Odio/Amor

Capítulo 38

David:

Es el comienzo de un final.

Esa frase lleva rondando en mi cabeza desde que mi vista dejó de funcionar. Está todo oscuro y por alguna razón estoy consciente. No estoy seguro si estoy despierto o es uno de mis sueños. No hay forma de saberlo. Me siento elevado pero a la vez pesado. No siento mi cuerpo, y tampoco puedo hablar. Es todo tan confuso.

¿Por qué Stefan me haría algo así? ¿Qué piensa hacer conmigo una vez que lo vuelva a ver?

Estoy demasiado cansado como para pensar. Si supiera que mis párpados estuvieran abiertos de seguro los cerraría. A éstas alturas no sé qué está pasando por mi mente.

Sólo sé que es el comienzo de un final.

Jake:

-¿A qué te refieres? -estaba sorprendido y asustado. David estaba en peligro y no lo veía por ninguna parte. Helena seguía hablando conmigo. Sentía que si cortaba la llamada algo malo pasaría.

-Jake dice que Stefan está buscando a David para... -en ese momento un dolor recorrió mi oído. Mi teléfono se hizo pedazos debido a un potente disparo proveniente de lejos. Al parecer apuntaban a mi cabeza pero fallaron.

Levanté la cabeza más tranquilo, para ver a alguien correr entre los arbustos. Corrí tras él. Debía ser Stefan. Algo me decía que David ya estaba en sus manos y si lo alcanzaba todo esto terminaría. Vi al rostro de mi amado, siendo torturado hasta no poder más. Me asustaba pensar en qué cosas podría hacerle. Lo perdí de vista por pensar en todo esto. Grité sacando toda la furia que llevaba dentro de mí. Otra vez...

Otra vez no fui capaz de protegerlo.

-¿Qué está pasando? -preguntó Logan.

-David... -mi rabia y mi tristeza se mezclaban. Era una sensación horrible. En cualquier miembro explotaría pero no podía permitirlo, debo ser fuerte, por él- Se lo han llevado. -golpeé la pared de un edificio, haciendo sangrar mi nudillo. Mi cabeza y mis pulmones ya no podían más. Quería que dejaran de fusionar y no tener que sufrir otra vez.

-¿Cómo que se lo han llevado? -dijo Grant.

-Se lo han llevado... -se fuerte, no llores, no lo hagas- por mi culpa. -no pude más. Caí al suelo soltando lágrimas de cocodrilo. Pensé en todas las veces que ha sido secuestrado y todo porque no estuve ahí para protegerlo. Soy un imbécil bueno para nada.

-¿Qué? ¿Quién?

-Stefan. -al decir su nombre pude calmarme. Me hizo pensar en la ira. La tristeza abandonó mi cuerpo pero fue remplazada por la furia. Algo en mi interior se encendió. Tenía sed de sangre, de venganza. Quería matar.

Le expliqué la situación a Logan y a Grant. Les dije que Helena me había llamado, diciendo que Jake había ido a la casa de David a advertirle todo lo que había pasado. Por alguna razón él tenía respuestas, así que será mejor que nos demos prisa a buscar a Jake.

Les avisamos a Emily y a Jess. Nos reuniremos todos en la casa de David. Alexa no estará si no hasta tarde. Con suerte lo rescataremos antes de que se entere lo que está pasando. Sé que es mejor decirle la verdad, pero ya hay suficiente gente preocupada como para aumentar el número de afectados.

Cuando salí del auto Helena corrió hacia mí, esperando ver a David conmigo.

-Por favor, dime que David está contigo. -sus ojos derramaban lágrimas, al igual que los míos. Ambos sufríamos por él. No podía creer que esto estuviera pasando de nuevo.

-¡Jake! -gritó Logan al ver a su hermano. Tenía la ropa desgastada y algo sucia. Tenía el rostro hinchado y cansado.

-¡Logan! -ambos hermanos se reunieron en un fuerte abrazo. Me alegré de que estuviera a salvo, pero una vez más me preocupaba más por el bienestar de David.