Capítulo 21

1.3K 80 7
                                        

Harry

El día había llegado, llevaba al menos tres horas dentro del auto en un estacionamiento cualquiera a unas cuantas calles de donde Kate actualmente vivía, miraba con atención la cámara esperando que ella saliera por cualquier cosa a la calle, pero simplemente no lo hacía y parecía que no lo haría, hasta ahora.

Ella abrió la puerta de su departamento luego de un rato y miró todo el terreno que le rodeaba hasta sentirse lo suficientemente segura como para salir, caminó y la perdí de vista así que suponía que estaría esperando el elevador para bajar. Emocionado por completo encendí el auto y lo hice marchar fuera del estacionamiento hasta quedar un poco más allá de la puerta del hotel, no pasaban muchos autos por aquí así que simplemente me detuve,  orillándome un poco, el auto era nuevo así que no lo reconocería, por lo cual suponía que quien lo conducía no le llamaría mucho la atención. No pasó mucho más hasta que salió del hotel, caminando en la dirección contaría de la mía, obligando a girar el auto completamente para seguirla, justamente tenía que ir en la otra dirección. No perdí su paso hasta un par de calles, cuando ingresó a una tienda cualquiera, entonces aproveché ese tiempo para aparcar el auto imprudentemente lo más cerca que pude, bajé y caminé hasta la entrada para verla terminar de pagar por un producto y salir pronto del lugar con una bolsa y la cabeza gacha, no pareció haberme notado en lo más mínimo, es cuando sale y tomo su brazo cuando se da cuenta obviamente de mi presencia, palideciendo y curvando la boca en lo que parecía una expresión de susto.

—Harry— pronunció como si yo fuera un muerto que acaba de revivir, trató de zafarse pero sin que yo se lo permitiese —¿Qué haces? ¿Qué quieres?— murmuró con la cara más vulnerable que había visto en ella, sus ojos botaban lágrimas desesperados y sus labios ahora tiritaban.

—Yo-— y solo eso basto para derrumbarme, esa muestra de que realmente yo la asustaba o lo que sea, me hizo olvidar completamente mis motivos, algo que me estaba dando vueltas por la cabeza últimamente había logrado colarse en mi completamente, yo realmente la estaba dañando sin darme cuenta o tal vez solo no quería aceptarlo, la obsesión me estaba matando. La solté y traté de no llorar como ella lo estaba haciendo —Kate— la llamé, tratando de acercarme pero ella retrocedió —No pienso hacerte daño— dije y próximamente miré lo que nos rodeaba, la gente estaba tomando atención en nosotros lo que realmente no se me hacía cómodo, opté por la que parecía la mejor idea.

La volví a tomar del brazo -no sin que ella antes tratara de evitarme otra vez- y la hice caminar hasta un callejón a unos pasos de nosotros, ella parecia como si realmente pensara que yo quería raptarla y llevarla a un lugar muy lejano, lo cual me molesto un poco a pesar de que ese fuese el motivo real por el que llegué aquí. Estúpido, estúpido, estúpido.

—Creo que yo me estoy dando cuenta de lo que estoy haciendo— me miré las manos como si estas estuvieran sucias, aunque de alguna manera yo las sentía así —Quiero tu perdón Kate, y aunque solo pasó un momento de que me acabo de dar cuenta, estoy completamente seguro de que quiero que me perdones—

—Harry esto no es tan sencillo— habló tras unos minutos que parecieron eternos, con la voz agudizada —Solo, no lo es—

—Kate— la volví a llamar, llorando ahora porque ella también lo hacía, hace tiempo no me daba cuenta de lo que sus ojos realmente demostraban a la hora de llorar. Soy un idiota —Se lo que hice y en serio quiero tu perdón, cambiaré, haré todo lo que tu digas, pero Kate, no quiero seguir con esto, de estar sintiéndome mal cuando te veo, me siento tan culpable, me hace pensar que en serio quiero cambiar—

—No olvidaré todo lo que pasó, nunca lo haré en realidad, pero que tú quieras demostrar esto, es importante— medio sonrió entre el llanto —pero no es el momento, aléjate por favor— murmuró incómoda, me alejé un pequeño pasó para continuar.

