Capítulo X

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POV NANA.

Tenía que ir a buscar a YongHwa para saber qué es lo que le había dicho JungRok. Tomé mi bolso y salí de casa.

Llegué a la suya, toqué la puerta y él fue quien me abrió.

-YongHwa...

Vi un sobre amarillo sobre la mesa.

-¿Cuándo planeabas decírmelo? -dijo sin mirarme.

Ya lo sabía todo, no había otra cosa que hacer que enfrentarme a la verdad.

-Yo... iba a decírtelo pero no sabía cómo.

-¿Quién más sabe de esto?

-La señora Park, las chicas de la cafetería, tú y yo.

-¿Por qué no me lo dijiste?

Él continuaba sin mirarme a los ojos. Yo no sabía que responder, ya había entrado en pánico, me quedé callada.

-¡Respóndeme! -gritó.

Cuando escuché eso sentí que una nube negra se cernía sobre nosotros.

-Porque tenía miedo de que reaccionaras igual a como lo estás haciendo -dije intentando no llorar.

-Pues ahora lo sé -dijo con dureza-. ¿Cómo fuiste capaz de ocultarme algo así? ¿No sabes quién soy yo?

No respondí, no tenía sentido.

-YongHwa, esto no cambia nada entre nosotros -dije intentando salvar lo nuestro.

-Claro que lo cambia todo -dijo con crueldad-. Eres una ex presidiaria NaNa, ¿qué piensas que dirán los medios cuando se enteren de que estoy saliendo contigo?

Esa pregunta me dolió en el alma, ¿realmente le importaba más lo que dijeran de él que nuestro amor?

-YongHwa, déjame explicarte. Tienes que saber qué fue lo pasó en realidad -haría un último intento-. Mira...

-No me interesan tus explicaciones -me miró con desprecio, tomó unos papeles de la mesa y me los arrojó-. Esto ha sido realmente informativo, no creo que puedas agregar demasiada información.

Recogí los papeles y los miré, eran mis registros y algunos recortes de periódicos donde se hablaba del asalto y mencionaban mi culpabilidad.

-¿Realmente no quieres escucharme? -pregunté con voz quebrada.

-No creo que haya más que decir -se acercó a la puerta y la abrió-. Será mejor que te vayas.

Me acerqué a la puerta, me dolía el pecho, las lágrimas comenzaron a escocer mis ojos. Quería gritarle que lo amaba, que esto era una prueba que podíamos superar. Salí del departamento, apenas y podía moverme.

-No quiero volver a verte por aquí de nuevo -dijo mirándome con desdén.

Cerró la puerta y yo me desmoroné, comencé a llorar como no lo había hecho desde que mi madre murió.

¿Por qué las personas que amo me abandonaban siempre?

Bajé corriendo las escaleras, necesitaba salir de ese edificio.

¿Cómo pude ser tan tonta?

Pensaba que sabía quién era Jung YongHwa, pero me di cuenta de que estaba equivocada.

Cuando crucé las puertas del edificio choqué con alguien pero no me detuve seguí corriendo y corriendo por muchas calles. Tuve que detenerme porque me faltaba el aliento.

Había sido una tonta al pesar que el gran Jung YonHwa aceptaría mi pasado así sin más, él tenía una imagen que cuidar y una novia ex convicta no encajaba en su imagen. Llegué al parque donde nos conocimos, intenté controlar mi llanto pero fue imposible.

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