Capítulo 42: Fin

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Jake:

Las palabras no salían de mi garganta. Estaba gritando como un maniático. Gritaba por ayuda, por si alguien podría ayudarme con todo esto. Escuchaba como David era consumido por el fuego, como no gritaba debido a su desmayo. Cuando ya no tenía esperanzas pude sentir que alguien tocaba mi hombro. Era un hombre alto y fornido que vestía una prenda negra. Por un momento pensé que era la muerte en persona, pensé que venía a llevárselo, que le ahorraría el dolor de quemarse en esas llamas. Pero luego me di cuenta de que no era la muerte, sino un ser humano más, pero un buen ser humano. Era un bombero.

Estaba débil así que no pude pararme por mi cuenta. Él me ayudó. Mi vista se nublaba mientras veía a sus compañeros apagar el fuego en donde estaba David. Sonreí, porque eso significaba que sobreviviría.

-¿Por qué siempre los adolescentes son los más problemáticos?-dijo en tono agradable. Su intención no era criticarnos, sino aliviar la tensión.

-No lo sé, no es como si nosotros nos buscáramos los problemas.

Mientras me llevaba hacia el mundo real, donde ya todo parecía normal, pude ver a los demás cubiertos por mantas proporcionadas por el departamento de bomberos. Habían un carro de bomberos, uno de policías y dos ambulancias. Uno de los policías se encontraba interrogando a los chicos.

Los chicos pusieron sus miradas en mí. Eran miradas de compasión y preocupación. Iban a acercarse a mí, pero luego los demás bomberos trajeron a alguien en brazos. Eran dos, uno tapado con una manta y el otro en los brazos de un bombero. Supuse que la de la manta sería el cuerpo de Giselle.

-¡David!-grité. Con fuerzas que salieron de repente logré posicionarme junto al bombero que lo sostenía.

-No te preocupes-dijo-, tiene humo en sus pulmones pero nada que una maquina de oxígeno no pueda arreglar.-me aliviaba escuchar esas palabras. Al fin todo había acabado.

Interrogaron a cada uno de nosotros. Nos preguntaron el inicio del problema. No tuve incomodidad de contarle todo desde el principio.

Ahora que lo dije me siento más aliviado. Es como una historia, una historia que no volverá a repetirse, que solo permanecerá como un recuerdo.

-Oigan-les dije-. ¿Dónde está Alexa?

-Cuando llegaron -respondió Helena- se la llevaron de inmediato. Dijeron que tenía un estado grave, así que la iban a tratar de inmediato. Espero que esté bien.

-Yo también lo espero.-Alexa no merecía pagar por todo esto. Fue una victima más de Giselle. Pero algo me dice que estará bien, que no le pasará nada. Estoy casi seguro de ello.

Escuchamos un grito ensordecedor. Stefan, quién estaba esposado junto a unos policías, gritaba por el cuerpo de su hermana muerta.

-¡No!-sollozó- ¡¿Qué te han hecho?!-dijo junto a su cadáver. Se levantó lentamente para mirarme, para demostrar todo el odio que alguna vez sintió por una persona. Me dio igual, no es como si no se lo mereciera. No digo que todo debería haber terminado así, pero las cosas ocurrieron por una razón, ellos buscaron todo esto, sus actos los llevaron a un camino al cual nunca pensaron llegar. Todo es culpa de ellos.

Finalmente metieron a Stefan en el carro de policías y esperaron a que dieran la orden para irnos.

-No sabes como me alegro de que estés bien.-dijo Helena.

-Me alegra de que ambos hayamos terminado en una pieza después de todo.

-Todos.

-Tienes razón-tomé su mano-. Ven, vamos a casa.-así nos dirigimos al carro donde estaba David. Los demás fueron la otra ambulancia. Mientras el carro avanzaba buscaba pensamientos, ideas, palabras. No sabía que decirle a David cuando despertara, estaba en blanco. Tomé su mano, en muestra de cariño. Me sentí aliviado de verlo con vida después de todo.

Odio/AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora