Beast |h.s|

Capítulo 5

—Puedo explicarlo— mentí y él me miró como si me pudiese deshacerme con sus ojos —Pu-puedo explicarlo— seguí tartamudeando, en serio necesitaba un buen argumento.

—¿Explicármelo? ¿qué podrías explicarme?— gritó, mi cuerpo se sacudió bajo su tono —¡Te pedí un puto hijo, uno! ¡¿y tú que haces?! ¡tomas pastillas anticonceptivas y lo evitas!—

Miles de respuesta coherentes y poco coherentes pasaban por mi cabeza en ese momento, pero ninguna de ellas salía de mi boca, se me formó un nudo en la garganta mientras mi labio inferior tiritaba, una especie de tic que se había adherido a mí en este tipo de situaciones. Él mantenía sus puños apretados a sus costados con el ceño fruncido, estaba ardiendo en furia y esperando a que yo dijese algo, alguna respuesta exacta para calmarlo antes de que explotara y me hiciera daño.

—Yo— murmuré muy bajo, el cerró sus ojos, probablemente evitando la tentación de tomarme entre sus brazos y lanzarme por la ventana. Rápidamente y sin pensarlo, solté lo que mi cabeza estaba reteniendo —Yo no estaba preparada... no estaba preparada... para un bebé—

—¡Y que! Simplemente te pedí un hijo, nada más ¡deberías arrepentirte! ¿¡por qué lo hiciste?!— siguió con su lío luego de abrir los ojos, yo comencé a hacer muecas y él a lanzar suspiros pesados. Yo también estaba enojada, él era idiota ¿Por qué no podía entender? él era un hijo de puta conmigo... era obvio que no quería tener un hijo de él... estaba segura que yo también estallaría si esto seguía, hasta los más débiles tenemos límites —¡¿Por qué eres tan estúpida?!— volvió a rugir, sosteniendo mi muñeca al aire, este era el límite.

—¡No me arrepentiré de no haber quedado embarazada de una bestia como tú!—

¿Lo grité? ¿enserio lo hice? Me quedé completamente congelada, el paró de golpe, momentáneamente, se había sorprendido tanto como yo. El efecto no duró mucho, sus ojos se oscurecieron y su respiración se aceleró mientras todo su cuerpo se tensaba, podía notarlo.

—Te he aguantado de todo— susurró repentinamente lanzándome hacia la pared, su tono hacia aún más terrorífico esto, él estaba tomando mi cuello con una mano, ahorcándome, ahogándome —De todo— continuó mientras yo me movía debajo de su mano tratando de tomar un poco de aire —Y vienes con esto— el agarre se soltó un poco hasta que dejó caer su mano a su costado, me toqué débilmente el cuello y comencé a respirar rápidamente todo el aire que sentía que necesitaba, para luego tener un ataque de tos.

Era completamente temible, los ojos cristalizados al menos no me dejar ver esa oscura parte de aquel chico desconocido ante mí, ese chico que me estaba destruyendo. Traté de articular alguna palabra de arrepentimiento pero no me servía mentir ahora, arruinaría toda y mi poca esperanza de salir estable.

—Escúchame bien— recuperó su tono grave y como si nada hubiese pasado, me dio la espalda con una cara neutra a la vez que arreglaba su corbata, yo asentí y el miró su reloj de pulsera y luego, volvió su cara para mirar a mis ojos —Te has salvado por esta vez Katherine, tendré que irme— sonrió sarcásticamente, se mordió el labio y continuó —pero cuando vuelva follaremos— o me violara —y conseguiremos ese niño que tan poco quieres. Solo prepárate—

Fueron sus últimas palabras, antes de darme un beso torpe y salir de la habitación con sus cosas anteriormente preparadas. Y otra vez no me pude mantener de pie y caí al suelo. Caí al suelo, sola, hasta escuchar el sonido de la puerta cerrarse y un auto en marcha alejándose.

...

