Kate
—Tranquila— dijo Ian cuando terminé de contarle, me estaba abrazando tal cual yo necesitaba —Él es un hijo de puta, lo sabía, él nunca te mereció ni te merece aun Kate— susurró con algo de enojo e impotencia, mientras acariciaba mi cabello lo cual me recordaba mucho a mamá, era algo extraño, pero se sentía bastante bien.
—Le tengo miedo— murmuré mis verdades, tenía un oído amigo a quien contarle esto y no podía evitar querer decírselo —Todos estos años yo no me he podido ir, no tengo a donde y ni siquiera trabajo como para ser independiente. Mis padres murieron hace mucho y mi familia pareciese que murió con ellos, ni siquiera han llamado una vez para saber como estoy, ni hablar de amigos, he perdido a todo el mundo por culpa de él— pensé un momento eso —Por culpa de él no, fue mi culpa, soy tan estúpida ¿cómo pude enamorarme de él?—
—Eso no es tu culpa, el fingía para encantarte Kate, él nunca te demostró lo que era realmente, claro, hasta ahora. Pero ahora no te preocupes de eso ¿Tú crees que él vuelva para mañana?— preguntó separando sus brazos de mí y acomodándose a mi lado.
—No lo creo, debe conseguir sus boletos y el viaje tarda— contesté evitando lloriquear, lo que fue imposible. Ian mantuvo el silencio un tiempo más, pensando, mientras yo me fijaba en la habitación y lo vieja que parecía.
—Tengo un lugar, podría conseguirlo para mañana... Tendrías que venir conmigo hoy y ya estaría todo solucionado, no tendrías la necesidad de volverlo a ver y él no sabría donde estás. ¿Él se está esperando esto? digo, que tu huyas—
—Eso estaría bien— sonreí con los ojos igual de húmedos que antes —No te preocupes por hoy, de todos modos tendría que arreglar mis cosas, una noche aquí no puede hacerme más daño del que me ha hecho este último tiempo. Él sabe que yo quiero huir pero también sabe que no sé cómo, él probablemente cree que no puedo separarme de él o algo así— después de pasar mi manga por mi nariz, murmuré —¿Cómo conseguirás ese lugar?—
—¿Estás segura? No me molestaría llevarte a mi departamento esta noche, ayudarte no sería un problema, ese lugar era el departamento de mi padre de soltero, ahora se está buscando alguien que lo arriende pero por ser tú, será completamente gratis, solo debo conversarlo—
—Estaré bien, supongo que me ayudas demasiado— le abracé siendo correspondida de inmediato —Gracias Ian, muchas gracias. No sabes cuanto te quiero—
—Y yo a ti Kate— suspiró —Y yo a ti— él se aseguró de abrazarme lo necesario. Él era la mejor persona con la cual podría haberme encontrado.
...
Ian se fue unas horas más tarde, después de lograr consolarme y sacarme una sonrisa, había hablado conmigo de cosas sin mayor importancia las cuales me hacían reír de vez en cuando, por un momento haciéndome olvidar la realidad, eso solo lo podía producir el encanto de Ian. Cuanto le demostraba cuanto me arrepentía de no haberle tomado tanta importancia cuando yo era amiga de su hermana, él era absolutamente increíble y decía que no importaba. Y bien, ahora que yo me encontraba aquí, sola, era cuando mis miedos salían a flote, espantándome, ellos supongo siempre hacían lo mismo. Todo el mundo al vivir cosas malas suele tener 'sus monstruos' una expresión que se usa para cuando tus peores pesadillas parecen rodearte, supongo que Harry al ser una monstruo real se transformaba en mi bestia. Creo que yo no le desearía estas sensaciones a nadie.
Nuevamente yo estaba sentada en la alfombra con una maleta abierta y rodeada de ropa, acomodando esta última pero esta vez algo más centrada. Empaqué todo lo que pude y sentí que necesitaba, incluso dinero que Harry había dejado en los cajones y su escritorio, no debía dejar que Ian se encargara de mi vida, incluso yo creo que podría pagarle todo esto cuando este un poco mejor de dinero. Cuando terminé con todo este desastre, el cielo había oscurecido bastante, eran las once de la noche en realidad y yo necesitaba dormir un rato, de todos modos mañana tendría que hacer varias cosas al parecer. Cada vez que recordaba las maravillas de cosas que ese chico, Ian, estaba haciendo por mí me hacía sentir aún mejor, cuanto afecto ahora yo le tenía por todo esto.
