Aún en el infierno se puede sentir el cielo.
Si no fuera por mi último intento creo que me hubiera dado por vencido. David había despertado. Me sonrió con una cara tan angelical. Era como un ángel caído.
No tengo palabras para explicar lo que siento, no tengo motivos para hacerlo. David está vivo y es todo lo que importa.
Ya no duele, no dolerá nunca más.
David:
Desperté sin ningún conocimiento. No perdí la memoria otra vez, pero siento como si hubiera vuelto a nacer. Tengo recuerdos borrosos e inexplicables. Cerré los ojos y aparecí aquí.
—No lo entiendo.—me dijo. ¿Cuántos días pasaron?. Su rostro está completamente desfigurado, su cabello desordenado, como si no se lo hubiera lavado en días. Me alegro de que la primera persona en ver sea él. Debí haberle causado un susto a todos.
—Yo tampoco.—porque no lo hago. Sé que morí, debí haber muerto. Se acercó aún más. Pensé que me besaría, pero no lo hizo. Agarró mi cabello y lo puso sobre su hombro. Abrazó mi espalda mientras trataba de no quejarme por las heridas. Lloró, sentí sus lágrimas en mi pelo. Nunca me ha dejado verlo llorar. Tomé su rostro. Sequé sus mejillas. Estaba tan apenado que me dio un cosquilleo. Reí un poco. No lo besé. Sentí nuevamente su calor con otro abrazo.
Lastima que todo durara tan poco.
Mi madre había entrado tan rápido que no me di cuenta cuando Jake salió disparado hacia su silla. Ella estaba desesperada. Tenía ojeras en su rostro como si hubiera llorado durante días. No entendí por qué entró tan rápido. Quizá no han pasado días. Quizá han pasado horas.
Me di cuenta que fueron solo horas cuando llegaron los doctores al cuarto. Me hicieron exámenes de inmediato. Jake me informó que trataron de reanimarme pero no lo habían logrado. De veras siento como si hubiera nacido de nuevo.
Caminé.
Respiré.
Me emocioné.
Viví.
Así pasaron varios meses y para no ser tan específico me saltaré algunos detalles y contaré lo más importante.
Luego de salir del hospital, los doctores una vez más me dijeron que era un chico con suerte de estar vivo, y lo sé. Después de eso volví a mi hogar, sin antes haber preguntado por lo que le pasaría a Giselle. Jake me dijo que la habían capturado, pero no me dijo cómo. Ella fue enviada a un manicomio, ya que después de lo que pasó se volvió completamente loca, su mente tomó un tipo de trastorno y no se pudo hacer un contacto verbal eficiente con ella. Dudo mucho que la volvamos a ver, ya que si algún día se recupera, la mandaran derechito a la cárcel.
Mi vida está tomando un rumbo tranquilo, todos los días cuando despierto, veo a la persona que más amo en este mundo a mi lado. A pesar de ello aún me siento triste. Mi corazón perdió a alguien importante que sé que no podré volver a ver.
Jake y yo somos cada vez más inseparables, a él no le gusta que esté solo y por eso pasa casi todo el día conmigo. Desgraciadamente él ya no tiene mucho contacto con sus padres, se mudaron hace un tiempo y su madre le envía cartas con un poco de dinero. La madre de Jake está muy triste por abandonar a su hijo, pero en una carta dijo que no tenia otra opción. Lo que es el padre... Espero no volver a saber de él.
Mi madre cada día amanece con una sonrisa amplia en su rostro, al menos por lo que parece. Siempre me va a despertar, independientemente de que yo no duerma solo.
ESTÁS LEYENDO
Odio/Amor
Teen FictionCreí que enamorarse sería solo una experiencia más. Como un rayo en medio de una tormenta, tan repentino y tan natural. Me enamoré de alguien dispuesto a hacerme sufrir, a hacerme feliz, a hacerme querer y a hacerme odiar. El problema no fue el...