Había pasado una hora y yo seguía recostada donde mismo, sin saber qué hacer y sin tener a nadie a quien contarle lo que había sucedido ¿Qué haría ahora? Él me había amenazado y no tenía nada que hacer. Nada. Mi cabeza daba vueltas, no sentía mis piernas aún y me preocupaba ello. El pánico y la histeria me hicieron arrancarme unos cuantos cabellos pero ya me encontraba un poco mejor. Un poco.

Me levanté con la poca fuerza que tenía y arrastré mis pies hasta el cuarto de baño. Ahí retiré cada prenda hasta quedar en ropa interior frente al espejo que cubría una de las cuatro paredes, mi cuerpo daba repulsión ¿Harry no se fijaba en eso? Era como una bola de grasa con celulitis y pelo, tenía ojeras y la piel caída, incluso pronto esto sería insalubre y yo no quería eso, aún era joven y podía salir adelante ¿no? mis ojos atentos en la parte del espejo que reflejaba mis piernas subieron a mirar ahora mi cuello, estaba rojo y me hizo recordar otra vez la situación, entonces tomé mi muñeca con la otra mano, la examiné y también tenía una 'mancha' roja, pronto un color morado la sustituiría, era notorio. Traté de bajar un poco el cabello amontonado, pero me lo había enredado mucho, ya al fracasar en eso, opté por tomar un baño.

Largué un suspiro y me despojé de estas últimas dos prendas y me adentré en el agua caliente que me esperaba. Tenía que relajarme y pensar que hacer, tensa no podría hacer nada, a pesar que faltan meses para que el vuelva, debó empezar ahora.

Porque yo seguía con la idea de irme. Y ahora tenía más razones por las cual hacerlo, no hay que negarlo.

Salí de la tina unos 30 minutos después, con una toalla rodeando mi cabello y una bata especializada para el cuerpo mojado, fui en busca de ropa. Abrí el armario para encontrarme con la conocidas vestimentas que he usado últimamente, tome unos jeans oscuros y una camiseta ancha y floreada para vestir en el momento, obviamente también tomé las demás cosas, no falta mencionarlo.

Al momento de secar mi cabello, pensé detenidamente lo que debías hacer, debía ser fuerte y cumplirlo así que no era cosa de un día, esto tardaría mucho y finalizaría con una clara demanda de divorcio y sin hijos ni violaciones, no más. Al terminar de cepillar mi cabello me puse firme, tenía una clara idea de lo que debía hacer -lo que debía, aun no sé si soy capaz de hacerlo, solo lo intentaría ¿Qué podría pasar si fallaba? Simplemente una vida de mierda, con un esposo de mierda e hijos arrogantes que no me quieran por ser una bastarda- entonces más calma y con algo de motivación comencé a hacer una lista mental de lo que quería, de mi meta.

Quiero un cambio físico, quiero dejar de ser lo que soy ahora, pero aún más importante necesito dinero, conseguir un trabajo, necesito estabilidad y si para ello te go que robarle a Harry no me sentiré culpable. Además he perdido mi lado social, necesito volver a comunicarme con otro gente, gente honesta y con una personalidad definida, que no tengan nada que esconder, no pido exactamente una familia, pero tal vez, en un futuro muy lejano, podría intentarlo.

Pero por el momento y sobre todo necesito huir, lejos y donde no pueda encontrarme ¿dónde? No lo tenía presente, pero lo haría y también, sin saber cómo, conseguiría ese divorcio.

Trataría por todos los cielos de cumplir todo lo que yo misma me estaba obligando a hacer, porque yo en realidad lo necesitaba, yo en realidad deseaba poder cumplirlo y es que esto no solo era un capricho -a excepción de probablemente lo del peso- él me estaba haciendo daño y yo no estaba ganando nada con ello. Debería añadir el hecho de desear que mis padres revivan porque no es más que una lista de sueños, pero lo evito, desearía volver a ser lo de antes, tener a mis padres conmigo, a mis viejas amigas y todo lo demás. Todo, todo lo demás, claro, menos él. Menos ese idiota que hace que yo pase por esto cuando debería estar feliz, cuando debería estar viviendo un cuento de hadas como el me prometió, cuando no debería desear que él esté muerto.