Entonces antes de recostarme me di una ducha bastante rápida, la ducha normalmente era esa cosa que te hacía pensar mucho sobre lo que te pasaba o al menos eso a mi me sucedía, eso y ese momento antes de dormir que un mundo de ideas se creaba en tu cabeza y lo único en lo que no pensabas era en dormir. Deseaba que hoy no fuese una de esas noches, deseaba que mi cuerpo estuviese lo suficientemente cansado como para dormir de inmediato. Supongo que soy una persona que piensa demasiado.
Pero al recostar mi cuerpo, envuelto en el pijama que usualmente usaba, contra la cama no ocurrió nada nuevo, solo estaba yo en una habitación oscura con un reloj contando minutos. Al no encontrar manera de conciliar el sueño recosté mi cabeza contra la almohada, cerrando los ojos y evitando ver lo que me rodeaba, me sentía cansada y no podía dormir.
Cuando parecía haber no podido aguantar más el sueño me entraron unas ganas de beber un poco de agua, así que como extraña persona me levanté de la cama y baje las escaleras para llegar a ella, con la luz encendida en caso de cualquier cosa (y con cualquier cosa me refiero a cualquier estúpido miedo que forme mi cabeza estando yo aquí y no en el refugio de mi cama) me dispuse a beber un poco de aquel líquido. Cuando todo estuvo listo y perdí la mayor parte del miedo salí de la cocina apagando la luz en dirección a la sala, donde estaban las escaleras. Una cosa extraña era también lo demasiado oscuro que se veía todo, usualmente la luna reflejaba un poco de luz pero estaba en esta situación que no lograba ver nada, la ventana solo emitía luz en un pequeño sector que la rodeaba. Me acerqué a la ventana al verla abierta, no sé cómo no me había dado cuenta de ello antes, podría alguien fácilmente entrar. Soy muy descuidada algunas veces, antes no me preocupaba de estas cosas.
Cuando estuvo cerrada unos brazos, supongo yo, rodearon mi cintura asiéndome gritar todas las groserías que conocía, di media vuelta para ver de quien se tratara y con la poca luz susodicha vi el pálido rostro de Harry pero una versión mucho más extraña, parecía casi un monstruo.
Esta imagen no desaparecía de mi cabeza, hasta que al acercarse más a la luz su rostro volvió a ser el mismo, él abrió la boca y yo temía lo que diría.
—Hola cariño, ¿Me extrañaste?— lloriqueé un momento al oír su ronca voz a mi lado, al sentir sus asquerosos brazos rodearme. No saben cuántas ganas tenia de gritar que se callara, que se fuera o que simplemente lo odiaba pero ahora mi voz no lograba salir de mi garganta —¿Por qué no me das un beso?— preguntó y yo seguía llorando, traté de zafarme pero me di cuenta que todos mis intentos por hacerme más fuerte y mejorar, no habían hecho mucho efecto, seguía siendo la misma estúpida de siempre, la que se puede romper con solo oírlo.
Su cabeza cada vez estaba más cerca y yo estaba como una completa estatua, por un momento me sentí agotada y asfixiada. Entonces cuando creía que la parte más terrible venía, aparte de saber que ya no tenía escapatoria, él había vuelto y yo tendría que vivir el resto de mi vida junto con él lo cual también se sentía como vómito, un beso se aproximaba pero algo no estaba bien, sus suspiros pesados y cortos, sus susurros estúpidos, los cuales no extrañaba específicamente y su olor, él no lo olía a Harry, él no era Harry. Entonces pasó lo que debía pasar desde un principio, desperté.
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Un saludo para mi querida compañera de curso que lee esto, porque ella me estaba diciendo en clases las cosas que ella creía que pasarían en la fanfic y bueno, después fue como 'creo que estoy discutiendo de lo que pasara después con la escritora'
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Beast |h.s|
FanfictionEres solo una estatua del chico que solía conocer. advertencia de contenido delicado @somedayniall