Roommates || Calum Hood (español)

Capítulo 8 // "Press Conference"

·Calum

"Lo siento." Admití incómodamente, rascando mi nuca mientras miraba a Reagan vestirse lo más rápido posible, con sus mejillas tintadas de un rojo brillante. "Pensaba que tardaría más en llegar a casa."

Reagan se encogió de hombros, rápidamente torciendo su enmarañado pelo en un nudo en la parte superior de su cabeza y colgando su pequeño bolso encima de su hombro. "Está bien."

Asentí, mordiendo mi labio mientras intentaba pensar en algo apropiado que decir. Difícilmente he tenido alguna vez una conversación de verdad con Reagan. Era algo mutuo. Ella estaba persiguiendo sus quince minutos de fama, y yo perseguía algún tipo de afección en este brutalmente solitario estilo de vida en el que vivía. "Te, um, ¿te llamaré?"

Reagan se rió a medias, dejando un beso final en mis labios hinchados. "Calum, sabes muy bien que no hacemos eso. Pero cuando quieras una segunda ronda sin ninguna interrupción, házmelo saber."

"Vale. Adiós, Reagan." Llamé, subiendo mis pantalones por mis bronceadas piernas y sin molestarme de ponerme otra vez mi camiseta. Aunque hacía un poco de frío fuera esa noche, pero eso era posiblemente por el hecho de que Cassidy estaba a punto de perder su calma.

Salí de la habitación después de escuchar a Reagan desaparecer de mi nuevo hogar, entrando en contacto con una enfadada Cassidy encaramada en nuestro sofá. Me miré rápidamente en el espejo, encontrándome con una línea de chupetones cubriendo la superficie de mi piel en mi cuello. Si no cubría eso para mañana estaría en un gran problema.

Cassidy cruzó sus brazos sobre su pecho expectante, y finalmente rompí mi perezoso trance para encontrarme con su mirada. "Eres un cerdo." Estalló. "Ni siquiera te preocupas por esa chica. Es repugnante. No has cambiado ni un poco, ¿lo has hecho?"

"Cass." Gruñí, frotando mis manos contra mis párpados como si ella se hubiera desvanecido cuando los abriera. "No es asunto tuyo. Y no esperaba que llegaras a casa tan pronto."

"¡Estabais en mi cama! ¿Cómo no va a ser asunto mío?" Chilló, entonces se encogió visiblemente mientras pensaba en nosotros dos yendo al tema como conejos en su colchón. "Esta noche dormiré en el colchón inflable, puedes tener mi cama. Solo cambia las sábanas por el amor de dios."

Cassidy se fue pisoteando fuertemente como la pequeña mocosa que era. Rodé mis ojos ante su infantil sobreactuación, pero aun así obedecí sus órdenes. Quité las sábanas de la cama y las puse en la cesta de la lavandería, entonces encontré un par de sábanas diferentes para envolver la cama en su lugar. Considerando el hecho de que mañana nos teníamos que levantar temprano por una estúpida conferencia de prensa, me tumbé en la cama y recosté mi cabeza contra la almohada.

Bloqueé mi móvil después de desplazar mi dedo por él sin pensar al mismo tiempo que Cassidy entró en la habitación, ahora vestida con su pijama y el maquillaje que llevaba previamente ya no estaba pegado a su cara. Dejó escapar un pesado gemido mientras se tumbaba en el colchón inflable en el suelo, envolviendo la sábana alrededor de su pequeño cuerpo.

Un incómodo silencio cayó sobre nosotros. Nunca fue de esta manera cuando éramos amigos. Solíamos meternos en problemas por hablar demasiado. Por supuesto, arruiné eso, pero en instancias como estas no había nada más que el sonido de nuestras exhalaciones llenando la habitación, casi prefería tenerla chillándome por algo estúpido.

"¿Cómo ha sido tu cita con Luke?" Espeté, manteniendo mis ojos en el techo blanco puro por encima de nuestras cabezas.

"Corta." Contestó Cassidy vagamente.

"Justo como su pene." Murmuré, no siendo capaz de morderme la lengua y pararme a mí mismo de decir una broma sucia.

Esperaba que Cassidy rodara sus ojos o me chillara o me tirara algo con tanta fuerza que aparecería una contusión morada en mi cara. Pero nada de eso pasó. Ella en realidad dejó escapar una débil pequeña risa. Fue silenciosa, y apenas duró un segundo, pero era la primera vez en años que la oía reírse y tío, fue genial.