Harry
Mis dedos tamborileaban la silla de la sala de espera, la consulta debió haber comenzado hace media hora, como todos los días, pero esta vez estaban tardando más de lo normal en hacerme entrar, me había apresurado a llegar en vano. No fue diez minutos después cuando apareció Susan saliendo del elevador, la cabeza en alto y la mirada fija en mí desde que me reconoció entre el conjunto de personas que esperaba conmigo ser llamados. Ella llegó en frente de mí y dijo
—El tráfico es imposible, no sé cómo vivo aun en esta ciudad, lo siento— comentó con un poco de arrepentimiento por su supuesta tardanza, ella no tenía que hacer eso de venir a cada consulta pero era demasiado buena. En el momento que se me ocurrió responderle con lo que antes había pasado por mi mente ella volvió a hablar —espera un momento que haré que te dejen entrar ¿bien?— se le escapó un suspiro largo, agarró con más fuerza la cartera que colgaba de su hombro y retomó el camino hacia el pasillo de las oficinas ¿cómo podía ella solo llegar y hacer eso, era siquiera legal?
Pasaron cinco minutos cuando ella regresó por el mismo pasillo, ahora tomando directamente mi brazo, sin nada que decir más que una sonrisa extraña en su cara, se encargó de guiarme por el camino que ya me había aprendido de tanto recorrerlo, si no estaba en casa, estaba en este hospital
—¿Estas bien? te ves un como nerviosa— atiné a decir mientras caminábamos calmados, ella solo asintió con esa sonrisa manteniendo el silencio hasta que estuvimos frente a la puerta del doctor. Ella abrió sin tocar y me llevó con ella hacia adentro, cerrando la puerta tras de nosotros, dejándonos a la vista del hombre que también acostumbraba a ver
—Harry— el doctor murmuró en forma de saludo, pasó una mano por su cabello y pidió que tomará asiento, comenzó dando indicaciones y conversando conmigo como en cada consulta, nada nuevo, hablamos de la infancia y de la escuela hasta que llegamos al punto de como conocí a Kate, nuestras charlas casi siempre terminaban en ella, tal vez porque era mi razón de estar aquí y una las personas más importantes que había pasado por mi vida. Cuando Susan dejo la sala excusándose con una supuesta llamada el doctor carraspeó y se atrevió a preguntar por mi divorcio, Susan debió haberle contado algo porque pregunto directamente sobre el acuerdo
—Ella lo quería así y yo lo he cumplido, estoy tratando de ser alguien bueno— le respondí y el asintió analizando cada palabra, no podía evitar una sonrisa porque me estaba enorgulleciendo de mí mismo
—¿Han hecho separación de bienes? ¿Cómo lo has hecho? Los divorcios son difíciles, he pasado por unos cuantos—
—Solo división monetaria, la casa me la he quedado por mis tíos— sonreí y el volvió a asentir
—Eso es excelente Harry ¿Eso significa que todo está listo? ¿Kate y tú ya no conectan en nada?, son como dos personas nuevas tratando de conocerse otra vez— dudé un poco hasta responder con un sí, ella y yo no teníamos legalmente nada que ver el uno con el otro más que un divorcio, pero estaba seguro de que eso no duraría mucho
—¿Te molesta si le mando unos mensajes a mi hija?— levantó el móvil después de haberlo sacado del bolsillo de la bata blanca, negué —Ella está embarazada y estuvo con contracciones o algo parecido hace poco, estoy un poco preocupado— soltó una risa nerviosa y un suspiró, tecleando en el móvil algún mensaje paternal un poco después, mientras seguía en ello, agregó —Mi primer nieto—
Y comencé a pensar en una familia, ser padre o ser hijo, pertenecer a una familia, negué y evité pensar en ello de momento, podía atormentarme a mismo luego. Mientras dejaba al hombre tranquilo mandar mensajes con su hija observaba nuevamente la sala con atención, siempre lo hacía cuando las preguntas me incomodaban o me daban un poco de tiempo para respirar de tantas cosas que tenía que responder, nunca había nada nuevo, la pintura antigua nunca era removida ni cambiada, el reloj nunca dejaba en insistente sonido del segundero. Para cuando Susan volvió a entrar el doctor aun seguía con la vista fija en el móvil pero sin mover ya los dedos
Susan solo se paró a una distancia prudente y me miró y miró al doctor, tenía sus manos en puños a los costados y parecía que no podía sacar las palabras de su boca
—Tengo... oh Jesús, Harry, ha pasado algo muy malo— sus ojos se cristalizaron y muchas ideas pasaron por mi cabeza
—¿Qué pasó?— hice el intento de pararme de mi asiento, tal vez a alguien de sus familia le había pasado algo, tal vez necesitaba un abrazo, pero ella solo extendió sus brazos, pidiéndome distancia y haciéndome regresar al asiento, cuando cumplió esto se dio la vuelta y comenzó a sollozar, no me gustaba ver a la gente llorar de tristeza
—No puedo, no puedo— veía como negaba la cabeza aunque me estaba dando la espalda, no estaba entendiendo pero de seguro esa llamada había sido muy importante
—¿Qué pasa Su?— ella volteó rápidamente una mano tapando su boca mientras que con la otra rodeaba su estómago, sus ojos rojos queriendo decir muchas cosa a la vez pero no podía descifrar nada. Dio un suspiro finalmente para comenzar a hablar
—Es Kate— logró formular, yo abrí los ojos de sorpresa ¿Kate? ¿Había dicho Kate? ¿Mi Kate?
