Vivir como una gorda.

Ana y su compañera Mia

Al despertarme la mañana siguiente no tenía hambre. Miré a Sofía con rencor por llamarme gorda y pedirle a su amiga que viniera a verme. Me parecía muy grosero de su parte que, después de haberle hecho un favor, cogiera y hablara mal de mi. Cuando se despertó no le dirigí palabra alguna. Me miró y me dijo:
- ¿Tienes hambre?- negué con la cabeza.- Parece que ya ha venido.
Se rió e intentó dormirse para no desayunar ni almorzar. Quise dormir yo también pero mi barriga pedía a gritos que comiera. Yo no quería dejar de comer, cuando estás gorda tienes ventajas que me gustan, pero por algún motivo mi mente me decía que no debía.
Me esperé hasta la hora de comer y al terminar, Sofía fue al baño (justo después de que saliera la enfermera) y oí arcadas. Estaba vomitando su comida. Si soy sincera, yo también quería vomitar, no me sentía bien.
Sofía salió.
- Te sientes tan bien cuando estás vacía. Es como comprobar que estás viva, que estás en los huesos. Notas todo tu interior saliendo. Es, wow...
Me imaginé a mi sintiéndome así. Debía ser genial poder quererse tanto como lo hacía Sofía.
Ella dormía muchas horas y las demás, cogía mi móvil y miraba bastantes páginas. También escribía en un blog. Decía:
"Hola, queridas compañeras.
Estoy ingresada en el hospital junto a una gorda (intento ayudarla) y no puedo comunicarme mucho. Gracias a la gorda puedo escribiros, por eso le voy a ayudar.
Quería deciros que en estos momentos, Mia es la mejor amiga que una puede tener. Nadie sospecha nada.
Recordar jurarle amor eterno a nuestras amigas y diosas Ana y Mia, ¡ellas siempre nos ayudan!
El día 19 debéis pintaros dos rallas en la muñeca de color:
ROSA: para Ana<3
ROJO: para Mia^~^
AZUL: para....
..."

No supe que decir después de leer eso. Solo sabía que no le iba a dejar más el móvil por muchos favores que me hiciera.