Echaba de menos a Sofía. Tenía que ayudarla. Era un año más mayor que yo y ya estaba así de mal, estaba perdida. Su única motivación en esta vida era adelgazar más y más hasta ser un esqueleto andante. Pero era una prepotente, y borde, y estúpida, y... Era mi amiga.
Marta es muy callada. Llora mucho, casi todo el rato. No pide ayuda cuando la necesita o me cuenta el por qué de sus sollozos. El otro día la vi medio desnuda. Tenía cortes en las muñecas, muslos y abdomen, cortes profundos. Se le caia mucho el pelo. Estaba muy mal.
- ¿Cual es tu historia?- me dijo.
- ¿Perdona?
- Que qué haces aquí, tú, tan joven.
- Pues lo mismo que hacemos todas, recuperarnos.
- Profundiza más.
- No, hazlo tú. Lloras y callas. Has hablado por primera vez después de 3 días durmiendo a mi lado. No te atreves a enseñarme tu cuerpo porque está lleno de marcas y yo quiero saber el por qué.
- ¿Tú hablabas?
- ¿A caso me ibas a responder sí lo hacía?
- No.
- ¿Pues?
- No perdías nada en el intento.
- ¿Qué te pasa?
- Ya lo irás descubriendo. ¿Por qué se fue Sofía?
- Porque era una gorda.
- ¿Ella?
- Yo, pero para ella... Ella está gorda.
- Ah, ya... La anoréxica de mierda...
- ¿Pe-perdón?
- Pues eso... Como se nota que eres una novata. Y que eres pequeña.
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Vivir como una gorda.
Teen Fiction¿Qué pasaría si te ingresan en el hospital porque sí y acabas enferma de verdad? Los oscuros pensamientos y el día a día de una gorda. +70 kg -1'5 m