—¿Qué puedo hacer?— pregunté con desesperación, de un momento a otro mis pensamientos habían cambiado completamente y no sabía cómo eso podría haber pasado así, es tan raro todo esto —Solo pídelo, confía en mí, trataré de todo, esto se siente tan mal—

—Tú— titubeó y yo trataba de animarla a que hablara pero cada palabra que salía de su boca me hacía dar cuenta lo mucho que le costaba hablar conmigo —Tu podrías buscar ayuda profesional ¿tal vez?— dudó pero sabía que ella lo decía en serio, ella pensaba que yo necesitaba un médico, un psicólogo, tratarme y ver que tan loco estaba, tal vez si lo necesitaba y mientras me ayudaban a salir del infierno que hay en mi cabeza, Kate dejaría de desconfiar tanto de mí. Asentí entonces.

—Lo haré, en serio lo haré—

Ella asintió de vuelta y se aferró más a su bolso, rasqué mi nuca incómodo, ya no sabía qué hacer ni cómo tratarla, no es que esperara que todo volviera a ser como antes, cuando estábamos juntos, pero algo faltaba. Me acerqué a ella mientras miraba hacia otro lado y sin pensarlo dos veces la abracé, ella en realidad si se resistió y no dejó de estar tensa hasta que la solté pero ese pequeño acto era todo lo que necesitaba por ahora.

—Tengo que irme ahora— dije —y creo que no quieres que te lleve a tú casa— volví a rascar mi nuca —así que solo me iré y prometo regresar cuando todo esté un poco mejor, con pruebas o algo, se que seguirte no fue la mejor manera pero fue la única que encontré— aunque no era mi propósito en un principio pero ella no lo sabría —Adiós Kate, pronto sabrás de mí, cambiaré y por último, perdóname— sonreí como un idiota, suplicando con cada gesto y movimiento, ella solo asintió frenética hasta que yo salí completamente del callejón. Subí a mi auto y esperé a que ella saliera de la oscuridad para volver a casa, pero cuando salió del lugar, sin darse cuenta de mí nuevamente, ella estaba llorando otra vez y no sabía lo que eso significaba ¿tanto miedo le daba? tal vez mis palabras no servirían de nada y eso me preocupaba por primera vez en mi vida, no fue hasta que la vi alejarse tan rápido -como si creyera que yo aparecería nuevamente para raptarla- que me fui de vuelta a esa basura gigante que llamo casa.

Yo en serio iba a tratar de cambiar, no iría todo en vano y por eso cuando llegue a casa lo primero que hice fue llamar a Susan y pedirle su ayuda, explicando un poco por lo que pasé y lo que finalmente quería; atención médica. Ella aceptó como buena persona que ahora se dedicaba a ser conmigo, prometió llamar apenas terminara nuestra conversación a los mejores especialistas para todo esto, se lo agradecí un montón para después despedirme finalizando la conversación prontamente. Mientras más rápido era todo menos tiempo había para arrepentirme, aunque creo que no llegaría a ser tan cruel como para dejar de sentirme así de mal, nadie sabe lo que pasa por mi cabeza, ni yo mismo hasta ahora.

Una hora después Susan volvió a llamar, tenía buenas noticias, mañana mismo tenía una hora para atenderme con un médico que supuestamente era muy reconocido, creyendo en su palabra acepté y me dio la información que necesitaba: solo ir a la clínica privada de la ciudad, confirmar con mis documentos mi asistencia a las tres en punto y finalmente ingresar con el doctor, psiquiatra o psicólogo, sea lo que sea que Susan haya decidido por mí, a quien ahora tendría que confiarle mis secretos, un tal Niemann. Esperaba que esto al menos valiera la pena.

Ya a la hora de dormir, mientras estaba recostado en la cama solitaria que alguna vez había utilizado para hacer cosas malas, me acordé de Kate nuevamente, ¿cómo estaría ella con todo lo que le había dicho? ¿Habría creído que había usado drogas con anterioridad para decir todo lo que dije? porque ni yo esperaría un arrepentimiento de mi parte, tal vez solo estoy cambiando, imaginado que soy alguien diferente. Suspiré y sin poder evitarlo tomé el móvil de la mesita al costado de la cama, abriendo la aplicación que había usado para ver lo que la cámara espía visualizaba, sabía que nada aparecería en ella pero me sentía extrañamente tranquilo sabiendo que tal vez, detrás de esa puerta, Kate estaría pensando en mí.

Algún día incluso, en un futuro que no parece cercano, podríamos relacionarnos como personas normales, como adultos sin problemas. Todo podría ser diferente si tan solo los impulsos no me controlaran completamente, iría por ahora, paso a paso, a mejorar, a dejar de ser la bestia en este cuento.



Beast |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora