Vivir como una gorda.

¡Clases por fin!

La alarma sonaba pero yo ya estaba despierta.

Me levanté eufórica, con una alegría que no era normal para alguien de mi edad. 

Me vestí y fui al lavabo a arreglarme. Me pinté más o menos, no mucho, no quería dar una impresión diferente a la de siempre. Realmente, yo llevaba seis meses sin ver a mis compañeros. Solo fui a clase la primera semana y algunas horas, me pasaba el día entre psicólogos externos y los que te ofrece el instituto. 

Seis meses. Todo lo que podía haber ocurrido. Todo aquello que me he perdido, pf.

Salí antes de casa para no tener que correr. Iba a mi ritmo, con música (la noche anterior me descargué algunas canciones de moda para no ir totalmente desconectada) y leyendo Wattpad.

No paraba de oír la canción de Drake - Hotline Bling. Desde que la escuché tengo una obsesión. Espero que, al igual que yo, a todos o a la mayoría les guste.

Llegué a clase puntual y me senté donde me dijo el tutor la noche anterior (llamó a mi familia para comprobar que venía). Estaba sentada junto a Rubén, un chaval nuevo que tenía varios amigos pero ninguno iba a nuestra clase. Cuando llegué, él no estaba, así que puse mi mochila en su mesa para acomodarme. Me senté y no me di cuenta de que la mochila seguía ahí. Y entonces llegó él, tan tímido y callado. No me dijo nada. Me dio varios toquecitos y me sonrió. Le pedí perdón.

- ¡Ostia, lo siento! No me había dado cuenta.

- No pasa nada :).

- Emm, oye, ¿Rubén? -dije haciéndome la nota, era obvio que sabía quien era.

- Sí, dime.

- ¿Eres nuevo, no?

- Sí, llegué hace dos semanas.

- Pero, ¿eres de España o de donde eres?

- Oh, sí. Soy de Madrid capital. He venido aquí por el trabajo de mi padre. 

- Joder, dejar Madrid por venir a una mierda de ciudad de Cataluña...

- Bueno, está Barcelona al lado, sería el equivalente a Madrid, ¿no?

- Supongo. ¿No te agobiabas allí? ¡Yo no podría!

- Un poco, había mucho tráfico. Me ha sorprendido el llegar tan puntual habiendo salido a menos diez de casa, ¡qué bien se circula aquí!

Me sorprendía lo bien que se expresaba y que ímpetu le daba a la circulación. Tampoco era para tanto, ¿no? No supe que responderle, no quería parecer borde o antipática. Procedí a sacar mis cosas y a callar, él hizo lo mismo.

- Buenos días, alumnos. Como bien sabéis, hoy se reincorpora vuestra compañera Rebeca. Espero que la tratéis bien e igual que antes, no la agobiéis mucho y ser respetuosos. -todas las miradas fueron hacia mi. Oía risas e insultos por lo bajo, no le hice mucho caso. - ¡Julio! ¡Te estoy oyendo! O callas o te expulso de clase. -todos callaron, qué asco me daban.

El profesor continuó con la clase y cuando acabó de explicar se acercó a mi. Me informó por encima que yo no haría el examen de este tema, el cual era este mismo lunes, así que debería hacer como unos ejercicios de repaso. Rubén haría lo mismo que yo, debía ayudarle con las matemáticas pues al estar en catalán e ir él un poco flojo, no se enteraba.

- Entonces, ¿eres de aquí? -preguntó.

- Emmm, sí. Nací aquí hace muchos años, ja, ja, ja.

- ¿Por qué dejastes las clases?

- Temas personales e indiferentes. La cuestión es que ya estoy aquí.

- No quería ofender, tenía curiosidad. Hay muchos rumores de ti y creo que lo mejor para saber la verdad es preguntar al nombrado.

- ¿Qué se dice de mi?

- Que estás loca, que mataste a alguien, no sé, que tienes cuento y no querías venir...

- Ja, ja, ja -reí con dificultad. No me hacía gracia. - Tú no te lo creas, ya está. Ya te iré contando.

- Va, yo te lo he contado.

- Bueno, ingresé en un centro por problemas, ya está.

Y fin de la conversación.