—¿Qué pasa con ella? ¿No está feliz con los términos del divorcio?... Antes de llegar me dijeron que todo estaba listo, ella había firmado— mi labio tembló un poco
—Eso ya no sirve Harry— dijo Susan con un tono compresivo, tal vez demasiado para cómo se encontraba
—¿Por qué ya no? ¿Qué ha pasado Su?— fruncí el ceño y esperé un respuesta, estaba poniendo todo el control que podía en mi para no obligarla a hablar de mala manera, de verdad lo estaba intentando pero verla sin soltar nada me ponía aún más nervioso
—Ella murió—
Y todo parecía tener menos sentido de lo que ya lo tenía ¿estaba jugando? ¿Cómo ella podía estarlo? Kate no podía estar muerta porque ella estaba bien, es joven y aún le queda mucho tiempo como para estarlo, ella solo no podía estarlo
—No— gruñí —No puede estarlo, ella no—
—Lo está Harry— murmuró Susan. Me levanté de mi asiento y la tomé por los hombros para sacudirla
—¡Harry, contrólate un poco, cuidado!— reclamó el hombre pero no le di importancia, esto era demasiado para procesar
—¿Cómo? ¿Quién te lo ha dicho? ¿Qué pasó?— las lágrimas salían una tras otra y no hablaba solo de mí, Su también estaba afectada, pero yo estaba roto
—Ella fue arrollada— sollozo —¡Ya nada sirve! ¡Ella no está! me llamó personal del hospital, mi número había sido el último en ser marcado, ella alcanzó a llegar a emergencias pero no sobrevivió a ello, fue arrollada al cruzar la calle, un bus pasó por ella—
—No puede— sacudí a mi amiga una vez más, ella hizo que la soltara y me abrazó, hundí cabeza entre su cuello y su hombro y lloré como nunca antes lo había hecho, no quería creérmelo pero la parte razonable en mi me decía que era cierto, que esto era una mierda, que Su no mentía y que no volvería a ver a Kate nunca más, el amor de mi vida, por la persona que me había dispuesto a cambiar había muerto y ya nada valía la pena
¿Cuánta mierda tenía que pasar por mi vida para que esta se volviera normal? Todo dolía mucho, demasiado, Kate era demasiado importante para mí y eso me destroza, ella iba a darme una oportunidad y todo se fue a la mierda. Odio esto, odio todo
—Ya Harry— la triste voz de Su se escuchó muy cerca de mi oído, en un intento de calma, como una madre consolando a su bebé pero esto no estaba funcionando conmigo. Quería ver a Kate una vez más, pensar que la última vez que lo hice fue hace mucho tiempo hacia que esto doliera mucho más, mis últimas palabras hacia ella no habían sido las correctas ¿pero qué sabía yo que esa sería la última vez? al menos había prometido algo y había tratado de cumplirlo lo más que podía
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Woah, nuevo capítulo, ya saben ;) espero que les guste y que me comenten algo para saber su opinión de la historia en general, saberlo es importante para mi así que se los agradecería un montón. Eso sería todo, adiós. ♥
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Beast |h.s|
FanficEres solo una estatua del chico que solía conocer. advertencia de contenido delicado @somedayniall