder por sus acusaciones. Calum la miró, sus ojos prácticamente disparando dagas en su dirección, lo que sólo hizo a la odiosa chica reír. "Créeme, todo lo que Calum y yo hemos hecho es hablar. Y nuestra conversación era sobre ti de todas formas. Ahora si no os importa, me voy." Declaró Reagan, deslizándose más allá de mí para salir por la puerta principal.

Calum exhaló una profunda bocanada de aire, como si la hubiera estado aguantando durante todo este encuentro. Yo seguía un poco perpleja por todo lo que acababa de presenciar.

"Así que, ¿cómo ha ido tu sesión de fotos?" Preguntó despreocupadamente.

Fruncí mis cejas. Mi lengua se deslizó contra mis labios, humedeciéndolos ya que se habían vuelto increíblemente secos en esos últimos minutos. "Um, ha ido bien." Respondí tímidamente, ni siquiera haciendo contacto visual con él.

Calum suspiró pesadamente, cogiendo mi mano y llevándola a sus labios. Casi me estremecí. "Cass, lo siento. Ella ha irrumpido aquí. Pero tienes que creerme cuando digo que no ha pasado nada. Intenté hacer que se fuera, pero acabamos hablando. Y era una conversación que necesitaba."

Tragué saliva. Deseaba ser la chica en la que él pudiera confiar. No quería que mi propio novio pensara que no podía hablarme sobre lo que fuera que estuviera en su mente. Siempre nos hemos contado todo el uno al otro. "Uh, ¿sobre, sobre qué hablabais?"

Su cara empalideció en segundos. Esa misma mirada de culpa que siempre podía ver a través de sus características. Su mandíbula apretada, haciendo que el hueso sobresaliera aún más de lo normal. "No puedo decírtelo."

Giré bruscamente mi cabeza hacia él, de repente rabia burbujeando a través de mí. "¿Qué quieres decir?"

"No es nada malo, Cass." Me aseguró Calum.

"Si no es malo puedes decírmelo. Demonios, incluso si es malo puedes decírmelo. Puedes decirme lo que sea." Declaré, sintiendo mi labio empezando a temblar. "¿No ha dicho ella que estabais hablando de mí?"