Capítulo 14

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Cuando me desperté fui directo a ver mi celular para ver si tenia algún mensaje de Jake, pero no había ninguno. Me pareció raro, así que lo llamé, pero no contestó. Al segundo intento escuché que alguien llamaba a la puerta. Dejé mi celular en la cama y bajé para ir a responder.

Al abrir la puerta me llevé una gran sorpresa. Jake estaba parado frente a mí con unas maletas. Tenía los ojos llorosos y unos moretones en su cara—¿Estás bien? —lo abracé. Estaba destrozado. Quería saber qué era lo que le pasaba. Tomé sus mejillas con ambas manos y lo besé. Le dije que se calmara mientras traía un vaso de agua. Estaba muy mal, nunca lo había visto llorar de tal manera. Estoy muy preocupado por él, a la vez no sé qué puedo hacer. Llegué rápidamente para poder hacerle compañía.

    —¿Mejor? —se tomó el agua de un sorbo.

    —Sí, supongo. —no sabía qué hacer. Estaba totalmente sorprendido. Maletas en el piso y moretones en su rostro. Tengo una idea de lo que puede haber pasado pero no quiero pensarlo, no puedo creer lo que le han hecho.

    —¿Qué te pasó? —le dije tocando suavemente los moretones que tenía en su rostro. Se corrió hacia atrás como señal de dolor. Quité mis manos enseguida. 

    —Mis padres.Es solo que mi padre llegó furioso a mi hogar y... —su voz se quebraba al decir estas palabras. No lo obligué a que siguiera hablando pero aún así decidió contarme lo que había pasado.

Mi madre salió de su cuarto y observó su rostro—¿Pero qué diablos te pasó? 

Jake:

Mis padres habían llegado, estaba nervioso, no hablé con ellos después del discurso y no tenía idea de lo que me pudieran decir. Escuché a alguien subir por las escaleras y me preparé para lo que sea que viniera, pero, nunca me imaginé lo que estaba por ocurrir.

Todo fue tan rápido. La puerta estaba abierta, y yo contemplaba el techo mientras un sabor metálico recorría mi boca. Observé a mi padre, tenía una cara de odio profundo hacia mí. Me di cuenta que mi padre me había golpeado.

    —¡¿Cómo te atreves a dejarme en vergüenza frente a todos los padres de los alumnos?! —mi padre volvió a apretar su puño dirigiéndose hacia mí, pero mi madre muy exaltada lo interrumpió.

    —¡Ya basta!—tomó su brazo— ¡¿Es así como resolverás las cosas?! ¡Él es tu hijo! ¡Y tienes que apoyarlo por lo que está pasando! ¡Lo importante es que sea feliz! —las palabras de mi madre hicieron que me levantara furioso. Estaba harto de los insultos y de que me defendiera. Me preparé para lanzar un golpe a mi padre. Nos mantuvimos peleando durante mucho tiempo. Mi madre no paraba de gritar. Ya ninguno de los dos podía seguir. Me levanté con el rostro adolorido.  

    —¡Ya no más! —mi padre gritó. Pensé que había ganado la pelea.

Mi madre lo miró muy confundida—¿A qué te refieres?

    —¡Él no es mi hijo, ya no lo es, te quiero fuera de aquí antes de que te mate!—salió, pegó un fuerte portazo. Mi madre comenzó a llorar mientras yo aún estaba en mal estado. 

Luego de eso fui a casa de David con mis maletas y le expliqué todo lo que había pasado.

    —No tenía a donde ir, y vine aquí para ver si podía quedarme aquí con ustedes. —su madre se levantó y se puso a mi altura. Me agarró de las mejillas suavemente. Me recordó a mi madre cuando yo era pequeño.

—No es necesario que lo digas. Por supuesto que puedes quedarte aquí el tiempo que quieras. Eres parte de nuestra familia ahora.—le sonreí y la abracé. Me sentí realmente bien. Todo había salido tan bien en un principio, luego todo se oscureció. Ahora estoy en casa.

Odio/AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora