Mientras pasaban los meses la estrecha relación entre Harry y Kate se transformaba en casi una fantasía, las constantes llamadas ya no se le podía describir como constantes y las antiguas preocupaciones disminuían. Kate, en casa, donde las calles se encontraban atestadas de abundante nieve, había logrado completar uno de sus objetivos, lograr mantenerse en forma y comenzar, poco a poco, a quererse a si misma. Por otro lado, para Harry las cosas no iban igual de bien, el había conocido a lo que podríamos llamar su 'familia' y se había adaptado a ella, pero en vez de comportarse como debía, él hacia lo contrario, tomaba alcohol como si este fuera agua y él estuviese sediento cada noche, bailaba y coqueteaba en cada salida con una chica distinta, sin pasar de besos y toqueteos nocturnos. Había terminado su trabajo allí hace semanas pero él ya no tenía las ansias de volver, se había olvidado de Kate todo este tiempo.
Y de un momento a otro, un mínimo detalle mal planeado puede hacer que el estado cambie, como ahora.
Kate
Apenas vi el autobús a lo lejos comencé con mi pequeña carrera hasta la parada de autobuses a una calle de aquí, troté sin estropear el ritmo y cuando llegué al lugar, el autobús había abierto las puertas y yo era la última en entrar.
Luego de todo el lío en la paga y ello, caminé hasta la última parte donde habían unos cuantos asientos vacíos. Definitivamente la gente -los hombres más que mujeres en realidad- no mantenían una mirada extraña frente a mi, había estado haciendo todo los ejercicios posibles y había alcanzado todo ello que yo quería físicamente, hoy también era un día importante de igual modo, cambiaría completamente mi armario a ropa que ahora me quedara y con la cual también me sintiera a gusto, esto sería increíble.
Luego de dos paradas de buses más me bajé frente al centro comercial cerca del gimnasio, este camino que yo me había memorizado en tres meses. Di un suspiro, ayer había estado aquí y había sido mi última clase con Ian, desde ahora yo solo vendría a hacer mi propia rutina así que todo sería más complicado, esperaba poder mantener así.
—Buenas tardes señorita, ¿necesita ayuda?— preguntó una mujer rubia, acercándose a mí, cuando yo acababa de entrar a la tienda. Le devolví la sonrisa por un momento
—Estaré viendo por un rato—
Y así hice, pasé por cada lugar de la tienda buscando algo de ropa que me gustara sin necesidad de ir a otras tiendas, freshness era mi tienda favorita desde hace tiempo y solo hace algunas semanas me había atrevido a venir para asombrarme aún más con ella. Me probé camisetas de muchos colores, vestidos hermosos, faldas algo cortas y distintos tipos de pantalones, incluso unos cuantos adornos de joyería que tenía un pequeño sector de la tienda y zapatos altos, había pasado una hora y media y yo ya tenía todo lo que necesitaba al parecer.
La mujer que me habló al entrar se acercó y me vio cargar con todo, así que me ayudó, preguntó si lo compraría sin llegar a ser descortés y me cobró ella misma. Cuando terminó de revisar y nombrar el costo total de todo, saqué la billetera de mi bolso.
—¿Tarjeta?— asentí y la extendí hacia ella. Mientras otras dos chicas colocaban la ropa en la menor cantidad de bolsas posibles para que fuese más fácil para mi con estas.
Con mis datos listo, terminé de pagar todo ello, tomé de vuelta la tarjeta y junto con las seis bolsas, salí de allí con destino a casa nuevamente, pero antes, retiraría un poco de dinero de Harry para tener cambio a la hora de pagar, pensaba aprovechar ir a por un helado pero no estaba completamente segura de poder soportarlo sin luego tener una sesión de ejercicios.
...
Mientras leía acostada en la alfombra de la habitación uno de los libros que me habían interesado hace unas semanas de la biblioteca, el móvil sonó de fondo, dejé marcada la hoja en la que iba y me levanté con facilidad del piso tomando el artefacto de la mesita.
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Beast |h.s|
FanfictionEres solo una estatua del chico que solía conocer. advertencia de contenido delicado @somedayniall